Ana Pastor disfrutó ayer de un día de gloría con la espectacular salida a bolsa de Aena tras una privatización que despegó con turbulencias. Ahora cruza los dedos para resolver otro de los grandes conflictos que afectan a la Marca España: las obras del AVE entre las ciudades árabes de La Meca y Medina. Hoy, los responsables del consorcio español se reúnen de urgencia en París para preparar la estrategia con la que evitar que Gobierno de Arabia Saudí les quite un contrato de 6.700 millones.
Pablo Vázquez, presidente del grupo de empresas españolas y locales formado por Adif, Alshoula, Al-Rosan, Cobra, Consultrans, Copasa, Siemens, Imathia, Indra, Ineco, Inabensa, OHL, Renfe –de la que tambiíén es el primer ejecutivo– y Talgo, ha citado a los principales ejecutivos de estas sociedades en la capital de Francia para ultimar los detalles del plan que le expondrán al ministro de Transportes de Arabia Saudí, Abdullah Al-Muqbel, el mismo que en diciembre lanzó la amenaza de suspensión de las obras por incumplimiento del contrato.
Según distintas fuentes, tanto Copasa como OHL han acelerado los trabajos hasta el punto de poder demostrar al ministro del Ejecutivo árabe que la parte española que no está condicionada por la demora de la primera fase, desarrollada por una constructora china con socios locales, estará terminada a tiempo. De la primera etapa, dividida en seis subfases, la cuarta es la que arrastra un retraso de un año, lo que ha entorpecido el tramo encargado a las empresas españolas.
Las mismas fuentes están totalmente convencidas de que el consorcio liderado por Renfe, Adif, Copasa y OHL cumplirá con las exigencias de Arabia Saudí, dando por seguro que no les quitará el que en su momento fue bendecido como el gran proyecto de la Marca España: el desarrollo de un tren de alta velocidad –Haramain High Speed Train o AVE de los Peregrinos– entre las dos ciudades santas de la religión musulmana, que fue presupuestado en 6.736 millones de euros.
Más aún, con el plan de emergencia que se presentará al ministro de transportes el próximo día 18, fecha en la que expira el ultimátum dado por la monarquía saudí el pasado mes de diciembre, las empresas españolas consideran que el retraso de un año acumulado por el consorcio chino podría reducirse en al menos cuatro meses. Tanto OHL como Copasa se han ofrecido a reforzar los equipos y la maquinaria para culminar la obra a tiempo, tal y como exige Arabia Saudí.
Miles de millones en juego
La ministra de Fomento aseguró hace dos días que el consorcio de 12 empresas españolas encargado de construir la segunda fase del AVE entre La Meca y Medina está "cumpliendo con responsabilidad y profesionalidad" las obligaciones del contrato a pesar de las "dificultades" que, según ha reconocido, han tenido. Con estas palabras, la ministra respondía a los reproches de las autoridades saudíes por los retrasos que acumula el proyecto y que amenazan su viabilidad.
El megaproyecto del AVE Meca-Medina logrado a finales de 2011 por este consorcio por un importe de 6.700 millones de euros comprende la construcción de la denominada superestructura (las vías y los sistemas de comunicación, electrificación y seguridad) de la línea, de 450 kilómetros de longitud. El plazo de ejecución de la obra está fijado para finales de 2016. El contrato tambiíén contempla la posterior explotación durante doce años por parte de Renfe, con los trenes suministrados por Talgo.
La importancia de acabar bien los trabajos es vital porque Arabia Saudí tiene en cartera otros proyectos millonarios que podrían dar mucho oxígeno a las empresas españolas. Además del metro de Riad, adjudicado a un consorcio participado por FCC por 6.000 millones, el principal productor de hidrocarburos del mundo tiene planeado construir una línea de ferrocarril de mercancías que uniría el norte y el sur con un presupuesto que duplicaría al del AVE de los Peregrinos. Recientemente, el país aprobó levantar 13 estadios de fútbol por más de 3.500 millones, un proyecto en el que las empresas españolas quedaron en fuera de juego de forma inesperada.
Agustín Marco