En el arranque de 2013, las seis entidades financieras que habían recibido ayuda pública traspasaron en bloque 50.449 millones de euros en activos tóxicos, entre críéditos e inmuebles, a la reciíén constituida sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria, Sareb.
Durante semejante macrooperación, sin embargo, las entidades cometieron algunos errores incluyendo en sus paquetes inmuebles o críéditos de los que Sareb no debía descargarles o valorando inadecuadamente los activos que le vendían. La detección de estas irregularidades en el análisis realizado por Sareb ha obligado a la banca a devolverle, de momento, 911 millones de euros.
Así consta en la memoria anual de 2014 publicada por Sareb, que desvela que la mayor subsanación sobre el paquete traspasado fue la de Catalunya Banc que ha compensado al banco malo con 318 millones de euros, más de un tercio del total de pagos realizados por las entidades cedentes. Hay que tener en cuenta que la entidad catalana fue una de las que mayor volumen de activos traspasó a Sareb, 6.617 millones.
Sin embargo, Bankia, que lideró los traspasos con una carga de 22.153 millones, solo ha tenido que subsanar, de momento, 127 millones. Le superan tambiíén en compensaciones Novagalicia, que traspasó 5.670 millones y ha abonado 182,7 millones por su parte y 12,86 más por Banco Gallego, y Banco de Valencia, que se desprendió de 1.923 millones y ha subsanado 161,6 millones.
Finalmente, Ceiss, que traspasó 3.140 millones, ha abonado 55,76 millones y BMN, que cedió 5.817 millones ha subsanado 27,59 millones. Solo Caja3, que envió a Sareb 2.212 millones y Liberbank, con 2.917 millones, no han tenido que abonarle nada, de momento, por irregularidades en el proceso.
En total, las siete entidades afectadas han tenido que abonar a Sareb 885,9 millones de euros. Como el banco malo les pagó por su carga con bonos garantizados por deuda pública, estas compensaciones se han resuelto mayoritariamente devolviendo a Sareb 883,4 millones de euros de estas emisiones.
Como los bonos tienen un valor redondo que no casa con las variaciones concretas detectadas, la diferencia ha sido abordada con 2,48 millones de euros más en efectivo. Finalmente, como los bonos emitidos por Sareb llevaban asociados un cupón, las entidades han tenido que devolver a la sociedad 25,37 millones más. En total, 911,25 millones.
Estas subsanaciones, explican desde la propia Sareb, se deben fundamentalmente a tres factores. Uno, que el activo fuera la hipoteca de un particular, un críédito al consumo, un piso de menos de 100.000 euros o un príéstamo inferior a los 250.000 euros, con lo que no debía ser traspasado a Sareb y le ha sido devuelto a la entidad.
Dos, que estuviera mal catalogado y esto obligue a ajustar el precio que se abonó por íél, como pasó con supuestas obras culminadas que estaban sin finalizar o promociones en curso que eran aún simples solares. Otro motivo recurrente es que el perímetro y tasación de cada cartera a vender se realizó 15 días antes de su traspaso efectivo, periodo en el que pudo variar porque ciertos inmuebles fueron vendidos o se amortizó parte de algún príéstamo, sin que el precio fuera corregido.
Podrá exigir más cambios hasta febrero
Cuando Sareb recibió los más de 39.000 millones de euros en críéditos a promotor y los más de 11.000 millones en inmuebles adjudicados de las entidades financieras asistidas con dinero público acordó revisar las carteras para corregir los posibles errores cometidos en un plazo de 36 meses. Aunque de momento las entidades han tenido que abonar ya más de 911 millones de euros a Sareb en este proceso, el análisis de las distintas carteras continúa y el banco malo podría requerir nuevas compensaciones a las entidades del llamado grupo 1 (Bankia, Novagalicia, Catalunya Banc y Banco de Valencia) hasta el 31 de diciembre, y hasta finales del próximo febrero a las del grupo 2 (BMN, Ceiss, Liberbank y Caja3), cuando se cumplen los tres años de los respectivos traspasos.
El grueso de las subsanaciones, no obstante, ya ha sido realizado. De hecho, para facilitar los procesos de venta de Ceiss a Unicaja, de Banco de Valencia a CaixaBank, de Novagalicia al grupo Banesco (que ahora la opera bajo el nombre de Abanca) y de Catalunya Banc a BBVA, en las que los potenciales compradores exigían cerrar este capítulo para evitar sorpresas futuras, Sareb ya llegó a un acuerdo de compensación especial con estas entidades. Estas le abonaron inmediatamente las variaciones de precio detectadas en su análisis a cambio de que Sareb renunciara a ulteriores reclamaciones. La sociedad, eso sí, sigue teniendo derecho a devolverles los activos que detecte que le fueron traspasados inadecuadamente
Reuters