El mes de marzo ha comenzado y llegó por tanto el momento a partir del que el BCE empezará a adquirir deuda en el mercado. En concreto, 60.000 millones de euros al mes de los que la mayor parte serán bonos soberanos de entre 2 y 30 años de duración. La jornada de ayer, la primera del mes de marzo, transcurrió con relativa tranquilidad en el mercado de renta fija, sin que se detectara aún la intervención de un nuevo comprador que intentará actuar de forma sigilosa –sin distorsionar de forma demasiado abrupta la negociación–, pero arrolladora.
Los inversores se han lanzado a adquirir en las semanas previas activos de deuda soberana, ante la promesa de que habrá un indiscutible comprador. Sus adquisiciones han servido para llevar a máximos los precios pero, llegados a este punto, ¿quiíén va a comenzar a vender deuda soberana al BCE? Los expertos coinciden en que la respuesta que díé la banca de la zona euro será fundamental. En su mano está engrasar un mercado de deuda en el que la demanda va a ser muy superior a la oferta, al menos a la oferta de nuevas emisiones de bonos soberanos. Y tambiíén dependerá de la banca en buena parte el íéxito del plan del BCE en su objetivo de impulsar los precios y estimular la economía.
La jugada del BCE, según ha sugerido el propio Mario Draghi en pasadas intervenciones, pasa por que la banca le venda parte de los bonos que tiene en cartera –en los que acumula jugosas plusvalías tras un rally imparable que comenzó en el verano de 2012– y que con esas ganancias, tenga margen para dar críédito. Aun así, el panorama no está por el momento tan despejado como para que eso ocurra.
El 20%, en manos de la banca
Los bancos de la zona euro poseen en balance alrededor de 800.000 millones de euros en bonos de entre 2 y 30 años, según datos de Barclays a partir de cifras de la Autoridad Bancaria Europea. Esto supone cerca del 20% del universo de deuda soberana que puede adquirir el BCE y que se eleva a 4,45 billones de euros. La concentración de deuda soberana en manos de la banca es especialmente notable en el caso de la banca italiana y española. En concreto, los bancos españoles poseen el 26,2% de la deuda soberana española en circulación, hasta los 171.500 millones de euros, según datos del Tesoro a diciembre. “La clave del QE va a estar en lo que hagan los bancos y, aunque el BCE les invite a vender, cada entidad hará lo que quieraâ€, apunta Javier Casal, subdirector del área de deuda pública de Ahorro Corporación.
RBS apunta que “los bancos españoles e italianos tienen de media un 10% de sus activos en deuda soberana, que no penaliza a efectos de capitalâ€. Otra opción para los bancos es que reequilibren su cartera de deuda, vendiendo los plazos más cortos –al BCE– para comprar plazos más largos –en competencia con el BCE–. “Los bancos italianos tienen margen para ampliar la vida media de su deuda puesto que el 70% de su cartera se concentra en plazos de entre 2 y 5 años, frente al 41% de la banca españolaâ€, apunta Barclays. Pero, ¿le interesa a la banca vender su deuda soberana? Fuentes financieras reconocen que sería una clara fuente de plusvalías aunque recuerdan que resulta difícil sustituir en cartera estos activos por otros de más riesgo, como deuda corporativa o críéditos, que sí consumen capital. “No va a cambiar mucho la política de la banca hasta ahora, aunque habrá niveles en los que sí empezará a salir papelâ€, reconocen en un banco español, con la referencia de la prima de riesgo en los 75 puntos básicos como una de las claves.
Gestoras de fondos y pensiones son otro gran caladero de vendedores de deuda del BCE, si bien estas entidades están sujetas a mandatos de inversión y a menudo desean conservar su deuda hasta el vencimiento.
Las cuantías
El volumen total de compras de deuda ascenderá a 1,14 billones de euros, teniendo en cuenta un ritmo de 60.000 millones al mes desde este mes de marzo hasta septiembre de 2016. Eso si para entonces se ha cumplido el objetivo de estabilidad de precios que persigue el BCE. De los 60.000 millones al mes, unos 10.000 millones corresponderían a la compra de cíédulas y bonos de titulización –un plan ya en marcha desde el pasado otoño–; otros 6.000 millones a deuda de agencias públicas, tales como el MEDE; y otros 44.000 millones a deuda soberana de la zona euro.
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La publicación
El BCE podría seguir la pauta que ya aplicó en las primeras compras de deuda al inicio de la crisis. El anuncio de los volúmenes globales de compras que realiza cada semana y, ya al final de mes, el detalle de esas compras por tipo de activo.
Nuria Salobral