El hundimiento del bolívar venezolano por la crisis del país sigue costando muy caro a las empresas españolas. La última en cifrar el impacto de la devaluación de la moneda del país suramericano ha sido Meliá Hotels International. En la memoria de las cuentas anuales registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Meliá explica que el impacto de la devaluación del bolívar en 2014 fue de 182,2 millones sobre su patrimonio, cifra a la que hay que sumar otros 30,2 millones por la nueva reforma cambiaria aplicada a principios de 2015.
Venezuela ha venido usando múltiples tipos de cambio oficiales, sin contar el mercado negro. El tipo oficial teórico, al que prácticamente nadie hace caso, es de 6,3 bolívares por dólar. La mayoría de las empresas españolas adoptaron al cierre de 2013 el conocido como Sicad I (Sistema Complementario de Administración de Divisas), de unos 12 bolívares por dólar. Al cierre de 2014, empresas como BBVA y Mapfre han decidido seguir aplicando ese cambio, muy alejado de los niveles de mercado. Además, está el Sicad II (Sistema Cambiario Alternativo de Divisas), a unos 50 bolívares por dólar. Telefónica decidió asumir ese cambio en sus cuentas de 2014, con un impacto de 2.840 millones. Pero en febrero pasado, el Gobierno venezolano creó una nueva figura, el Sistema Marginal de Divisas (Simadi), más cercano a un cambio de mercado fruto de la oferta y la demanda, que actualmente está situado en 193,5 bolívares por dólar.
En su memoria anual, Meliá indica que aplicar el Sicad II le ha supuesto reconocer contablemente una píérdida de valor de sus activos de 210 millones de euros, incluidos 26,6 millones menos de tesorería, pero tambiíén una rebaja de los pasivos de 27,6 millones. El efecto neto en el patrimonio del grupo por diferencias de conversión en el ejercicio 2014 es de 182,2 millones.
"La decisión está en línea con lo realizado por otras compañías internacionales, especialmente norteamericanas, con intereses en Venezuela que han realizado el ajuste cambiario a 50 bolívares por dólar, como Kimberly Clark, Schlumberger, Praxair, o han previsto ya el impacto que tendría en sus libros, como Ford Motor o Pepsi, entre otras", explican fuentes de la compañía.
Pero además, Meliá considera que con la reforma cambiaria de febrero y la creación del Simadi, este nuevo sistema de —relativamente— libre de cambio de divisas es el más apropiado para contabilizar sus filiales venezolanas. El nuevo cambio arrancó en 174 bolívares por dólar. Meliá calcula que el impacto por la aplicación del nuevo sistema será de 30,2 millones, aunque dependerá de cómo sea la evolución de la cotización a lo largo del año.
"Para 2015 hemos tomado la decisión de adaptarnos al Simadi, por entender que es el que mejor refleja en la contabilidad del grupo la aportación de las filiales venezolanas en estos momentos", explica la compañía, que subraya que el impacto este año será mucho menor.
"Este hecho afecta únicamente al valor contable en euros de nuestros activos netos en el país, (no a su valor real de mercado), pero no afecta en modo alguno a los intereses de Meliá en Venezuela, como parte de nuestra estrategia de expansión internacional", añaden fuentes de la empresa.
Otras empresas españolas tendrán que ir adaptándose a la realidad de una devaluación que el Gobierno de Nicolás Maduro no ha querido oficializar como tal, pero que es un hecho.
Las píérdidas del valor del bolívar (del 87% en 2014 y de más del 70% en el arranque de 2015) no son las primeras que sufre Venezuela. Por eso, en el balnce de Meliá, el impacto negativo acumulado por las diferencias de conversión de activos y pasivos en bolívares es de 288 millones.
Miguel Jimíénez