Al hilo de las declaraciones de la directora general de Política Energíética y Minas, María Teresa Baquedano, del 22 de abril en las que anunció la intención de Industria de realizar una nueva subasta de interrumpibilidad “antes del veranoâ€, REE, la encargada por ley de organizar la puja, se puso a trabajar en una propuesta de orden que remitió a principios de mayo a la CNMC. El resultado de la nueva subasta sería válido para 2016,
Aunque este organismo disponía de 10 días para emitir el dictamen, el plazo se ha superado en dos semanas. Si la respuesta se demora mucho, según fuentes próximas a REE, sería imposible celebrar la subasta antes del verano (se trataría de realizarla, a más tardar, en la primera quincena de julio), tal como avanzó Baquedano y ha reclamado la gran industria.Las empresas quieren planificar su ejercicio de 2016 conociendo con antelación sus costes energíéticos. Para la organización de la subasta, REE necesita entre 6 y 12 semanas, sobre todo, en la recopilación de datos de las interesadas.
Fuentes de la CNMC consideran que la propuesta remitida por el operador es “informal†(tíérmino que no figura en la normativa) y que esperan recibir la de Industria (que, a su vez, le ha remitido REE) para completar el expediente y elaborar su informe. No obstante, en la CNMC prevíén que este se apruebe en el consejo del jueves que viene.
Aunque se ha especulado con la posibilidad de un cambio en las condiciones de la subasta estival, la propuesta de REE es similar a la de noviembre del año pasado. Ya en diciembre se organizó una segunda puja despuíés de que quedaran sin adjudicar 200 millones de los 550 millones de euros de incentivo decidido por Industria, y de que dos plantas de ArcelorMittal, las de Avilíés y La Coruña, se quedaran fuera de la misma. En esta ocasión aumentan los megavatios a subastar pero el precio de partida sería similar.
En la convocatoria de noviembre, se subastaron dos productos de potencia interrumpible, uno para reducciones de consumo de 5 MW y otro de 90 MW, mediante un sistema informatizado de precio descendente. A partir del precio de salida, el importe bajaba en cada ronda. El servicio se asignó al último competidor que resistió sin retirarse y, por tanto, se mostró dispuesto a prestarlo a un precio más bajo. Concretamente, se ofrecieron nueve bloques de 90 MW y otros 238 de 5 MW, lo que sumaban 1.190 MW. Los grandes acudieron a los bloques de 90 MW, pero se encontraron con la competencia de nuevos entrantes. Al proceso acudieron 150 instalaciones de un centenar de empresas.
Finalmente, quedaron sin adjudicar entre 600 y 700 MW, debido a los bajos precios resultantes: 300.000 euros MW/año para el producto de 90 MW (su precio de salida eran 350.000 euros) y 100.000 euros MW/año para el de 5 MW (260.000 euros de salida). Con la segunda subasta se subsanó la situación de ArcelorMittal, que amenazó con cerrar sus dos plantas más antiguas.
Queda por ver si Industria decide mantener los 550 millones del año pasado. Un dinero que pagan los consumidores en el tíérmino energía de la factura de la luz y, por tanto, tambiíén quienes reciben el incentivo.
Asturias, Galicia y Cantabria quieren ser la sede
La primera subasta para adjudicar el servicio de interrumpibilidad a los grandes consumidores de electricidad se celebró el pasado mes de noviembre en el parque ferial de Madrid. Hasta entonces, este incentivo, que se traduce en un menor coste en la factura elíéctrica de las empresas, a cambio de modular su consumo o interrumpirlo en el caso de que el sistema lo requiera, se otorgaba prácticamente a dedo en función de los consumos de cada instalación.
Sin embargo, una política más estricta de Bruselas sobre este tipo de ayudas o pagos por capacidad, obliga ahora a los Gobiernos a otorgarlos en concurrencia.
Ya fuese por exceso de improvisación, como criticaron las compañía, o por las presiones de ArcelorMittal, que quedó fuera de la subasta, lo cierto es que el Ministerio de Industria se vio obligado a convocar una subasta extraordinaria, que REE organizó en el Palacio de Congresos de Zaragoza en plena semana de Navidad. El hecho de que una parte del dinero previsto (200 de 550 millones de euros) quedara sin adjudicar justificó legalmente la nueva convocatoria. Al no haber sido prevista con tiempo, y dado el amplio espacio necesario para ubicar a los representantes de 150 empresas que permanecen en cabinas durante el proceso, obligó a REEa buscar un recinto fuera de Madrid.
Fuentes próximas al operador aseguran que, para la próxima, prevista para este verano, se han ofrecido varias comunidades del norte a instancias de las compañías: Asturias, para su celebración en Oviedo; Cantabria, para Santander, y Galicia. Las condiciones serían similares a las del año pasado, si bien se subastaría más potencia interrumpible dada la mayor demanda de las compañías, que están aumentando claramente su producción este año.
Carmen Monforte