Hasta 14 bancos centrales han bajado los tipos de interíés en lo poco que va de este 2015, para reactivar la economía y evitar la deflación. El problema es que esta medida, provocada por un Banco Central Europeo (BCE) que se dispone a comprar de forma masiva deuda en marzo, desata una guerra de divisas, según algunos analistas consultados por El País. Aunque no todos llegan a la misma conclusión. "Si todos estos movimientos no son fruto de una guerra de divisas se le parecen muchoâ€, opina Josíé Ramón Díez Guijarro, director de Estudios de Bankia, pero Julián Jessop, economista jefe global de Capital Economics, le contradice: "Muchos de los países que han recortado tipos recientemente o que se han embarcado en programas de compras de bonos —expansión cuantitativa de los balances— lo han hecho en respuesta al díébil crecimiento y la preocupación por la deflación y lo habrían hecho en todo caso, independientemente de su previsible reacción sobre los tipos de cambioâ€.
Por ejemplo, el Banco de Dinamarca recortó los tipos de interíés por cuarta vez en dos semanas el pasado día 5, con el fin de defender su tipo de cambio fijo frente a un euro debilitado por la flexibilización del Banco Central Europeo (BCE) y las sombras de la recesión que afectan a Europa. Unos días antes, lo hacía, como ejemplo tambiíén, Rusia. El Banco Central ruso rebajaba los tipos de interíés del 17% al 15%. Actuaba así tras el un cambio en el equilibrio de los riesgos entre un incremento acelerado de los precios y el enfriamiento de la economía rusa. "El directorio del Banco Central de Rusia decidió reducir la tasa de referencia desde el 17% al 15% anual debido al cambio en el equilibrio de riesgos entre la acelerada subida de los precios y el enfriamiento de la economía", explicaba la entidad en un comunicado, ante el hundimiento del rublo. Y muy poco despuíés la sorpresa la dio Suecia. Recortaba su principal tipo de interíés a negativo: -0,10% desde cero. Además comunicaba la compra 10.000 millones de coronas en bonos gubernamentales y que se prepara a hacer más a corto plazo para alcanzar su objetivo de inflación. Tras mantener los tipos en cero el 16 de diciembre, el Riksbank dijo, según apuntó Reuters, que estaba preparando medidas no convencionales que podría presentar en la reunión de febrero. El País ha consultado tambiíén a Gonzalo Recarte, gestor de Carteras de Saxo Bank España, que cree tambiíén que "la única forma que tienen los bancos centrales de prevenir los riesgos deflacionistas y estimular el crecimiento en los márgenes adecuados es a travíés de la devaluación de su divisa respecto de las demásâ€.
El economista jefe de Nomura, Richard Koo, advierte además en un informe que cita el rotativo que el crecimiento del críédito que tenía que haber llegado ala economía real con las inyecciones de los bancos centrales no se ha materializado, "por lo que el único impacto sustantivo de la expansión cuantitativa ha sido la devaluación de las divisas (...) Por eso sospecho que muchas economías del mundo intentarán mantener sus divisas díébiles utilizando la puerta de atrás de la política monetaria acomodaticia". Koo cree que ha llegado el momento, aprovechando la bajada en los precios del crudo, de normalizar los tipos de interíés. Los más cercanos a ese camino hacia la normalidad, los banqueros de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, no parece que por el momento tengan prisa por hacerlo, a pesar de que se divisa en el horizonte la primera subida del precio del dinero al otro lado del Atlántico tras el estallido de la crisis financiera en 2008. El pasado miíércoles, las Actas de la Feed demostraban que no hay acuerdo en el Comitíé Federal del Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglíés) en cuanto a quíé podría provocar la subida de tipos. Muchos de sus miembros se han mostrado preocupados por una subida prematura y prefieren mantenerse en los niveles actuales durante más tiempo. -
Bolsamania