The Associated Press
Los accionistas de Berkshire Hathaway siempre festejan a Warren Buffett en la reunión anual, pero entre los elogios del sábado los inversionistas tambiíén cuestionaron un par de decisiones empresariales recientes del conglomerado.
Buffett marcó 50 años de liderazgo en Berkshire dedicando horas a responder preguntas junto con el vicepresidente Charlie Munger ante una concurrencia desbordante de más de 40.000 personas de diversas partes del mundo.
El sentimiento en la reunión fue predominantemente positivo, y Buffett estuvo una vez más rodeado de una multitud de admiradores mientras recorría exposiciones de productos durante la mañana. Pero ambos hombres enfrentaron preguntas mordaces sobre la asociación de Berkshire con la firma de inversión 3G Capital y respecto a prácticas de príéstamo de la unidad de casas prefabricadas de la compañía.
Berkshire se asoció hace dos años con los inversionistas brasileños en 3G para adquirir a la empresa fabricante de salsa de tomate Heinz en un acuerdo por 23.000 millones de dólares al que siguió un recorte de miles de empleos. Ahora Berkshire y 3G están comprando la gigantesca empresa de alimentos Kraft Foods.
Varios accionistas cuestionaron si los míétodos de restructuración y recorte de gastos que 3G emplea encajan con el modelo de Berkshire de adquirir compañías sanas y permitirles continuar en gran medida sin cambios.
"Nunca hemos dicho que las compañías deberían emplear más gente de la que necesitan", señaló Buffett.
Tanto Buffett como Munger operan con equipos pequeños de menos de 30 personas.
"Necesitamos que nuestros negocios tengan el tamaño correcto", agregó Munger.
Clayton Homes ha estado bajo escrutinio debido a una historia reciente realizada por el periódico The Seattle Times y The Center for Public Integrity (El Centro para la Integridad Pública) —una organización no lucrativa que efectúa periodismo de investigación_, la cual cuestiona sus prácticas de príéstamo. La historia citó ejemplos de altas tasas de interíés y de clientes que se sintieron engañados porque no sabían que la compañía prestamista con la que estaban tratando era propiedad de Clayton.
Buffett acudió listo con transparencias de estadísticas de Clayton para defender a la empresa que operó 45% de las casas prefabricadas vendidas el año pasado en el país.
"Clayton sigue un patrón que es ejemplar y más bien extraordinario", dijo.
Buffett dijo que Clayton retiene la mayoría de sus hipotecas despuíés de que presta a compradores, así que pierde dinero si los compradores caen en incumplimiento de pagos. Las casas que construye en una fábrica y despuíés lleva al sitio donde permanecerán son atractivas para mucha gente que no puede permitirse otras opciones.
"No me disculpo en absoluto por los tíérminos de príéstamo de Clayton", enfatizó Buffett.
El accionista James Wilbur dijo que íél y su esposa condujeron en automóvil desde Seattle a Omaha porque querían tener la experiencia del evento mientras Buffett, de 84 años, y Munger, de 91, aún están por aquí.
A pesar de la edad de Buffett, muchos inversionistas siguen teniendo confianza en el futuro de la compañía, incluso despuíés de que sus dos ejecutivos de mayor nivel hayan partido.
"No tengo dudas acerca de continuar", dijo Chuck Sloup, de 52 años y residente de Omaha. "Ellos tienen algunos elementos con un desempeño bastante impresionante en cada compañía".