JUAN EMILIO MAíLLO | EUROPA PRESS
MADRID.- La tasa de morosidad de Caja Madrid se ha disparado desde el 0,71% de los primeros nueves meses de 2007 al 3,57% del cierre de septiembre de este curso, cinco veces más en un contexto de fuerte aumento de la morosidad en el sistema financiero español por el desplome de las constructoras y la incapacidad de algunos hogares para hacer frente a sus deudas.
La caja de ahorros achaca el aumento de la morosidad a un ajuste de la economía "mucho mas intenso de lo previsto", donde la caída de Martinsa-Fadesa ha sido clave para superar el 3% en la tasa de morosidad.
No obstante, Caja Madrid ha mandado un mensaje de tranquilidad a sus clientes: "la mora no va a comprometer la solvencia". "No hablamos de necesitar capital, sino de tener menos beneficios", añade el comunicado de la entidad.
La caja asegura que no tiene necesidad de recurrir a las garantías del Estado sobre la deuda de las entidades financieras. No obstante, afirma que sería "razonable" que las empresas utilicen estos avales y que tambiíén sería "irresponsable" que no acudieran a las subastas de críédito que realiza el Banco Central Europeo.
Las turbulencias financieras tambiíén se han hecho notar en la cobertura de activos dudosos de Caja Madrid. Si el pasado año el respaldo sumaba un 238,9% sobre los bienes con más riesgo de la entidad, en septiembre había caído al 60,3%: Caja Madrid cuenta con menos cobertura de activos dudosos que el valor total de estos, cuyo aumento del 451,8% en un año hace que sumen unos 4.731 millones de euros.
El beneficio neto de Caja Madrid en los tres primeros trimestres de este año ha alcanzado los 1.126 millones de euros, un 11,1% menos que en el mismo periodo del pasado año. La ausencia de extraordinarios explica este recorte, pues excluidos estos, el beneficio hubiera aumentado un 9,2%, hasta los 831 millones de euros.
Los críéditos a clientes aumentaron un 9,8%, hasta alcanzar los 114.361 millones de euros, gracias al incremento del 19,3% en los príéstamos a empresas, porque los críéditos con garantía real, incluidas las hipotecas, aumentaron apenas un 4,3%, hasta 71.135 millones de euros.