El viagra femenino puede ser un medicamento blockbuster o superventas. De hecho, rápidamente se ha demostrado que el nuevo Addyi, aprobado el miíércoles (martes en EE UU), tenía algún novio ya interesado previamente. En cuanto la FDA (agencia del medicamento) dio la luz verde al fármaco para el trastorno del deseo sexual hipoactivo, la mltinacional canadiense Valeant ha comprado a Sprout Pharmacíéuticals, fabricante de la píldora rosa, por 895 millones.
Se ha demostrado que Sprout es un laboratorio demasiado pequeño para llegar a un negocio que promete ser multimillonario. En principio, la empresa de Carolina del Norte había previsto disponer de 200 agentes comerciales para llegar a más de 20.000 especialistas en todo EE UU. Además, mantiene el reto de llegar a otros mercados. “Sprout tiene el compromiso de trabajar junto a otros organismos reguladores fuera de EE UU para llevar el tratamiento a millones de mujeres en todo el mundoâ€, explicó una portavoz de la compañía a este diario, “particularmente en Europaâ€. La aprobación de la FDA allana habitualmente el camino en otros países.
Valeant pagará a los actuales dueños de Sprout la mitad de la cantidad en efectivo en el próximo mes como primer pago y el resto llegará en el primer semestre de 2016. Además, se harán futuros pagos según se consigan hitos comerciales de la píldora rosa.
El laboratorio Valeant, con sede en Quebec, ha mostrado en los últimos años una agresiva estrategia de crecimiento a base de compras. Desde 2013 han adquirido Bausch+Lomb, Solta Medical, PreCision Dermatology y Salix. Está centrada en el negocio dermatológico, ocular y de alergias, principalmente. Emplea a 17.000 personas y el pasado año cerró con unos ingresos de 7.380 millones, frente a los 5.145 del año anterior. En cuatro años, prácticamente ha cuadruplicado su tamaño.
Sprout se convertirá a partir de ahora en una división de la canadiense y estará dirigida por Cindy Whitehead, fundadora del pequeño laboratorio y principal impulsara de la píldora rosa, que previamente había sido rechazada. En 2010, el laboratorio alemán Boehringer Ingelheim presentó este principio activo (flibanserina), inicialmente pensado como antidepresivo, y la FDA lo rechazó. Por eso, abandonó la idea. Aunque entonces apareció Whitehead, quien adquirió los derechos de la flibanserina y le dio una segunda vida. Junto a su marido, crearon Sprout y captaron 100 millones dólares de inversores privados. Ahora, sus esfuerzos han tenido un doble resultado: de íéxito en la investigación y económico.
Se espera que el negocio sea multimillonario. Los responsables de la compañía aseguran que el precio del medicamento sería similar al de los destinados a la disfunción masculina, es decir, entre 400 y 430 dólares mensuales (entre 360 y 390 euros). La terapia permanente con este fármaco tendría un coste anual de alrededor de 5.000 dólares (4.680 euros). Solo con que 200.000 mujeres de EE UU se adhieran al tratamiento, ya se alcanzaría la meta de superar los 1.000 millones.
En el caso de las pastillas para la disfunción eríéctil en el hombre, las cifras son mayores: Ciallis, de Lilly, vendió el pasado año con 2.291 millones y Viagra, de Pfizer otros 1.685 millones.
Reuters