El Grupo Prisa avanza a pasos agigantados en su plan de desinversión para hacer frente a su elevada deuda y mejorar su caja. La compañía que preside Juan Luis Cebrián está preparando la salida a bolsa de parte de Santillana para captar fondos en el mercado aprovechando el alza de la bolsa y así continuar reduciendo su pasivo y sus gastos financieros, informan fuentes de toda solvencia a este diario.
Así, la multinacional lleva varios meses barajando cómo hacer caja con la filial de educación y ya está trabajando con bancos internacionales, explican fuentes conocedoras de la operación. La dueña de El País y Cinco Días prevíé anunciar la oferta pública de venta (OPV) de su negocio de educación tras obtener el visto bueno de Competencia (CNMC) para la venta del Canal + a Telefónica por unos 719 millones de euros, una operación que el propio grupo esperar cerrar esta primavera, tal y como asegura la firma en las cuentas de 2014.
Todavía no ha trascendido el porcentaje de Santillana que Prisa está dispuesta a colocar en el mercado, pero todo apunta a que se quedará con una participación de control para así seguir beneficiándose de los resultados del negocio que, con una facturación de 716,6 millones de euros, aporta el 49% de los ingresos totales del grupo excluyendo los resultados de Canal+.
Si utilizamos los multiplicadores a los que cotizan las compañías comparables con Santillana, la empresa valdría en bolsa 1.479 millones de euros. Así, el 75% que todavía atesora Prisa estaría valorado en unos 1.100 millones de euros. Compañías de negocios similares como Pearson, Reed Elsevier o Wolters Klumer se negocian en bolsa a entre 8 y 10 veces su ebitda (beneficio bruto de explotación) que en el caso de Santillana asciende a 151 millones el ajustado. Si se realiza la valoración en base a los 247 millones de euros (362,25 millones de dólares) que el fondo privado norteamericano DLJ South American Partners pagó por el 25% de Santillana en 2009, la filial de educación del grupo que preside Cebrián estaría valorada en 992,4 millones de euros (1.450 millones de dólares).
La venta de parte del 75% que todavía atesora de Santillana supone un paso más en la estrategia de Juan Luis Cebrián de vender sus negocios por trozos para lograr caja con la que afrontar los vencimientos de su elevada deuda. Así, a mediados del año pasado el grupo de comunicación vendió el negocio de sellos editoriales (Alfaguara Taurus, Suma de Letras, Aguilar, Altea, Fontanar, Objetiva y Punto de Lectura) a Penguin Random House por 72 millones de euros. El grupo usó esos fondos para comprar deuda a descuento y así cumplir con los compromisos de su última refinanciación que contemplan la devolución de 900 millones de euros en 2015 y el pago de 600 millones de euros en 2016.
A lo largo de 2014, Prisa tambiíén ha vendido gran parte de su participación en Mediaset (le queda el 2,6 por ciento), ha anunciado y aprobado dos ampliaciones de capital para dar entrada a nuevos accionistas por unos 145 millones de euros y ha acordado la venta de Canal+. La desinversión en la cadena de Fuencarral, la entrada del empresario mexicano Roberto Alcántara Rojas por 100 millones en el capital y la venta de sus sellos editoriales se ha destinado a la recompra de deuda por 780 millones de euros lo que ha reducido su deuda neta hasta los 2.500 millones de euros de euros (la deuda neta ajustada está en 2.700 millones).
El grupo ahora está pendiente de cerrar la venta de la plataforma de pago por 719 millones de euros y de la entrada en su accionariado del sultán qatarí Ghanim Alhodaifi Al-Kuwari, que se hará con aproximadamente un 10 por ciento de la compañía por 75 millones de euros. Así, la propietaria de La Ser logrará cumplir sus compromisos de reducción de deuda hasta 2016.
El problema es que tras pagar, como mínimo, 1.500 millones de euros, la multinalcional todavía tiene que hacer frente a un pasivo de unos 1.900 millones de euros con un negocio menguante (el ebitda de Prisa ha sido de 183 millones de euros en 2014 y ha cerrado con un ebit 28,7 millones). Así, los analistas consultados por este diario ven con buenos ojos la venta de parte de la joya de la corona ya que "le viene bien para seguir reduciendo su elevada deuda, que seguirá siendo un problema, y para generar caja", explican.
Más allá de la venta de parte de Santillana, que fuentes del grupo han negado tajantemente, Prisa sigue inmerso en un proceso de ajuste de sus estructura de gastos. Por un lado, el grupo está cerrando la edición en papel de todas sus revistas y hace una semana confirmó el cierre de las delegaciones de Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco de El País, que perdió 26,5 millones de euros en 2014, dejando en el aire cuarenta puestos de trabajo.
En esta línea, en lo que va de año, el grupo ha despedido a varios periodistas históricos de la Cadena Ser y prevíé seguir ajustando la plantilla a pesar de que los ingresos de la radio están subiendo gracias a la mejora de la inversión publicitaria. El grupo quiere reducir su estructura de gastos en España y potenciar su peso en Amíérica Latina, donde ve mucho futuro.
ífrica Semprún / Antonio Lorenzo
