Más ingresos, menos provisiones y congelación de costes. Estos son los tres pilares sobre los que se sustentará el nuevo plan estratíégico que CaixaBank presenta hoy en Londres y que aborda el periodo 2015-2018.
El objetivo del banco que preside Isidro Fainíé es multiplicar por cuatro su rentabilidad, ser «líder en confianza» en España y liderar la revolución digital que experimentará el sector sin renunciar a su extensa red de oficinas.
En un encuentro con los inversores en la City londinense, Fainíé y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, desgranarán esta mañana los detalles del plan, que prevíé incrementar del 15% al 20% su cuota de mercado en recursos de clientes e inversión crediticia y cuadruplicar los ratios de rentabilidad.
Concretamente, la entidad se ha fijado para 2018 alcanzar un ROTE (rentabilidad sobre los recursos propios tangibles, es decir, sin incluir los fondos de comercio) de entre el 12% y el 14%, frente al 3,4% de 2014. En tíérminos de ROE el objetivo es elevar el ratio al 10 o 12%, frente al 2,7% actual. «El objetivo del nuevo plan estratíégico es ser líderes en confianza y rentabilidad», asegura Isidro Fainíé, que apuesta por asegurar una «rentabilidad recurrente por encima del coste del capital». El plan prevíé distribuir cada año un dividendo en efectivo igual o superior al 50% de los beneficios del banco, que no se han cifrado para 2018.
Para lograr sus objetivos, CaixaBank se ha propuesto incrementar en un 5,7% cada año sus ingresos aprovechando la «plataforma omnicanal única» que supone tener la red de oficinas más extensa de España (5.251 sucursales), la mayor red de cajeros (9.544) y el actual liderazgo de la entidad en banca por Internet (4 millones de usuarios) y banca móvil (2,2 millones de usuarios). «Poseemos una red de distribución imbatible en España», asegura Fainíé. En opinión del consejero delegado, Gonzalo Gortázar, el plan «es ambicioso, pero la trayectoria nos avala».
Palancas de crecimiento
La segunda gran palanca para crecer será el extenso abanico de productos que comercializa la entidad, que se autodefine como un «supermercado financiero». Así, CaixaBank considera que VidaCaixa y SegurCaixa Adeslas (sus empresas aseguradoras), la gestora InverCaixa y la empresa de tarjetas de críédito CaixaCard contribuirán con un 3% o 4% al ROTE previsto para 2018.
CaixaBank tambiíén prevíé incrementar sus ingresos eliminando las asimetrías de cuota de mercado que actualmente tiene en España, en referencia en que está más presente en una comunidades autónomas que otras. En esta línea, se ha propuesto crecer especialmente en Madrid, Galicia y País Vasco. Tambiíén se acelerará en críédito al consumo, en banca de empresas, en comercialización de productos de ahorro a largo plazo y en potenciar la mayor vinculación de los clientes.
El plan estratíégico apuesta por la contención de costes y por el incremento de la productividad por empleado y prevíé que en 2018 el ratio de eficiencia de la entidad (cuánto más bajo mejor) sea inferior al 45%, frente el 56,8% actual. Según CaixaBank esta mejora de la eficiencia no está reñida con mantener la extensa red de oficinas y la fuerte capilaridad del banco. «Nuestra red es extremadamente eficiente; nuestras sucursales son ligeras, muy tecnológicas y con menos empleados que la media, son mucho más competitivas que el resto del sector», asegura Gortázar.
Reducción del 60% del saldo dudoso
Además, el banco se ha propuesto reducir sus provisiones y situar por debajo del 0,5% el coste del riesgo (dotaciones sobre críéditos) ante la paulatina recuperación económica y la reducción de la morosidad. Concretamente, se prevíé que el saldo de activos dudosos y de inmuebles adjudicados caiga un 60% en cuatro años y que la ratio de mora baje del 9,9% a menos del 4%. Las previsiones apuntan a que el negocio inmobiliario dejará de generar píérdidas en 2017.
En los próximos cuatro años, CaixaBank confía en incrementar en un 4% cada año su inversión crediticia, aumentar en un 6% anual los recursos de clientes y mantener en todo momento un ratio de capital principal CET 1 de entre el 11% y el 12%.
Según Isidro Fainíé, todo el plan estratíégico se sustentará en «ser líderes en confianza» entre la banca española, porque, «si no hay confianza, no hay negocio». «Los clientes deben ser autíénticos fans de CaixaBank y reconocer la diferenciación que tenemos en el mercado gracias a nuestra Obra Social», enfatiza el banquero. Según el presidente de CaixaBank, la entidad «es uno de los bancos mejor preparados de Europa para aprovechar la revolución digital» y asegura que tambiíén posee «el mejor equipo de profesionales de España».
El plan 2015-2018 no pone el íénfasis en la internacionalización del grupo, que acaba de lanzar una opa para hacerse con el 100% del banco portuguíés BPI. La estrategia pasa por mantener y ampliar las actuales alianzas con bancos en Centroeuropa (Erste Bank), Míéxico (Inbursa) y China (BEA) y en extender la red de oficinas de representación para acompañar a las empresas españolas en el exterior. Para adquirir BPI, CaixaBank no descarta ampliar capital, aunque podría acudir a otro tipo de medidas.
CaixaBank, que acaba de comprar la red de Barclays en España, cuenta con una cartera de 13,4 millones de clientes, suma 31.210 empleados y unos activos de 360.223 millones de euros.
Sergi Saborit