EFE
El ministro de Justicia de Suecia, Morgan Johansson, acusó hoy al primer ministro británico, David Cameron, de "hacer política" con la crisis migratoria en Calais (Francia) y usar lenguaje divisorio y "poco constructivo".
En declaraciones al programa "This weekend" de BBC Radio 4, Johansson dijo que el Reino Unido "puede hacer mucho más" para responder a la crisis migratoria internacional, por ejemplo acogiendo a más solicitantes de asilo.
La crisis en el puerto de Calais, donde cada día decenas de inmigrantes indocumentados, en su mayoría africanos, intentan entrar al eurotúnel para llegar a Inglaterra, se debe a que Londres y París no están asumiendo toda su "responsabilidad" en la acogida de inmigrantes, dijo el político escandinavo.
Suecia, por ejemplo, acepta a todos los refugiados de Siria y cada semana admite en torno a 1.200 solicitantes de asilo, mientras que el Reino Unido se ha negado a participar en el programa europeo de acogida.
El año pasado, el país escandinavo recibió a 30.000 personas, frente a las 10.000 del Reino Unido, en datos aportados por la BBC.
La situación en Calais, advirtió Johansson, revela "un sistema que se está desmoronando".
"Veo un país... que no quiere asumir la responsabilidad que debería", dijo el ministro, en alusión al Reino Unido.
Tambiíén criticó al jefe del Gobierno de Londres por emplear tíérminos como "plaga" o "inmigrantes ilegales" antes de que se haya evaluado siquiera el estatus de las personas que solicitan asilo, y lamentó que "intenta dividir a la gente, y eso no es constructivo".
El secretario de Estado británico de Inmigración, James Brokenshire, defendió por su parte "la contribución" hecha por su Gobierno, con 800 millones de libras (unos 1.120 millones de euros) destinados a la crisis humanitaria en Siria, y afirmó que había que diferenciar entre quienes huyen de conflictos y los que emigran "en busca de una vida mejor".
Brokenshire ha indicado que podría cambiarse la normativa en el Reino Unido a fin de retirar las ayudas que actualmente se conceden a las familias cuya solicitud de asilo ha sido rechazada, de las que se calcula que hay unas 10.000 en el país.
"Quiero mandar el claro mensaje a quienes buscan explotar el sistema que el Reino Unido no es blando en asilo", ha declarado este fin de semana.
En la misma línea se expresa la ministra del Interior, la tambiíén conservadora Theresa May, en un artículo publicado hoy en la prensa británica y francesa con su homólogo francíés, Bernard Cazeneuve.
"Muchos ven Europa, y en particular el Reino Unido, como un destino que ofrece la perspectiva de ganancias económicas. Este no es el caso, nuestras calles no están asfaltadas de oro", se afirma en el texto, donde se insta a la UE a "romper el nexo entre cruzar el Mediterráneo y conseguir residencia en Europa por razones económicas".
En el mismo artículo, los dos ministros afirman que la crisis de Calais no es asunto "solo" de sus países y piden la implicación de la Unión Europea para abordar "la raíz" del problema.
Como respuesta a los intentos de los inmigrantes, que viven en un campamento provisional a la espera de que se decida su estatus, de entrar en el eurotúnel, los Gobiernos británico y francíés han aumentado la presencia policial y las medidas de seguridad.
Cameron, muy presionado por los sectores más reaccionarios de su partido y del país, se ha solidarizado con las empresas afectadas por los retrasos en la frontera y los veraneantes que han visto postergadas sus vacaciones.