Miguel íngel Moratinos se ha lanzado a rentabilizar los numerosos contactos de alto nivel que hizo durante su etapa de ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación (2004-2010). Desde 2012 trabaja como asesor especial de una fundación para la seguridad alimentaria (Global Dry Alliance) promovida por el emirato de Qatar. Pero en los últimos meses compagina esa labor con otras vías de negocio más lucrativas. En estos momentos, el exdirigente socialista dedica la mayor parte de su tiempo a la búsqueda de contratos públicos en países del tercer mundo para grandes empresas occidentales.
Moratinos está canalizando esa actividad a travíés de su propio lobby, ICP Consulting, un despacho que ha creado recientemente con sedes en Madrid y Lisboa. En su plantilla figuran altos cargos de los Gobiernos de Josíé Luis Rodríguez Zapatero, como Juan Díaz (exrelator de Exteriores), Yolanda Parrado (exdirectora general de Casa Mediterráneo) y Ainhoa Camacho (exasesora de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa). Al frente de la oficina de Portugal se encuentra otro mandatario socialista, el exministro de Defensa y Negocios Extranjeros de ese país Luis Amado.
"Internacionalización de la empresa"
La firma de Moratinos asegura estar especializada en “la promoción de sinergias entre instituciones gubernamentales y el sector público-privadoâ€. “Ofrecemos efectividad en la reducción de costes, tiempo y carga administrativa, así como el incremento en la calidad de los servicios mediante el uso del outsourcing cuando gobiernos, empresas o instituciones carecen de los recursos o el know-how necesariosâ€, detalla ICP Consulting. Las cuatro grandes áreas del despacho son “la internacionalización de la empresa, el asesoramiento de gobiernos e instituciones, la responsabilidad social corporativa y la promoción y el desarrollo de proyectos culturalesâ€.
Con todo, la actividad que está reportando mayores rendimientos a Moratinos es más elemental. El exministro socialista está exprimiendo la agenda que se labró durante su etapa como responsable de la política exterior de España ofreciendo sus servicios de lobbista a compañías nacionales y extranjeras que buscan grandes adjudicaciones en mercados emergentes.
Reunión con Obiang
Como reveló este diario, Moratinos visitó Guinea Ecuatorial en compañía del expresidente Zapatero y del exministro de Defensa y expresidente del Congreso Josíé Bono. El antiguo responsable de Exteriores es un interlocutor de primer nivel con el ríégimen dictatorial de Teodoro Obiang. La antigua colonia española le concedió en julio de 2009 la Gran Cruz de la Orden de la Independencia. Moratinos se desplazó a Malabo para recibir el galardón de manos del propio Obiang.
La nueva actividad profesional de Moratinos tambiíén ha pasado por otros Estados del continente africano dudosamente democráticos. En marzo del año pasado, se desplazó a la capital de Angola para cerrar un acuerdo de colaboración entre la Fira de Barcelona y la Feria Internacional de Luanda. La entidad que gestiona la feria de muestras de la Ciudad Condal está en pleno proceso de expansión y ha contratado los servicios del exministro socialista para introducirse en los países que más le interesan. Luanda se ha convertido en el ciudad más caro del mundo para vivir al estilo occidental y Moratinos dispone de la agenda necesaria para meter la cabeza en ese mercado y empezar a hacer negocios. Despuíés de todo, su primer viaje como mandatario a Angola lo realizó en diciembre de 2005. Llegó acompañado de la entonces secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín.
Hasta ahora, Moratinos había operado con la máxima discreción, pero su reciente viaje a Cuba y Bolivia en compañía de Zapatero ha acabado situando el foco de la opinión pública sobre su nueva actividad profesional. Supuestamente, Moratinos y Zapatero acudieron a ambos países para respaldar los proyectos políticos de sus respectivos gobiernos y ofrecerse para tender puentes con la Unión Europea. Pero tanto el exjefe del Ejecutivo como su exministro de Asuntos Exteriores admitieron que la gira tambiíén tenía un componente comercial sobre el que hasta ahora han guardado un estricto silencio.
Josíé María Olmo