Hacienda ha puesto sus focos sobre los líderes de Podemos. Además de investigar las cuentas de Juan Carlos Monedero y de su empresa, Caja de Resistencia Motiva 2, la Agencia Tributaria ha abierto tambiíén una inspección contra el secretario general del partido, Pablo Iglesias.
Los inspectores llevan semanas analizando tanto sus declaraciones de impuestos como las de su asociación sin ánimo de lucro Producciones Con Mano Izquierda (CMI) y, según han confirmado fuentes de toda solvencia consultadas por este periódico, hay sospechas claras de fraude fiscal, por lo que se ha abierto un proceso contra el político.
La inspección, en cualquier caso, es todavía incipiente, y no está claro aún el alcance de la misma. A partir de ahora, Iglesias se enfrentará a una serie de requerimientos de información, que deberá atender porque, en caso contrario, el anuncio saldrá publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Hacienda considera que Iglesias podría haber eludido el pago de impuestos al haber facturado actividades mercantiles a travíés de la asociación sin ánimo de lucro Producciones CMI y está examinando además las posibles donaciones recibidas por íésta, ya que quienes hayan aportado los fondos pueden deducirse el IRPF, algo que no sucede en el caso de las empresas.
En este sentido, Pablo Iglesias ha asegurado en más de una ocasión que dona parte de su sueldo a la asociación con la que hacían La Tuerka, lo que podía suponerle ahorros en el IRPF por dar su dinero a su propia firma.
A su vez, la Agencia Tributaria tambiíén está investigando posibles donaciones desde Venezuela, las liquidaciones de los impuestos de IVA e IRPF de la asociación, que según fuentes de toda solvencia, parece que presentan irregularidades, y los pagos y cobros en negro que denunció Enrique Riobóo, dueño del Canal 33.
Constituirse como una asociación sin ánimo de lucro tiene una serie de ventajas fiscales frente a operar como empresa. En primer lugar, las asociaciones pagan un 25% del Impuesto de Sociedades, frente al 35% que pagan las sociedades mercantiles. Además, están exentas de pagar si sus ingresos no superan los 100.000 euros. El problemas es que Producciones CMI tenía la forma jurídica de una asociación, cuando en realidad operaba como una empresa.
De hecho, Izquierda Unida (IU) contrató a la productora y facturó los trabajos "con total normalidad", según reconocieron en noviembre desde el partido de Cayo Lara. Así, según consta en los balances mensuales, el partido pagó 6.062 euros en mayo de 2013 por spots para la agrupación en el País Vasco y 356 euros para Murcia, amen de muchos otros contratos en 2012.
La asociación sin ánimo de lucro vinculada a Pablo Iglesias tambiíén realizó trabajos para la televisión de Bolivia, que en septiembre del año pasado abonó 1.083,92 euros a la productora por una serie de reportajes.
A su vez, la embajada del país bolivariano contrató a la asociación para la elaboración de un documental sobre Evo Morales por el que pagó 1.000 euros en junio de 2013. Otros de los clientes de la productora era 360 Global Media, la productora iraní que está detrás de Hispan TV. En octubre de 2013 esta firma pagó 3.630 euros a la productora por el programa Fort Apache que se emite en Hispan TV y que presentaba Iglesias.
De forma paralela a la Agencia Tributaria, el sindicato de funcionarios Manos Limpias ha iniciado tambiíén acciones legales contra Iglesias ante el Tribunal Supremo por un presunto delito fiscal contra la Hacienda Pública. Según la querella, Iglesias habría incurrido en una evasión fiscal "sirviíéndose e instrumentalizando a la Asociación Cultural Producciones con Mano Izquierda para cobrar comisiones ilegales en dinero B y ocultar financiación sospechosa procedente de países tales como Irán y Venezuela". Pablo Iglesias, según asegura Manos Limpias, constituyó la asociación con fines ilícitos "para evitar las correspondientes obligaciones fiscales".
El sindicato tambiíén ha criticado la opacidad de la asociación ya que no ha presentado cuentas en ningún momento. El último movimiento público que ha publicado es la salida de Iglesias de la cúpula.
ífrica Semprún / Javier Romera