The Associated Press
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, presionó a líderes chinos para suspender límites en tecnología de seguridad extranjera propuestos y dijo que el banco regional liderado por Beijing debería trabajar en colaboración con las instituciones existentes.
Estados Unidos y Europa dicen que Beijing está bloqueando inadecuadamente el acceso al mercado con los límites propuestos en medidas antiterroristas y de seguridad bancaria. Estas iniciativas han provocado una respuesta de alto nivel poco habitual, con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y otros responsables del gobierno escribiendo a Beijing para mostrar su oposición.
"Sería una barrera significativa para las empresas estadounidenses que hacen negocios en China", dijo Lew el lunes tras reunirse con el número dos del país, el primer ministro Li Keqiang, y otros funcionarios. "Creo que escucharon las preocupaciones".
Las normas bancarias entrarán en vigor el miíércoles, aunque las entidades tienen hasta 2019 para hacer que al menos el 75% de su infraestructura de información estíé certificada como "segura y controlable" por el gobierno. Los proveedores temen que el gobierno pueda pedirles que desvelen cómo funcionan sus productos o cambien su propiedad intelectual a entes chinos.
"Hemos dejado claro que suspenderlas es el enfoque correcto", dijo Lew. "Si quedan pendientes causarían un entorno difícil para las empresas estadounidenses que tratan de hacer negocios en China".
Funcionarios chinos dijeron que están retrasando la aplicación de las normas bancarias, apuntó un alto funcionario del Tesoro estadounidense que habló bajo condición de anonimato. Sin embargo, no dio indicaciones sobre cuánto duraría ese retraso.
Los líderes comunistas están incómodos con la dependencia que tiene China de los programas de cifrado y de la tecnología de seguridad extranjera y están tratando de crear sus propios proveedores. Desde finales de 1990, han tratado repetidamente de obligar a los proveedores foráneos a revelar cómo funcionan los productos de cifrado, pero retiraron muchas de esas peticiones ante las protestas de otros gobiernos.
En una reunión con el viceprimer ministro chino, Wang Yang, Lew expresó su "profunda preocupación" por lo que dijo eran " intentos de prohibir la competencia tecnológica".
Lew tambiíén se reunió con su homólogo chino, el ministro de Finanzas Lou Jiwei.
La ley antiterrorista que está contemplando el gobierno chino exigiría a los operadores de red construir puertas traseras para la vigilancia del gobierno, entregar las claves de cifrado a las autoridades chinas y almacenar los datos de sus usuarios dentro de China.
Lew dijo tambiíén a las autoridades chinas que el propuesto Banco de Inversión en Infraestructura de Asia, liderado por Beijing, debería trabajar en colaboración con las instituciones internacionales existentes para asegurar altos estándares en los príéstamos, según el funcionario del Tesoro.
Funcionarios estadounidenses se opusieron a la creación de la entidad alegando que podría socavar al Banco Mundial o al Fondo Monetario Internacional al entregar críéditos sin que haya las garantías adecuadas. Beijing se anotó un tanto a nivel diplomático cuando Gran Bretaña, Francia y Alemania rompieron con Washington y se unieron a los gobiernos asiáticos para intentar entrar en el proyecto.
Preguntado por si Estados Unidos podría unirse al banco, el funcionario del Tesoro dijo que Lew dejó claro que por ahora Washington quiere proceder a travíés de alianzas con otras instituciones. La fuente añadió que los líderes chinos dijeron a Lew que darían la bienvenida a Estados Unidos como miembro de la entidad con sede en Beijing.