Banco Sabadell va a llevar a cabo una nueva ampliación de capital por valor de 1.600 millones de euros con los que financiar la compra de la totalidad de las acciones del británico TSB y entrar de esta forma en el mercado del Reino Unido al hacerse con uno de los grandes bancos del país.
La ampliación está asegurada por los principales bancos de inversión internacionales y se hará con derecho de suscripción preferente para los actuales accionistas. La incógnita está en saber si a la misma acudirán los titulares tradicionales de acciones y, sobre todo, si lo harán los dos grupos latinoamericanos que se hicieron con el 10% del capital en la ampliación de 2013.
Josep Oliu no quiere perder tiempo y una vez que se desveló su intención de hacerse con el control de TSB, filial de Lloyds que controla el 50% del capital mientras el resto cotiza en la Bolsa de Londres, no ha hecho sino dar pasos para cerrar la operación cuanto antes. La idea es que la ampliación pueda cerrarse a lo largo del mes de abril y que la operación de entrada en TSB se lleve a cabo en cuanto las autoridades regulatorias den su aprobación.
La ampliación de capital con la que financiar la compra no tiene que pasar por la aprobación de una junta de accionistas ya que el consejo cuenta con la autorización de asambleas anteriores para llevar a cabo una operación de ese tamaño sin problemas.
No parece que vaya a haber problemas de suscripción de la ampliación por cuanto que Goldman Sachs y JPMorgan Securities han firmado el contrato de aseguramiento como coordinadores globales, a los que se han sumado Deutsche Bank y Nomura en un escalón inferior dentro del sindicato de colocadores y aseguradores.
La incógnita está, entonces, en saber quíé es lo que van a hacer los actuales accionistas del banco, en especial, los principales titulares de paquetes de acciones. Y entre estos hay en la actualidad dos grupos claramente diferenciados, con distinta importancia relativa. Por un lado están los accionistas tradicionales de la entidad, vinculados a las fortunas catalanas que jugaron un papel decisivo en la transformación del banco de ser una entidad local a la realidad actual como banco universal expandido por toda España, y por otro los dos grandes grupos de inversores latinoamericanos que aprovecharon la ampliación de capital de septiembre de 2013 para tomar unas posiciones relevantes en la entidad convirtiíéndose en los principales grupos de accionistas actuales.
Los tres principales
Según las declaraciones de participaciones de Banco Sabadell en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, tres accionistas se encuentran en el entorno del 5% del capital: Deutsche Bank, el grupo liderado por el mexicano David Martínez y el que encabeza el colombiano Jaime Gilinski.
Deustche Bank declaró en abril de 2014 que había ejecutado unas opciones sobre el 5,017% del capital de la entidad y que lo había hecho por cuenta propia. Unos meses antes, David Martínez y Jaime Gilinski habían alcanzado un acuerdo con los responsables de Banco Sabadell por el que tomaban cada uno de los grupos por ellos representados prácticamente la misma proporción de capital de la entidad mediante la suscripción de una ampliación de capital sin derechos a la que acompañaba de forma simultánea otra con derechos que suscribían en la proporción que les correspondía para tener al final de las dos operaciones el grupo mexicano el 4,94% del capital y Gilinski el 5,03%.
La idea inicial era que ambos entraran en el consejo del banco, algo que David Martínez si hizo, en abril de 2014, dos días antes de que Deutsche ejerciera sus derechos sobre las opciones que tenía, mientras que Gilinski aún no ha podido incorporarse al máximo órgano de control porque al entrecruzarse posibles operaciones de compra por parte de Sabadell de entidades controladas por Gilinski en distintos países de Amíérica Latina no ha parecido oportuno que lo hiciera para evitar que pudiera haber potenciales conflictos de interíés.
Hoy por hoy ninguno de los tres grandes accionistas de la entidad han hecho pública su decisión de acudir o no a la ampliación de capital que financiará la operación de adquisición de TSB. El precio de entrada de Deutsche Bank no es público pero el de los dos inversores latinoamericanos sí: suscribieron sus acciones a 1,4 euros por acción y ayer cerraron a 2,31 euros, lo que significa que acumulan una plusvalía de 0,91 euros por acción, lo que podría ser un indicador de que no verían mal volver a apostar por la entidad.
Queda por saber si el otro grupo de accionistas significativos, las familias catalanas que durante años controlaron la entidad, acudirán o no a la misma. Dos son las principales incógnitas: Isaac Andic y la familia Lara. El primero, propietario de la cadena de moda Mango, está de retirada de su inversión en el banco. Llegó a ser vicepresidente primero de la entidad y controlaba el 6,2% del capital del banco. En la ampliación de septiembre de 2013 acudió solo en una parte de la que le correspondía y se diluyó hasta el 2,5% y presentó su dimisión como vicepresidente y consejero.
A Andic le sustituyó en el puesto de vicepresidente del consejo Josíé Manuel Lara, quien tampoco entonces acudió a la ampliación en la parte que le permitiría no diluirse y tras su reciente fallecimiento ha sido sustituido como miembro del consejo del banco por su hijo, Josíé Manuel Lara García, quien ostenta la categoría de independiente, no de dominical. No parece que tampoco en esta ocasión la familia Lara vaya a acudir totalmente a la ampliación.
Salvador Arancibia