INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Lectura digital e impresa ¿son diferentes?...  (Leído 1601 veces)

OCIN

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 97.830
  • Karma: +8/-12
  • Sexo: Masculino
Lectura digital e impresa ¿son diferentes?...
« en: Julio 19, 2015, 10:08:28 am »
Por...  Michael Skapinker



Muchos han descrito la aparición de la lectura digital como la mayor revolución desde Gutenberg. No obstante, los cientí­ficos todaví­a no están seguros de lo que las pantallas digitales están ocasionando en el proceso de la lectura.

Tomando en cuenta el tiempo que hemos estado en este mundo, los seres humanos solamente comenzaron a leer recientemente. Las primeras escrituras surgieron hace unos 5 mil años.

Los griegos produjeron un alfabeto completamente desarrollado, hasta con vocales, hace cerca de 3 mil años. Gutenberg imprimió su Biblia hace 560 años.

Si la lectura de la página impresa es reciente, entonces la lectura de una pantalla digital es una novedad "reciíén nacida".

La Biblioteca Palafoxiana, el invaluable acervo en el que los libros palpitan
Amazon busca el nuevo talento literario latino


Muchos han descrito la aparición de la lectura digital como la mayor revolución desde Gutenberg. Todaví­a no estamos seguros de lo que las pantallas digitales están ocasionando en el proceso de la lectura. Aunque los investigadores han tratado de examinar la diferencia entre la lectura de material impreso y la lectura en pantalla, los resultados son confusos.

Algunos estudios han encontrado poca diferencia en materia de comprensión y memoria entre quienes leen material impreso y quienes lo hacen a travíés de pantallas. Otros han encontrado un nivel menor de comprensión y memoria entre los lectores que utilizan pantallas.

Aparte de las dificultades que representa el evaluar cómo las personas asimilan el significado de las cosas, los dispositivos digitales siguen cambiando y desarrollándose en un intento de facilitar el proceso de lectura.

Como admiten los investigadores de la lectura Anne Mangen, de la University of Stavanger, y Don Kuiken, de la University of Alberta, lo mejor es considerar sus propios estudios y los de otros como "una exploración de posibilidades en lugar de una validación de hipótesis explí­cita".

Su investigación no solamente examinó si la gente leí­a de manera diferente en una pantalla (la aplicación Kindle en un iPad) y en una página impresa, sino que tambiíén exploró la diferencia entre ficción y no ficción. Mangen y Kuiken les dieron a sus sujetos un escrito que describí­a un asesinato verdadero en un centro comercial, y le dijeron a un grupo que no era real y al otro que sí­ lo era.

Entre los que pensaban que era ficción, se observó poca diferencia entre los lectores que utilizaron una pantalla y los que leyeron de una copia impresa. Aquellos que leyeron a travíés del iPad estaban un poco inseguros de su ubicación en el texto. Sin embargo, su comprensión de la narración, su inmersión en la historia y cuánta compasión sentí­an hacia los personajes difirieron muy poco de las de los lectores del material impreso.

Entre los que pensaban que estaban leyendo la versión que no era ficción, se observó una diferencia significativa. Los lectores en los iPad mostraron menos captación narrativa, menos inmersión y menos compasión.

¿Por quíé la diferencia? Los escritores citan investigaciones que sugieren que la lectura de material que no es ficción implica un procesamiento rápido ("ojear"), mientras que la ficción implica el procesamiento lento ("disfrutar").

Lo que esto sugiere es que la lectura de información fáctica en pantallas fomenta el “ojear” y, por lo tanto, cuando la narración es más detallada se vuelve menos comprensible.

Esto coincide con mi experiencia. Estoy leyendo 10 novelas, como presidente de los jueces para los premios de las artes del Financial Times (FT) para los paí­ses de mercados emergentes. Como he estado viajando, yo he estado leyendo sobre todo en un Kindle.

Yo prefiero los libros reales por el peso, la facilidad de volver a una página y de tener una idea de cuánto he leí­do – lo cual puedo ver y sentir, en lugar de confiar en un porcentaje en la parte inferior de la página. Pero un Kindle es compacto y no cansa la vista y, al igual que los estudiantes en el estudio, no he tenido ningún problema para sumergirme en las historias.

Leer noticias es diferente. Cuando mi tren matutino está repleto, leo a travíés de una aplicación para el iPhone en lugar de un periódico. Cuando llego a la oficina y hojeo las páginas del FT, me da la impresión de que he leí­do la mayor parte – pero no todo.

Cuando uso una aplicación, leo lo que me interesa. Cuando leo un periódico impreso, me encuentro leyendo cosas en las cuales no sabí­a que estaba interesado.

Otros han hablado de la serendipia del material impreso, pero creo que hay algo al respecto que va más allá. Leer a travíés de un telíéfono móvil – la forma de lectura digital de más rápido crecimiento – es útil, pero tiene, literalmente, un formato más estrecho que su contraparte impreso.

Un periódico ofrece visión perifíérica. Existe la posibilidad no sólo de que encontrarás información inesperada, sino de que tambiíén vas a conectarla a otras cosas que has leí­do.

Esto es importante para aquellos cuyo trabajo es pensar en las amenazas, oportunidades y cambios que puedan afectar al negocio. No se trata de escoger un míétodo de lectura sobre el otro. Tambiíén tienes que estar inmerso en el mundo digital para saber la influencia que está teniendo sobre el comportamiento de las personas.

Estudios realizados en Estados Unidos concluyeron que aquellos que todaví­a leen un periódico tienen mayores salarios y están mejor educados.

Tambiíén son generalmente de mayor edad. Pero de vez en cuando me encuentro con un "nativo digital" de unos 20 años que tambiíén lee los periódicos impresos. Yo inmediatamente supongo que tiene un futuro brillante.


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...