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Autor Tema: EL OJO DE SAURON  (Leído 569 veces)

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EL OJO DE SAURON
« en: Abril 22, 2015, 06:21:40 pm »
EL OJO DE SAURON

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Sauron es un personaje ficticio que forma parte del legendarium creado por el escritor británico J. R. R. Tolkien. Es el personaje titular y elantagonista principal de la novela El Señor de los Anillos, aunque tambiíén aparece en El Silmarillion, donde se revelan sus orí­genes.

Sauron significa en quenya «El Horripilante» o «El Aborrecido», nombre impuesto, evidentemente, por sus enemigos. Gorthaur es el equivalentesindarin de Sauron. En algunas notas, Tolkien estableció que el verdadero nombre de Sauron era Mairon, o «El Admirable». Aunque nunca más fue conocido por ese nombre, íél continuó llamándose a sí­ mismo Tar-Mairon, o «Rey Admirable».




OJO

El «Ojo Rojo» de Sauron

Sauron significa en quenya «El Horripilante» o «El Aborrecido», nombre impuesto, evidentemente, por sus enemigos. Gorthaur es el equivalentesindarin de Sauron. En algunas notas, Tolkien estableció que el verdadero nombre de Sauron era Mairon, o «El Admirable». Aunque nunca más fue conocido por ese nombre, íél continuó llamándose a sí­ mismo Tar-Mairon, o «Rey Admirable».

Fue el más poderoso de los servidores deMorgoth y lugarteniente de Angband; sus nombres, debido a sus servicios y sus acciones posteriores, son incontables y, aunque los tí­tulos más conocidos de Sauron son el de «Señor Oscuro de Mordor» y «Señor de los Anillos», tambiíén se cuentan entre ellos: «El Gran Maestro de la Mentira», «Sauron el Grande», «Aquel a quien no nombramos», «Señor de la Tierra Tenebrosa», «La Mano Negra», «El Señor Oscuro», «Señor de los Licántropos», «El Cruel», «El Poder Oscuro», Annatar (q. «Señor de los Dones»), «Señor de Barad-dí»r», «Hacedor de Anillos», «El Nigromante», «El Ojo Rojo», «El Ojo de Fuego», «El Ojo Sin Párpados» o «El Gran Ojo» (por su mirada, que abarcaba todo su maligno dominio; aunque en las pelí­culas de Peter Jackson esto se interprete de una manera literal), entre muchos más.

Historia

En un principio, Sauron era el más poderoso de los maia al servicio de Aulí« que fue corrompido por Melkor (quien posteriormente serí­a conocido como Morgoth) cuando los ainur aún se encontraban dando forma a Arda. Sauron permanecerí­a en la Tierra Media durante más de 16.000 años, mucho más que todos sus principales enemigos, excepto quizás Cí­rdan el Carpintero de Barcos y el viejo Tom Bombadil.

Como antes se menciona, Sauron es un ainu, uno de los maiar, contado entre el síéquito de Aulí«, el herrero, por lo cual tení­a altos conocimientos en este campo. Pero Sauron tambiíén tení­a muchos otros poderes: el poder de cambiar su forma a la que quisiera (como todos los Ainur), poder que utilizó para engañar a los Noldor más de una vez, y a los hombres de Númenor. Tambiíén podí­a manejar los espí­ritus menores e invocarlos (de ahí­ tal vez el nombre de Nigromante o Hechicero), y tambiíén podí­a llamar espí­ritus malignos y meterlos dentro de criaturas monstruosas (de donde saca el nombre de Señor de los Licántropos; íél mismo se transformó una vez en un lobo terrible). Podí­a crear ilusiones en las personas de mente díébil. Tolkien especifica que entre individuos de una misma razas de ainur hay diferencias de rangos. Sauron fue uno de los primeros espí­ritus en entrar en Arda y uno de los que ostentaba mayor poder. Sauron en su mayor cantidad de poder era capaz de modificar la realidad y la naturaleza (hecho comprobable en la creación de Mordor, las Montañas de la Sombra y Ceniza y el mismo Monte del Destino fueron levantados por Sauron). En El Señor de los Anillos se desprende que los istari temí­an a Sauron, tanto, que Gandalf casi no lo nombraba por su nombre y temí­a que íél pudiera desvelar su presencia. Desde que es corrompido, Sauron se convierte en el más temido de los servidores de Morgoth Bauglir. Sabemos sin embargo por los escritos del autor que Sauron temí­a profundamente a Melian la Maia, esposa de Thingol, y nunca se atrevió a desafiarla.
Antes y durante la Primera Edad del Sol

Durante la Primera Edad Sauron sirvió a Morgoth como su lugarteniente. Durante las Edades de las Lámparas, mientras Melkor residí­a en Utumno, Sauron se hizo cargo de la reciíén construida Angband. Tras la Guerra de los Poderes y la destrucción de Utumno, Sauron se escondió y los Valar no pudieron hallarlo. Tras el retorno de Morgoth a la Tierra Medialuego de haber asesinado a los Dos írboles de Valinor, se puso nuevamente a sus órdenes. Conocido por los elfos Sindar como Gorthaur el Cruel, era un maestro de las ilusiones y la metamorfosis. Tení­a como sirvientes a los hombres lobo, a los licántropos a los que íél mismo daba origen y a otras formas horripilantes, y durante este perí­odo (inmediatamente despuíés de la muerte del Rey Supremo Noldo Fingolfin) conquistó la isla íélfica de Tol Sirion, haciendo descender sobre ella una oscura nube de miedo. Orodreth, el Comandante de la Torre, junto con la guarnición, huyeron y se refugiaron en Nargothrond. Desde entonces, la hermosa isla paso a llamarse “Tol-in-Gaurhoth”, La Isla de los Licántropos. Sauron la convirtió en una atalaya del mal, en una amenaza, en guarida de criaturas malignas, donde a la medianoche salí­an los licántropos a seguir las órdenes de su oscuro amo, atacando a los elfos y todo aquel que se cruzara en su camino.

Sauron es el más letal de los sirvientes de Morgoth en la Primera Edad y comanda un ejíército propio. El personaje antagónico a Sauron en la Primera Edad del Sol es Melian la Maia, esposa de Thingol, y es cerca de ella que Sauron participa en la mayor parte de la Historia. Sauron está estrechamente envuelto en la historia de Beren y Lúthien y la liberación del Silmaril. Desde la torre de Tol-in-Gaurhoth (Minas Tirith de Finrod rebautizada “Isla de los Licántropos”) sale un poder maligno que siempre se enreda con el poder de la Cintura de Melian. Entre otras batallas importantes, Finrod Felagund le hace frente a Sauron cara a cara, pero cae bajo los engaños de este espí­ritu, más poderoso que íél.

Sauron sufre la primera de sus grandes derrotas en la Primera Edad cuando Lúthien llega a rescatar a Beren, preso en las mazmorras de la Torre de Sauron; ella lanza un canto de encantamiento y está acompañada por Huan, el perro de Valinor; ambos enfrentan a Sauron, quien es inmovilizado por los poderes de la hija de Melian, y es atacado por Huan. Sauron huye de la Torre al Bosque de Taur-nu-Fuin, en donde se lo menciona por última vez dentro de la historia de los Silmarils.

En la Segunda Edad del Sol

Tras la caí­da definitiva de Morgoth en la Guerra de la Cólera, y luego de ver el poderí­o de los Señores del Occidente, Sauron se amedrentó y pidió perdón y clemencia. Eí¶nwí«, el Heraldo de Manwí«, lo conminó a ir a Valinor para ser juzgado, pero Sauron no deseó recibir condena alguna, pues habí­a tenido mucho poder bajo Morgoth, y el mal estaba demasiado presente en íél. Fue así­ que permaneció en la Tierra Media durante las edades sucesivas, levantándose como nuevo Señor Oscuro.

Annatar, el Señor de los Dones

Al inicio de la Segunda Edad se concentra en el engaño y la persuasión antes de desplegar sus fuerzas, de manera que usó una nueva identidad haciíéndose llamar Annatar el Señor de los Dones. Llega primero a los dominios del poderoso Gil-Galad diciendo ser un enviado de los Valar (siendo esto una anticipación de los Istari); es decir, Sauron conocí­a los designios de los Valar de enviar seres angíélicales para ayudar a los elfos. Pero Sauron es expulsado de Lindon, la Tierra de Gil-Galad, puesto que tanto íéste como Galadriel y Elrond desconfiaban del personaje.

Sin embargo fue bien recibido por Celebrimbor y los Gwaith-i-Mí­rdain, herreros de grandes habilidades, quienes deseaban sobre todas las cosas, el conocimiento máximo incólume de los secretos del mundo en Ost-in-Edhil, la principal ciudad deEregion. Annatar siendo un maia del síéquito de Aulí« encajó perfectamente en los designios de los Noldor, al aprovechar el deseo de estos de alcanzar el cíénit del conocimiento y la creación, para someterlos. Allí­ persuadió a los Elfos para que forjasen los Anillos de poder. Para sí­ reservó la forja del Anillo íšnico en los fuegos del Monte del Destino. Pero Celebrimbor desconfió de Annatar y entregó los tres Anillos íélficos antes de que Sauron regresara a Eregion. Fue la unión del conocimiento de Los Elfos y Sauron lo que logró la creación de los anillos, puesto que ni el uno ni los otros hubiesen podido alcanzar dicha ciencia por sí­ solos.

La segunda derrota

Despuíés de forjar el Anillo Regente en el Orodruin, Sauron pronunció el conocido hechizo para someter a los otros anillos y las voluntades de sus portadores. Enterado de la entrega de los Anillos í‰lficos por parte de Celebrimbor, Annatar mostró su verdadera identidad y montando en cólera regresó abiertamente como Sauron con un ejíército desde Mordor para arrasar con Eregion y recuperar los Anillos del Poder; destruyendo por completo todo Ost-in-Edhil y matando al Señor de los Noldor, clavando su cabeza en una pica para terror de Elfos y Hombres.

Además extiende la oscuridad, dominando a los Hombres menores de la Tierra Media, quienes, temerosamente, lo veneraban como a un dios que invadí­a Eriador, el cual caí­a bajo su poder y asolaba todo lo que se levanta a su paso. Finalmente es vencido por el ataque conjunto de los Elfos en el norte y los Númenóreanos en el sur: íésta es la segunda gran derrota de Sauron. Al ser derrotado, Sauron huye al este en donde se refugia e intenta recuperar su poder.

El fin de Annatar

A finales de la Segunda Edad, Sauron es el señor más poderoso de la Tierra Media. Esto despierta la ira y la envidia de Ar-Phí¢razon, el último rey de Númenor, quien va a las Costas de Umbar (Dominio Númenóreano), con un poderoso ejíército y exige a Sauron su rendición, so pena de destruirlo. El Señor Oscuro acepta rendirse y va como prisionero a Númenor, no porque realmente ellos pudieran atacar a Sauron, que poseí­a el Anillo íšnico, sino porque sus deseos eran de infiltrarse en Númenor y persuadir al rey Ar-Phí¢razon a venerar la oscuridad, a desear la vida eterna, a rechazar a los Elfos y a los Valar y a cerrar las llegadas a puerto de los Elfos de la Isla Solitaria.
Lo persuade a atacar Valinor y rebelarse en contra de los Valar. El rey atiende estos consejos y forma una gran armada (la más grande de toda la historia de la Tierra Media) y se dirige a Tol Eressí«a con el fin de invadir Valinor. La ira de los Valar se despierta y solicitan a Ilúvatar que frene las ambiciones de los Númenóreanos, y íéste, levanta una gran ola que provoca la destrucción y el hundimiento de la isla de Númenor de la cual se salva el ya declarado enemigo de

Sauron: Elendil.

Se dice en la historia de la caí­da de Númenor que Sauron, atrapado por la gran ola que destruyó esta isla, perdió la capacidad de tomar una forma amable y hermosa, es decir, perdió la capacidad de transformarse en Annatar para siempre. Pero su oscuro espí­ritu sobrevivió y regresó como viento maligno a la Tierra Media, aposentándose nuevamente en la Torre Oscura. En adelante, siíéndole imposible recuperar otra vez una forma que pareciera adecuada a los ojos de los hombres, sólo mediante la fuerza y el miedo conservó su poder.

La tercera derrota

La familia y los seguidores de Elendil, que sobrevivieron a la destrucción de Númenor, llegaron a la Tierra Media y fundaron los reinos en el exilio de Arnor y Gondor, y formaron posteriormente con Gil-Galad, rey de los Noldor de la Tierra Media, laíšltima Alianza entre Elfos y Hombres. Esta alianza logró derrotar a Sauron —su tercera derrota—, quitándole el Anillo íšnico; pero íéste no fue destruido, y se perdió. Esta nueva derrota no fue definitiva, como creí­an los aliados quienes pensaban que el mal habí­a sido finalmente eliminado, sino temporal. En el Anillo íšnico la mayor y mejor parte del poder de Sauron quedó intacto pero fuera de su alcance, provocando su regreso en la edad que vendrí­a para recuperarlo: mientras el Anillo persistiese, Sauron permanecerí­a con vida.

En la Tercera Edad del Sol

Sauron estaba desprovisto de gran parte de su antiguo poder tras la píérdida del Anillo, por lo que actuó con cautela.

Sauron, como El Nigromante

Reaparece en el oeste de la Tierra Media aproximadamente en el año 1000, cuando se escondió en Dol Guldur, en una colina en el sur del Gran Bosque Verde (llamado en adelante Bosque Negro), donde fue conocido como «El Nigromante» (tal y como se narra en El hobbit).

En un principio se creí­a que el Nigromante era uno de los Nazgí»l, hasta que Gandalf entró en secreto en Dol Guldur y descubrió que no era otro que Sauron. «Nigromante» es una palabra del oscurantismo en Europa muy relacionada con la «Necromancia», pero con ligeros matices. «Necromante» designa a un hechicero que tiene tratos con los espí­ritus de los muertos con el fin de desvelar el futuro (fundamentalmente), o simplemente servirse de ellos. El tíérmino «Nigromante» se refiere a quien usa la magia negra o diabólica, entendiendo como tal una fuente de poder maligno. Esto incluye tambiíén la «Necromancia» dentro del tíérmino «Nigromancia», aunque el área especí­fica de íésta sea el trato con los muertos (necro-es un prefijo que significa «muerto», mientras que nigro- significa «negro»). De esta forma, Sauron era conocido como el «Nigromante» por sus corruptores poderes de magia negra, capaces de dominar a los espí­ritus oscuros menores, y atarlos a animales y hombres para darles terribles poderes.

Posteriormente, el Concilio Blanco, tras enterarse de la verdadera identidad del Nigromante, luchó por expulsarlo del Bosque Negro bajo el mando y las estrategias de Saruman, en ese entonces lí­der del Concilio. Tras aparentemente conseguirlo, Sauron regresó a Mordor, haciendo pensar al Concilio que habí­an triunfado, donde reconstruyó Barad-dí»r y conjuró alrededor suyo un inmenso ejíército de hombres del Sur, orcos y otras criaturas malvadas. En realidad la estrategia del Concilio no fue exitosa, pues de esta forma Sauron consumó su plan de regresar a Mordor, donde sus huestes ya se estaban preparando, y en Minas Morgul los Nazgí»l ya se habí­an reunido otra vez.

La Guerra del Anillo

El fin último de Sauron estaba casi consumado: tendrí­a el poder de los noldor, lo que más deseó por toda su existencia. Ya que íéstos habí­an usado los Anillos de Poder, atados al suyo, solo tení­a que encontrar el Anillo íšnico y los elfos caerí­an bajo su poder.

Las fuerzas de Sauron fueron derrotadas en la Batalla de los Campos del Pelennor, pero el ejíército del Oeste no podí­a derrotarlo definitivamente si el portador del Anillo, Frodo Bolsón, no consumaba su misión.

Fue finalmente derrotado cuando Gollum cayó con el Anillo íšnico al fuego del Monte del Destino, destruyendo de esta forma el principal depósito del poder maligno de Sauron. Con íél, se dice que Sauron se convierte en algo menos que un leve viento maligno, y su poder se deshace y esfuma de todas las esquinas del mundo. Se dice que Sauron volverá al final de los tiempos en la Dagor Dagorath, peleando junto a Morgoth y sin necesidad de recurrir al Anillo íšnico. En esa batalla Sauron encontrará su fin, al igual que su maestro.

La trascendencia del mal de Sauron

Sauron es derrotado en 3019 de la Tercera Edad del Sol, sin presentar batalla a sus principales y más odiados enemigos:Cí­rdan el Carpintero de Barcos, Galadriel la Dama Blanca de los Noldor y Elrond Medio elfo, maestro de la ciencia y el poder; Pero la destrucción del Anillo regente sella de la misma forma el fin de la historia de los Altos Elfos en la Tierra Media; los señores elfos habí­an usado en sus reinos el poder de los Tres, preservando incólume todo lo que alrededor de ellos se encontraba, por esto sus reinos eran los más hermosos de la tierra, y tambiíén los más fuertes, pero los Tres no estaban libres del íšnico, y solo la presencia del íšnico en el mundo mantení­a el poder latente en los Tres.

Una vez destruido el íšnico, los Tres perderí­an todo su poder, más tarde que temprano, causando que todo aquello hecho con ellos se marchitara y se perdiera en las páginas del olvido.

Los Altos Elfos ya no podí­an vivir en un mundo menguante, porque su destino era estar siempre en el mundo, así­ que partieron hacia las tierras que tienen el mismo destino de ellos, navegaron más allá de los mares a travíés del Camino Recto, y llegaron a Eressí«a, para no regresar jamás.