EFE
Cleyton Vilarino
El escenario de la actual sequía en el sureste brasileño, la región más rica y poblada del país que pasa por la peor crisis hídrica de los últimos 85 años, puede durar por 30 años más, según afirmó un especialista en meteorología.
El meteorólogo y socio-director de la consultora especializada Somar Meteorología, Paulo Ethichury, explicó a Efeagro Brasil que el clima actual en el país suramericano obedece a un ciclo de enfriamiento del Ocíéano Pacífico en los últimos años, que se opone a las díécadas del ochenta, noventa y 2000, cuando era más caliente.
El inicio del año asustó, en tíérminos climáticos, a la agroindustria, con un atraso del cultivo de la soja y perspectivas de caída de la productividad en otras materias primas agrícolas, como el cafíé.
Según Ethichury, los períodos de sequía más amplios se pueden repetir el año que viene.
"La actual fase es la misma que vivimos en los años cuarenta, tambiíén con menores volúmenes de lluvia. Se trata de un nuevo ciclo, tambiíén llamado de 'interdecadal' en el que estamos volviendo para esta fase seca", señaló el especialista, para quien los ciclos tienen intervalos, a veces, de unos 30 años.
De acuerdo con Ethichury, es "un ciclo que lleva a un comportamiento climático de estándar más seco".
"Eso significa que, por ejemplo, antes se cultivaba maíz en ciclos de 130 a 140 días y hoy esos cultivos tienen que hacerse entre 100 y 105 días, para que el cultivo sea más efectivo en la íépoca de lluvias", destacó Ethichury .
La crisis hídrica del sureste tiene en estado de alerta a los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais, Espírito Santo y, principalmente, Sao Paulo, el más rico y poblado del país.
El sistema de embalses Cantareira, que abastece a 6,5 millones de personas, un tercio de la región metropolitana de Sao Paulo, ha utilizado ya las dos cotas del llamado "volumen muerto", una reserva tíécnica adicional de los reservorios.
Las lluvias de febrero y marzo, a pesar de haber sido superiores del promedio para esos meses, elevaron parte de los niveles de los embalses, pero no lo suficiente para mejorar la situación.
La 3ª Conferencia de la Agroindustria, en la que participaron la semana pasada centenas de empresarios y ejecutivos del sector, expresó la preocupación por el actual escenario climático del país, que tambiíén puede sufrir cortes en el suministro de energía por Brasil depender en su mayoría de una matriz hidroelíéctrica.
"Sabemos que está lloviendo, pero llueve menos y por eso estamos con problemas en los reservorios. El calendario agrícola se torna entonces menor", agregó el meteorólogo.
El calentamiento por el fenómeno de El Niño, según Ethichury, reduce en parte los efectos del enfriamiento del Pacífico, pero la formación de lluvias ha sido insuficiente y la previsión es similar para las próximos años.
"Sin alarmismo se trata de un momento de adecuación en la alternancia de períodos o díécadas más o menos lluviosas", concluyó Ethichury.
De otro lado, el presidente de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa, por su sigla en portuguíés), Mauricio Antonio Lopes, aseguró que la sequía ha ayudado a incorporar nuevas tecnologías y a fomentar la producción de transgíénicos en el país.
"Estamos incorporando tecnologías que van a tornar nuestra agricultura más capaz de soportar esos cambios por la disponibilidad del agua", declaró Lopes en una entrevista publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo.
Lopes coincidió con Ethichury sobre el hecho de que "hay una tendencia muy fuerte en la agricultura de producir con ciclos más cortos", principalmente por la falta de lluvias y de suministro de agua para los cultivos como soja, maíz, algodón y fríjol.