Cuando se ejecutó la Oferta Pública de Venta (OPV) del gigante de las materias primas Glencore, sus seis máximos accionistas tenían una porción de la empresa que les hacía ser mil-millonarios. Entre ellos estaba un español, que llegó a ser la cuarta fortuna de España con unos 3.700 millones de dólares en 2011. Cuatro años despuíés, y con el desplome de las materias primas como telón de fondo, tan sólo tres de estos 'super-ricos' siguen siendo mil-millonarios, entre ellos el español Matíé, que aún así ha visto como su fortuna se ha dividido entre algo más de tres.
Daniel Matíé es el director de zinc en Glencore. En estos años su fortuna se ha dividido entre algo más de tres, ha pasado de ser la cuarta fortuna del país en 2011 a estar perdido en un puesto que se acerca al trigíésimo con sus 1.000 millones de dólares.
El ejecutivo español, que controla alrededor del 7% de Glencore según señalan desde Bloomberg, fue la cuarta fortuna de España en 2011, sólo por detrás de Amancio Ortega, Isak Andik y la exmujer de Ortega, Rosalía Mera. Sin embargo ahora, se encuentra muy lejos de estás fortunas, que han seguido creciendo. Ahora, Matíé lucha contra las fortunas de empresarios menos internacionales como Juan Roig, dueño de Mercadona.
Los compañeros de Matíé
El resto de grandes accionistas de Matíé tampoco han salido bien parados de la tormenta en el mercado de materias primas. Telis Mistakidis, encargado del cobre en Glencore ha vivido exactamente la misma historia que Matíé, ha pasado de contar con una participación en la empresa de unos 3.600 millones de dólares los 1.040 millones que valen ahora sus acciones.
Por otro lado está el director ejecutivo de la compañía, Ivan Glasenberg, que ha pasado de tener una participación valorada en 9.400 millones de dólares a un paquete que a precio de mercado costaría hoy unos 2.800 millones de dólares. Mientras que Tor Peterson y Alex Beard, gestores jefes del carbón y del petróleo, respectivamente, han dejado de ser mil-millonarios, mientras que en 2011 sus participaciones estaban valoradas alrededor de los 3.000 millones de dólares.
Por último, Gary Fegel, el que fuera gestor jefe de aluminio, si no hubiera vendido su paquete accionarial en 2013 (ya con píérdidas), hoy tambiíén tendría una cantidad bastante inferior a los 1.000 millones de dólares. Y es que el precio de las acciones de Glencore ha caído un 70% desde 2011, una fuerte corrección que ha venido precedida de unos resultados empresariales a menudo peores de lo previsto.
El desplome de la materias primas
La sobre-oferta existente en el mercado de las principales materias primas como el petróleo, los granos como el arroz o el cafíé o las carnes más consumidas están empujando hacia abajo los precios de estos productos. Las mejoras tecnológicas permiten producir más con menos y a menor precios. El petróleo ha pasado en poco más de un año de estar a 110 dólares el barril a los 42 dólares que cotiza hoy. Además, este descenso del precio de las materias primas puede no haber terminado.
Y es que como señala el Banco Mundial, el elevado abastecimiento de los mercados mantendrá los bajos precios de las materias primas, petróleo y metales a lo largo de 2015, según indicó en su último informe esta institución internacional. Si las materias primas prosiguen su descenso, el margen de beneficio de Glencore podría verse aún más dañado.
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