EFE
El ministro francíés del Interior, Bernard Cazeneuve, denunció hoy la actitud cínica y arrogante de los propietarios de la plataforma estadounidense de transporte Uber, y criticó que se consideren "por encima de la ley".
Esa compañía, según destacó en la emisora "RTL", tiene una facturación de 40.000 millones de euros y está en plena expansión, potencial que en su opinión le hace pensar que puede realizar "actividades completamente arcaicas".
Cazeneuve destacó que la firma recurre a conductores y a coches que pertenecen a estos últimos, toma el 24 % de las comisiones que perciben y les pone en una situación de contravención total de la ley, "sin que los chóferes ni la empresa paguen la mínima cotización social o el mínimo impuesto".
"Es la ley de la jungla. Es lo que existía antes de que el derecho social protegiera a los empleados", dijo un día despuíés de que cerca de 3.000 taxistas se declararan en huelga contra su filial de bajo coste, UberPOP, y bloquearan el acceso a las principales estaciones de tren y aeropuertos del país.
Las fuerzas del orden se movilizaron ayer para que la situación no degenerara en violencia, pero no pudieron evitar que en algunos puntos se quemaran neumáticos y que en otros los huelguistas persiguieran a conductores clandestinos.
En total, según sus datos, se presentaron 30 denuncias, 70 vehículos sufrieron daños, siete policías resultaron heridos y diez personas fueron arrestadas.
"Lo que pasó ayer no es aceptable. Estamos en un Estado de Derecho y nadie puede aceptar la violencia. Y nadie puede infringir todas las reglas y emprender una actividad sin ser perseguido por la Justicia", añadió Cazeneuve, que ha impulsado un proceso judicial contra ese servicio.
El representante galo se reunió ayer en París y Marsella con los representantes del sector y se comprometió a cerrar esa plataforma, lo que llevó a los sindicatos a dar por finalizada la protesta, aunque algunas decenas de trabajadores mantuvieron esta mañana esa huelga.
"Retomemos el trabajo", señaló esta mañana en "Europe 1" el presidente de la cámara sindical de taxistas, Christian Delomel, que advirtió de que, aunque no están satisfechos con las promesas del Ejecutivo, sí permanecen abiertos al diálogo.