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La Unión Europea (UE) decidió extender un año más las sanciones económicas impuestas a Crimea, como castigo por su decisión de reunificarse a la Federación de Rusia.
El bloque de los 28 resolvió mantener las restricciones a esa península que el año pasado decidió, por voto mayoritario de la población, separarse de Ucrania tras la ocurrencia allí de un golpe de Estado, y regresar a la Federación de Rusia.
Las sanciones incluyen prohibir a los países de la UE la importación de productos de Crimea, así como invertir en ese territorio.
Tambiíén se restringen los servicios de turismo principalmente a las compañías de cruceros, embarcaciones que no pueden atracar en puertos de Crimea, a menos que ocurra alguna emergencia.
Asimismo, se prohíbe la exportación de determinados bienes y tecnologías para compañías de ese territorio, así como su uso en los sectores del transporte, telecomunicaciones y energía.