Todos los ojos miran hacia la Moncloa. Y, más en concreto, hacia su inquilino principal, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Tras el fragmentado mapa político surgido despuíés de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, se le pide que reaccione. Desde dentro del Partido Popular (PP), pero tambiíén desde fuera. Entre estas últimas peticiones figuran las de los grandes empresarios, varios de ellos de sociedades presentes en el Ibex 35, que le alientan para que cambie de estrategia y adopte ya decisiones de envergadura para evitar que una mayor inestabilidad política e institucional erosione la recuperación económica en ciernes.
Como en el caso de los inversores internacionales, no es que los empresarios hayan entrado en pánico, pero sí les inquieta que el país sea menos gobernable tras las elecciones generales de finales de 2015. Por eso reclaman una reacción inmediata. "Cambios ahora y cambios de calado", aseguran fuentes próximas a esas peticiones.
¿Pero quíé tipo de cambios? Pues los que van desde una inminente crisis de Gobierno, para demostrar que el Ejecutivo sigue vivo y que el país no quedará paralizado hasta la celebración de las generales, hasta una regeneración de los candidatos del PP, para evidenciar que el partido tiene pulso y que está dispuesto a plantear batalla en los siguientes comicios. O dicho de otro modo: la única opción que le conceden para remontar los resultados del 24-M y aspire a repetir la victoria de 2011 pasa por adoptar ya medidas de esta dimensión.
Aunque el resultado inquieta, los empresarios creen que Rajoy cuenta con una base suficiente como para actuar con decisión, pero sin tiempo que perder
Aunque, por el momento, no hay un frente común, las conversaciones y las llamadas desde la esfera empresarial se están produciendo. Es decir, algo similar a lo que ocurre en el seno del PP, donde las escaramuzas existen, pero en este caso en su versión corporativa. De hecho, en las negociaciones o reuniones entabladas entre las distintas formaciones se cuela la sombra de las presiones de los poderes económicos, como filtraron ayer la ganadora de las elecciones en Barcelona, Ada Colau, y el alcalde en funciones, Xavier Trias.
Desde una gran sociedad del Ibex 35 se deja claro que, por ahora, no ha habido movimientos relevantes entre los grandes empresarios, más allá de comentarios sotto voce en conversaciones privadas. Incluso se apunta que, para alguno de los primeros ejecutivos de estas compañías, el resultado alcanzado por Podemos no debería inquietar, en tanto no supone mayor problema trasladado a las generales. En este sentido, el suelo de votantes que se apuntó el Partido Popular en los 6 millones tambiíén permitiría respirar tranquilo.
Otra cosa son las dudas que genera la aparente parálisis del Ejecutivo y su cuestionable capacidad para movilizar a los dos millones de votos que se han quedado en casa o lo han castigado. Ahí es donde afloran los lamentos.
"Que solucionen sus problemas primero"
En efecto, la sensación generalizada en buena parte de la aristocracia empresarial es que los diferentes lobbies en que se organiza han planteado en los últimos meses iniciativas económicas y políticas de calado para empujar en la salida de la crisis. Muchas de claro perfil social.
La falta de sensibilidad del Gobierno a la hora de acoger esas propuestas no sólo le ha distanciado de las tesis de las compañías, sino que, según exponen estas sin ambages, tambiíén de los votantes. Con la economía en plena recuperación, procedía dejar de lado los números y trasladar alguna alegría a la ciudadanía. Se comprende mal en los entornos empresariales que los criterios tíécnicos y económicos hayan primado sobre la pura política.
Desde otra empresa que forma parte del Ibex son más categóricos. Primero pide a Rajoy que tome las riendas y ponga orden en su propia casa. "Que empiece por solucionar sus problemas de Gobierno", aseguran. "A partir de ahí, ya veremos. Por el momento, es demasiado pronto para movernos. Al fin y al cabo, aún están por definir las alianzas y los pactos y todavía no sabemos cuáles son nuestros interlocutores municipales y autonómicos", añaden.
PEDRO CALVO
