Los promotores todavía se resisten, tratándo de evitar a toda costa que el precio se ajuste a la baja y ganen algo menos de lo esperado.
Eso sí, de momento como no hay liquidez, todo parado.
El segundo mercado, segunda mano, mirando como evoluciona la vivienda nueva, sólo baja el que tiene necesidad imperiosa de vender, el resto lo mantiene, o lo retira de la venta y lo ofrece en alquiler, esperándo tiempos mejores.
En la costa quizá baje en primavera, nueva temporada; y en montaña al finalizar la temporada de nieve.
De todas maneras, aunque parezca catastrofista una bajada del 20%, si miramos los incrementos acumulados en los últimos 10 años, el que venda ahora, perder, lo que se dice perder, no pierde, pero bajadas de precios en el tocho, no las esperaba nadie.