EFE
El ministro libaníés de Sanidad, Wael Abu Faur, advirtió hoy de que el país se encuentra próximo a "una catástrofe sanitaria" y que el aire, los alimentos, el agua y la salud de los libaneses están en riesgo por la actual crisis de la basura.
"El Gobierno debe tomar medidas inmediatas. La basura está apilada cerca de restaurantes, hospitales, guarderías y colegios, lo que me obliga a decir que estamos al borde de una gran catástrofe sanitaria", dijo el ministro en una rueda de prensa.
Aseguró que su ministerio emitirá recomendaciones y ordenes, y aumentará los controles en las empresas alimenticias y hospitales para "disminuir el peligro".
La crisis de los residuos comenzó tras el cierre del vertedero de Naame, el pasado 17 de julio, y el fin del contrato con la sociedad Sukleen encargada de recoger la basura.
Esto afecta sobre todo a las regiones de Beirut y Monte Líbano, en el centro del país, y hasta ahora el Gobierno ha fracasado en encontrar soluciones alternativas debido a las divergencias entre las fuerzas políticas.
"Estamos en un callejón sin salida. Los responsables deben de dejar de lado sus cálculos políticos", agregó Abu Faur, quien anunció que tratará de alcanzar acuerdos con los municipios para la gestión de la crisis.
El ministro insistió en que los ciudadanos no son responsables pero sí el Gobierno, al que propuso formar un comitíé de crisis con las carteras de Sanidad, Medio Ambiente, Economía, Industria, Interior y Agricultura.
El Parlamento y el Gobierno están paralizados por las desavenencias entre los grupos políticos, que han impedido elegir un presidente, puesto vacante desde el 25 de mayo de 2014.
El pasado 30 de julio, el primer ministro libaníés, Tamam Salam, volvió a plantear la posibilidad de dimitir si no se desbloquea la parálisis del Ejecutivo y se resuelve la crisis de la basura.