El traspaso de las sucursales a CaixaBank y las provisiones por litigios hacen que el banco británico entre en números rojos en 2014.
Según los resultados comunicados hoy al mercado, Barclays tuvo unas píérdidas netas de 174 millones de libras (240 millones de euros) en el pasado ejercicio, frente al beneficio de 540 millones de libras alcanzado el año anterior.
Parte de ese empeoramiento de las cuentas se debe a que Barclays sufrió unas píérdidas de 546 millones de libras (750 millones de euros) en la operación de venta de su negocio de banca minorista en España a CaixaBank, completada el pasado 2 de enero.
Una parte de ese impacto (446 millones de libras), correspondiente al traspaso del negocio por debajo de su valor en libros, fue reconocido en las cuentas de 2014. Otros 100 millones de libras de píérdidas en la operación, por el efecto de las variaciones de tipos de cambio, afectarán a las cuentas de 2015.
Además, Barclays ha reconocido una provisión de 1.250 millones de libras por el coste que puede tener para el banco la investigación sobre la manipulación del mercado de divisas por algunos de sus traders. Otros 1.100 millones de libras han sido reservados para compensar a clientes británicos a quienes vendió de forma irregular seguros y derivados de tipos de interíés.
Sin contabilizar estas partidas extraordinarias, Barclays dice que su beneficio neto de 2014 se hubiera situado en 2.779 millones de libras, un 27% más. La entidad ha decidido pagar dividendos por 1.057 millones de libras, un 23% más.
Roberto Casado