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Autor Tema: El maravilloso cerebro emocional de las personas con alta sensibilidad (PAS)  (Leído 538 veces)

Scientia

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El maravilloso cerebro emocional de las personas con alta sensibilidad (PAS)
A veces no es fácil, en ocasiones resulta complicado encajar en un mundo con “demasiados alfileres”, con demasiado ruido, egoí­smos y dobles intenciones. Los sentidos de las personas con alta sensibilidad (PAS) son tan vulnerables como privilegiados, pueden sentir lo que otros no perciben, o hacerlo a en una intensidad tan elevada que el mundo se muestra ante ellos con un abanico de realidades que a otros, se nos escapan.

¿Quíé hace en realidad que una persona con alta sensibilidad sea de esta forma? ¿Es geníético? ¿Por quíé sufren más que otros? ¿Por quíé el amor es a la vez tan intenso y doloroso en sus relaciones? ¿Por quíé disfrutan de su soledad y a la vez, sienten una profunda incomprensión desde que son niños?

En el 2014 se publicó un interesante trabajo llevado a cabo en la Universidad de Stony Brook (Nueva York), donde se intentaba dar una explicación sobre quíé particularidades tení­a el cerebro de una persona con alta sensibilidad (PAS), y de quíé modo podrí­a diferenciarse de las personas que no lo son, o que al menos, no presentan esa apertura emocional tan caracterí­stica.

Los resultados del trabajo llevado a cabo por seis investigadores fueron publicados en la revista “Brain and Behavior“, y pasamos seguidamente a descubrirte las interesantes conclusiones. Estamos seguros que te van a sorprender.

El cerebro emocional de las personas con alta sensibilidad (PAS)
Se estima que casi el 20% de la población dispone de las caracterí­sticas básicas que definen la alta sensibilidad. Lo habitual, es que pasen gran parte de su vida sin saber que pertenecen a ese pequeño grupo de privilegiados, y a quienes, de alguna forma, les ha tocado vivir con unas “gafas invisibles” que les harán ver el mundo de otro modo, y con un corazón más abierto, a la vez que vulnerable.

PAS

Los estudios llevados a cabo en la Universidad de Stony Brook revelaron que las personas con alta sensibilidad dispone de un cerebro emocional dotado de una gran empatí­a. Son cerebros orientados plenamente a la “sociabilidad”, y a la unión con sus semejantes.

¿Quíé quiere decir esto? Básicamente lo que se concluyó es que los procesos cerebrales de estas personas muestran una sobreexitación en esas áreas neuronales relacionadas con las emociones y con la interacción: son capaces de descifrar e intuir los sentimientos de quienes tienen en frente, pero a su vez, deben enfrentarse a un problema muy básico…

El resto del mundo carece de su misma empatí­a, por tanto existe un claro desequilibrio respecto a su sensibilidad y la de quienes le rodean. “Se ven a sí­ mismos como diferentes”.

Para llegar a estas conclusiones se llevaron a cabo diferentes pruebas como resonancias magníéticas, ahí­ donde estudiar los procesos cerebrales de las personas diagnosticadas como PAS, de aquellas que no lo eran. Y para ello, se les expuso a diferentes estí­mulos para ver la actividad bioquí­mica y de las diferentes estructuras que conforman el cerebro.

Los resultados fueron muy visibles en dos aspectos:


 
Las neuronas espejo
Estamos seguros de que ya has oí­do hablar de las neuronas espejo. Cumplen una función social, de ahí­ que estíén presentes sobre todo en humanos y en primates. Situadas en la corteza frontal inferior del cerebro, y muy cerca de la zona del lenguaje, están relacionadas sobre todo con la empatí­a y con nuestra habilidad para captar, procesar e interpretar las emociones ajenas.

En las personas con alta sensibilidad, su actividad es continua y muy destacable desde la infancia.

PAS CEREBRO

La í­nsula
La í­nsula es una estructura pequeña y alojada muy profundamente en nuestro cerebro. Se halla en la corteza insular y a su vez, está relacionada con el sistema lí­mbico, una estructura básica en nuestras emociones, ella quien nos aporta esa visión más subjetiva e í­ntima de la realidad.

De hecho, los cientí­ficos de este estudio llaman a la í­nsula el “asiento de la conciencia“, ya que reúne gran parte de nuestros pensamientos, intuiciones, sentimientos y percepciones de todo aquello que experimentamos a cada instante. Y no te sorprenderá saber que en las personas con una alta sensibilidad, esta estructura “mágica” presenta una grandí­sima actividad en comparación con aquellos que no se caracterizan por ser PAS.

El trabajo concluye tambiíén que además de ser más receptivos a estí­mulos visuales relacionados con rostros humanos y emociones, presentan tambiíén un umbral más bajo a muchos estí­mulos fí­sicos como luces intensas o sonidos fuertes, activándose incluso las estructuras cerebrales relacionadas con el dolor. Algo curioso, no hay duda.

Las personas con alta sensibilidad disponen de un rasgo, de una forma de sentir y entender el mundo a travíés de un sistema neurosensorial más agudo, más fino. Y no es lo que tienen, ES LO QUE SON, de ahí­ que deban aprender a vivir pues desde el corazón  y con este maravilloso don, porque sufrir no es una obligación, sino una opción que no merece la pena tomar.

Cortesí­a imagen: Kelly Vivanco