AFP
ANNECY (FRANCIA).- El presidente francíés, Nicolas Sarkozy, ha anunciado la creación de un fondo soberano para invertir en empresas estratíégicas que podría contar con un presupuesto inicial de unos 100.000 millones de euros, algo que preocupa a Alemania por su caracter intervencionista.
"Lo hacen los productores de petróleo, lo hacen los chinos, lo hacen los rusos. No hay ninguna razón para que Francia no prepare una política industrial digna de ese nombre", clamó Sarkozy en un discurso frente a los empresarios en Annecy. Estos fondos, creados por países con importantes sumas de dinero ahorradas, como aquellos que cuentan con amplios recursos naturales, permiten intervenir en empresas nacionales y comprar extranjeras.
El Secretario de Estado para el Empleo, Laurent Wauquiez, calcula que dispondrá de 100.000 millones de euros para "poder reaccionar con rapidez", según explicó a Canal+. Sin embargo, Sarkozy no dijo ninguna cifra concreta.
Extremadamente activo en el escenario internacional en las últimas semanas, Sarkozy ha vuelto a ocuparse en profundidad de la política interna francesa. Sin embargo, su idea de fondo soberano molesta a Alemania por ser una medida proteccionista, aunque Sarkozy opina que permitirá "estabilizar el capital de las empresas con futuro, proteger aquellas compañías con 'saber hacer' (el conocido 'know-how') y tecnologías que pueden ser presas tentadoras de los depredadores".
"Cualquier medida para proteger a las empresas nacionales de los intentos de compra extranjeros debe ser compatible con las normas europeas del mercado interior", advirtió Ulrich Wilhelm, portavoz de la Canciller alemana Angela Merkel.
Según Sarkozy, la crisis financiera global y su impacto en la economía real ha cambiado el sistema habido hasta ahora, por lo que la presencia del Estado es esencial. "Esta es una crisis estructural, no es un paríéntesis que pronto será cerrado. Nada será como antes. La política recobra su verdadero sentido".
Además del fondo soberano, el Gobierno francíés ha anunciado desgravaciones fiscales para las empresas y una inversión pública de 175.000 millones durante los próximos tres años
