ELMUNDO.ES | EFE
FRíNCFORT.- El banco público alemán BayernLB ha solicitado 5.400 millones de euros del paquete de rescate de ayuda para los bancos aprobado por el Gobierno del país.
Tras una reunión del consejo de administración de BayernLB en Múnich, el ministro de Finanzas de Baviera, Erwin Huber, ha informado de la cantidad solicitada por la entidad germana, que se convierte así en la primera que recurre a la ayuda estatal.
El presidente de la entidad, Michael Kemmer, dijo que el banco sufrirá este año una píérdida de 3.000 millones de euros por la crisis financiera. En el tercer trimestre del año, los números rojos ascienden a 1.000 millones de euros. El bloqueo que vive el sistema y las inversiones especulativas en las hipotecas de alto riesgo estadounidenses han costado hasta ahora al BayernLB una depreciación en sus activos de cerca de 4.500 millones de euros.
El BayernLB, una de las principales fuentes crediticias para la pequeña y mediana empresa del país, "se encuentra ante cambios estructurales fundamentales", según dijo Huber al diario "Bild" este lunes pasado. "Probablemente se buscará el apoyo estatal por tres vías", refiriíéndose a las garantías que ofrece el Estado para las transacciones interbancarias, las inyecciones directas de capital y la compra de activos problemáticos.
La entidad, como participante del plan de rescate estatal, tendrá que acogerse a las condiciones impuestas, entre ellas, y la que ha resultado más controvertida, la de limitar los sueldos de los altos ejecutivos.
Las miradas se centran ahora en otras entidades del país. Commerzbank admitió que estudiaría las condiciones para recibir el apoyo. Su titular, Martin Blessing, dijo que "todo banquero tiene la obligación de, por lo menos, estudiar la posibilidad de acudir al plan".
No obstante, el principal banco privado del país, Deutsche Bank, aseguró categóricamente que no tiene necesidad de recibir ayuda estatal porque la crisis no les ha afectado "en ningún momento".
Otros dos bancos, los semiestatales Helaba, manejado por los gobiernos regionales de Hesse y Turingia, y LBBW, de Baden Wurttemberg, negaron la necesidad de tomar prestada la ayuda de Berlín