Al menos curioso, habrá que hacerse con unos cuantos gusanillos de estos...
(noticia del Economista)
Con el petróleo alcanzando cotas históricas y las renovables avanzando a paso lento, el horizonte del sector energíético se presenta nublado. Pero en Silicon Valley han dado un paso que podría suponer el fin de algunos problemas derivados del alto precio del combustible. En la localidad californiana, un grupo de científicos ha logrado alterar geníéticamente una bacteria para que se alimente de residuos y genere oro negro como excrementos.
"Hace diez años nunca podía haberme imaginado que yo haría esto", declaró Greg Pal, un antiguo directivo de software y coordinador de esta investigación llevada a cabo por la empresa LS9. Según explica a en una entrevista con el diario británico The Times recogida por otr/press, han alterado la geníética de algunas bacterias para que cuando ellos les den de comer desperdicios agrícolas como rastrojos o paja de trigo, defequen este alimento convertido en crudo.
50 dólares el barril
Tras el hallazgo, lo que preocupa ahora a los investigadores es la producción y distribución comercial de este petróleo. Hasta ahora sólo han conseguido fabricar una máquina capaz de fementar 1.000 litros de combustible, que está conectada a un ordenador del tamaño de un armario y que produce un barril a la semana. Para cubrir la demanda de Estados Unidos, de unos 143 millones de barriles, harían falta unas instalaciones del tamaño de Chicago.
Por otra parte, estiman que su combustible costaría aproximadamente 50 dólares el barril.
Según Pal, se trata de una investigación necesaria y comenta que todo su equipo "es consciente de la urgencia" de su desarrollo. Al menos, las tecnologías actuales juegan a su favor, a la hora de conseguir completar este proyecto de manera rápida. Así, el científico aseguró que hace siete o cinco años un proyecto como este como íésta "habría supuesto meses y cientos de miles de dólares", pero ahora sólo llevará "unas semanas" y costará "20.000 dólares".
La utilización de organismos vivos geníéticamente modificados para la fermentación es esencialmente la misma que la utilización de la bacteria natural para producir etanol, aunque en este caso el proceso final de destilació del producto prácticamente se elimina debido a las características de los excrementos.