Cerca de una treintena de imputados por las tarjetas black de Caja Madrid y Bankia declaran ante el juez esta semana por administración desleal o apropiación indebida.
Los consejeros y directivos de Caja Madrid que tuvieron una tarjeta black rinden cuentas desde hoy ante el juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional. El instructor del caso Bankia, siguiendo el criterio del fiscal, ha convocado durante toda la semana –salvo el jueves– a 28 de los usuarios de los plásticos opacos como imputados y a seis testigos (ver cuadro), entre los que figura el expresidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro, y los exgestores de la caja que no usaron su tarjeta.
Esta oleada de declaraciones llega tras la macroimputación anunciada por el juez Andreu el pasado 28 de enero, que elevó a 82 los señalados en esta causa, por presuntos delitos de apropiación indebida o administración desleal. Esta medida supuso un giro de 180 grados respecto a la estrategia que había mantenido inicialmente el magistrado, de centrar la investigación en los dos expresidentes de la caja, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y el ex director financiero, Ildefonso Sánchez Barcoj.
Tras detectar indicios «racionales y bastantes» de que Blesa y Rato habrían «consentido, aceptado y propiciado el uso indebido de los fondos de la entidad, mediante la entrega de tarjetas de críédito» –por lo que les puso una fianza de 16 millones y 3 millones, respectivamente–, la Audiencia quiere centrar ahora su investigación en los usuarios de las tarjetas.
La clave de los interrogatorios que arrancan hoy estará en probar si los 82 exconsejeros y exdirectivos recientemente imputados eran conscientes de que estaban incurriendo en irregularidades al aceptar las tarjetas y emplearlas para gastos distintos de los de representación.
Cuestiones por resolver
«Existen, por tanto, y en el actual momento procesal, serias dudas sobre el carácter de los gastos originados por dichas tarjetas, pues como se ha puesto de manifiesto, su utilización no aparece relacionada con gastos de representación o derivados del ejercicio del cargo ostentado en la empresa», señaló el juez en su auto de imputación.
Al magistrado tampoco le convence la otra versión que fueron dando Blesa, Rato y Sánchez Barcoj en sus declaraciones como imputados, que dijeron que las tarjetas eran una retribución y se crearon para cubrir gastos de representación. «Tampoco se entiende el motivo por el que algunos de los beneficiarios no llegaron a hacer uso de las mismas, o el por quíé la mayoría de los usuarios no llegaban a agotar el saldo de las tarjetas de las que eran beneficiarios [...] haciendo así una dejación incomprensible de una retribución», señaló el juez.
Para aclarar este punto, la Audiencia ha convocado para el próximo viernes a los antiguos usuarios de tarjetas que no las usaron: el ex consejero delegado Francisco Verdú; Esteban Tejera, exdirectivo actualmente en Mapfre; e íñigo María Aldaz, expresidente de Caja Madrid Seguros Generales. Tampoco usó su tarjeta el exconsejero fallecido, nombrado por UGT, Fíélix Manuel Sánchez Acal. A priori, el juez se mostró hace algunas semanas más partidario de imputar un delito de administración desleal a los exconsejeros y de apropiación indebida a exdirectivos.
Desde que se conoció su imputación, antiguos gestores de Caja Madrid y Bankia se han apresurado a presentar recursos a la Audiencia criticando duramente la decisión del juez. Así, Josíé María Arteta, exconsejero nombrado por el PSOE, señaló que el magistrado forzó el Código Penal «hasta límites insospechados» en su imputación.
Por su parte, la exdirectiva Elena Gil apuntó que el posible delito habría prescrito, ya que dejó de usar la tarjeta hace más de diez años. Este punto está en el aire ya que la prescripción de delitos depende de su gravedad. Por su parte, los exconsejeros Rodolfo Benito (CCOO) y Gonzalo Martín Pascual (UGT) defendieron que nunca percibieron ningún atisbo de ilegalidad en la tarjeta y acusaron a Blesa, Sánchez Barcoj y al exsecretario general de la Caja, Enrique de la Torre, de engañarles.
Declaraciones clave
Entre los imputados que declaran entre hoy y el miíércoles hay principalmente exconsejeros de la caja madrileña. Entre ellos destaca Josíé Antonio Moral Santín, que fue nombrado por Izquierda Unida (IU), que fue vicepresidente y uno de los que más gastó con las tarjetas: 485.000 euros en diez años, con grandes retiradas periódicas de dinero de los cajeros de la caja.
Otros de los imputados que declaran durante estos días son Gerardo Díaz Ferrán, que fue consejero por la CEOE; Estanislao Rodríguez Ponga, exsecretario de Estado de Hacienda; Carmen Cafranga, expresidenta de la Fundación Caja Madrid hasta que se conoció el escándalo de las tarjetas; y Arturo Fernández, expresidente de CEIM.
Las declaraciones de testigos del viernes tambiíén serán clave. Además de las de los que no usaron las tarjetas, acuden Terceiro, a quien Blesa ha tratado de señalar como el creador de las tarjetas, una versión a la que el juez Andreu no da credibilidad a priori; y la de Iñaki Azaola, director de Auditoría Interna de Bankia y autor del informe que las defensas de los imputados tratarán de desmontar.
J. Zuloaga