EFE
La policía japonesa prolongará la detención de Mark Karpeles, fundador de la operadora de la moneda digital bitcoin, Mt.Gox, lo que permitirá a la fiscalía presentar cargos contra íél por el supuesto fraude que causó la quiebra de la entidad, informaron hoy los medios locales.
Karpeles, de nacionalidad francesa y 30 años de edad, fue detenido en Tokio el pasado 2 de agosto bajo sospecha de manipular el sistema informático de la empresa para hinchar sus cuentas, un fraude que podría haber provocado la bancarrota millonaria de la que llegó a ser la mayor casa de cambio de bitcoin del mundo.
La policía nipona ha logrado una nueva orden de arresto de la fiscalía, que entrará en vigor este viernes y permitirá mantener bajo detención al sospechoso durante otros 20 días y que el organismo estatal presente cargos por apropiación indebida y fraude, informa hoy la agencia Kyodo.
Las autoridades han recopilado nuevas pruebas sobre el uso personal que habría hecho Karpeles de 315 millones de yenes (2,2 millones de euros/2,5 millones de dólares) de fondos pertenecientes a los clientes de Mt.Gox, señalaron fuentes de la investigación al citado medio.
Esta cantidad fue presuntamente usada por el fundador de Mt.Gox para obtener la licencia de distribución del software desarrollado por otra empresa informática nipona, así como para adquirir bienes de uso particular.
Además, la policía sospecha que Karpeles desvió fondos por valor de 1.100 millones de yenes (8 millones de euros/8,9 millones de dólares) a otras compañías de su propiedad.
La casa de cambio basada en Tokio quebró en febrero de 2014 tras denunciar la desaparición de unas 850.000 unidades de la moneda virtual bitcoin, un volumen que en ese momento equivalía a unos 48.000 millones de yenes (352 millones de euros/387 millones de dólares).
En ese momento Mt.Gox tenía unos 127.000 clientes, a los que pertenecían 750.000 de los bitcoins robados, supuestamente a travíés de un ciberataque perpetrado por piratas informáticos, según anunció la operadora en su momento.
La posterior caída de Mt.Gox en 2014 puso en jaque la confianza en las criptomonedas -formas de pago que tienen en la encriptación de datos el respaldo de su valor material- y revitalizó el debate sobre la necesidad de regularlas.