Por... Enrique Morales
Los menores de 14 años pueden viajar sin DNI, pueden exigirse indemnizaciones por 'overbooking', grandes retrasos y cancelaciones, y si se rompe la maleta, deben pagarla.
Si se pierde el equipaje, la compañía pagará una compensación y si nos intoxicamos con la comida del avión, podemos reclamar una importante indemnización.
Viajar en avión resulta cómodo, rápido y seguro, pero adquirir un billete a travíés de internet se puede convertir, en algunas ocasiones, en una autíéntica pesadilla. Los usuarios pueden ser víctimas de múltiples irregularidades y abusos, pero siempre queda la opción de reclamar.
Según advierte en su blog Facua-Consumidores en Acción, ante los excesos por parte de las compañías aíéreas o de los intermediarios que tramitan los billetes se debe reclamar, ya que los usuarios tienen derecho a recuperar los importes cobrados de forma irregular e incluso pueden exigir una compensación económica o una indemnización por daños y perjuicios.
Facua ha hecho un repaso exhaustivo de los problemas que pueden surgir desde el momento que decidimos adquirir un pasaje hasta que finalmente nos subimos al avión -si finalmente logramos-, incidiendo en los abusos por los que podemos reclamar.
Suben los precios despuíés de la primera visita a la web. Cuando queremos encontrar el mejor vuelo -y el más barato- visitamos múltiples páginas webs con la intención de comparar. Una vez que hemos encontrado la mejor opción es posible que cuando volvamos a la página que nos la ofrecía íésta haya subido el precio. Lo más habitual es que durante el tiempo que ha transcurrido desde que la visitamos la primera vez hasta que lo hicimos la última la compañía haya vendido varios billetes y por esa razón haya decidido incrementar el precio de los que quedaban. Sin embargo, según apunta Facua, no hay que descartar que durante la primera visita la web se quedase con nuestra IP y al comprobar que seguimos interesados, muestre un precio mayor, confiando en que por miedo a que siga subiendo se haga la compra de inmediato. Existe un truco para saber si ha sucedido esto: Reinicia el módem -si tu conexión no tiene IP fija- o desactiva y vuelve a activar la conexión a datos móviles de tu smartphone.
¿Comprar con tarjeta cuesta más? Todavía, algunas compañías cobran por pagar con tarjeta, prácticamente el único míétodo con el que se puede abonar el billete si se compra a travíés de internet. Sin embargo, la ley deja muy claro que está prohibido hacerlo.
El billete incluye seguro. Es frecuente que muchos consumidores decidan adquirir junto a su billete de avión un seguro adicional pensando que de no hacerlo viajarán sin ninguno. Sin embargo, todos los pasajes de avión llevan incluidos por ley el seguro obligatorio de viajeros y la legislación europea prohíbe que en las contrataciones por internet aparezcan preseleccionados servicios adicionales. Pese a todo, "algunas aerolíneas han utilizado ganchos engañosos como le recomendamos firmemente que no viaje sin seguro con el objetivo de que los usuarios piquen", apunta Facua.
¿Dónde me siento? Otro abuso que pueden sufrir los consumidores es que les carguen un un plus por elegir asiento.
Llamada a 902 o al 807. En algunas ocasiones, la web no confirma la compra definitiva del billete tras realizar el pago. Ante la intranquilidad que suscita no saber si todo se ha hecho de forma correcta, algunas páginas nos ofrecen la opción de llamar a un 902 e incluso a un fraudulento 807 par averiguar que ha pasado con nuestra compra. En este caso, quedarnos tranquilos puede resultar muy caro.
El DNI no es indispensable. Es posible que no nos dejen embarcar porque no llevamos encima el DNI. Sin embargo, el Plan Nacional de Seguridad Aíérea reconoce como documentación válida los documentos de identidad expedidos en cualquier país de la Unión Europea, el pasaporte, el carníé de conducir español y el permiso de residencia en España o alguno de los Estados firmantes del tratado Schengen.
Niños sin DNI. No resulta improbable que no permitan a nuestros hijos subir a un avión en un vuelo con origen y destino en España porque no les sacamos el carníé de identidad. La normativa establece que los pasajeros españoles menores de 14 años en vuelos nacionales, están exentos de llevar documentación, siendo en todo caso responsable de los mismos la persona con la que realiza el viaje.
Billetes de ida y vuelta. Por cualquiera de las razones anteriores o por otras diferentes no hemos podido embarcar en el avión y hemos decidido utilizar otro transporte para llegar a nuestro destino. Es probable que algunas compañías en el momento de tomar el vuelo de regreso se niegue a que embarquemos, porque ha decidido que como no cogimos el vuelo de ida tampoco pensábamos coger el de vuelta.
El 'overbooking' tiene compensación. A la hora de embarcar, despuíés de haber realizado todos los trámites, nos podemos encontrar que los responsables de la compañía aíérea nos adviertan de que tenemos que esperar al siguiente vuelo porque han vendido más billetes que asientos y se ha presentado todo el mundo. Es lo que conocemos como overbooking, una práctica legal en la UE, pero que implica el derecho del pasajero a recibir una compensación económica de entre 250 y 600 euros, según el tipo de vuelo, además de la cobertura por parte de la aerolínea de los gastos que le provoque la espera -comida, bebida, taxis o alojamiento-.
Excesivo retraso. Si el vuelo se retrasa un mínimo de tres horas tenemos derecho a indemnización. Ante los grandes retrasos, la legislación europea reconoce la misma cobertura y compensación económica que cuando se produce overbooking, siempre que no se produzcan por una causa de fuerza mayor, como un terremoto, la erupción de un volcán o una huelga. En estos casos, la compañía debe hacerse cargo de nuestros gastos y alojamiento pero no tendremos derecho a la compensación económica directa de entre 250 y 600 euros. Tambiíén podemos exigir una indemnización por daños y perjuicios si el retraso supone una píérdida económica o un daño moral que puedes acreditar. Y si el retraso es de tantas horas que ha frustrado el objetivo de tu vuelo, podemos exigir la devolución del importe del billete.
Cancelación del vuelo. En el caso de que se cancele el vuelo, los pasajeros tienen los mismos derechos que en el punto anterior y la compañía está obligada a reubicarlos en otro vuelo con la mayor celeridad posible. Si se retrasa en hacerlo y el usuario localiza por su cuenta un billete con otra compañía, puede reclamar a la aerolínea que asuma su coste.
Más de un vuelo perdido. Si a consecuencia de un overbooking, retraso o cancelación se pierde una conexión con otro avión, autobús, tren o barco, la aerolínea responsable debe asumir nuestros gastos y alojamiento mientras esperamos y pagarnos el nuevo billete. Si no lo hace, el usuario tendrá que pagarlo todo por su cuenta y despuíés reclamar el importe.
Daños en las maletas. Si las maletas aparecen rotas, se debe reclamar de forma inmediata y siempre antes de salir del aeropuerto. La compañía deberá pagar su reparación y si esta no es posible una nueva.
Maletas perdidas. En cuanto seamos conscientes de que hemos perdido las maletas, debemos poner de forma instantánea la reclamación. En el caso de que no hubiese personal de la compañía o de la autoridad de navegación aíérea, es necesario pedir a la policía o a la guardia civil que levante atestado del incidente. Mientras esperamos, si no estamos en nuestra ciudad de residencia, podremos comprar ropa y productos de primera necesidad de cuyo importe deberá hacerse cargo la aerolínea. Si las maletas no se encuentran, la compañía tendrá que abonarnos 500 derechos especiales de giro (DEG) -639 euros- si se trataba de un vuelo con origen y destino en España y 1.131 -!.446 euros- si era internacional. Los DEG son una moneda del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Intoxicación alimentaria. Si comemos en el avión y la comida que nos da la compañía nos provoca una intoxicación alimentaria o el aire acondicionado no funciona durante el vuelo o nos caemos al tropezar con el equipaje que otro pasajero dejó en el suelo podemos reclamar y exigir una indemnización por daños y perjuicios, que puede representar desde la devolución de una parte del importe del billete hasta cantidades de miles de euros.
