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El Zorro y el anillo de los Andrade

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Zorro:
El Zorro y el anillo de los Andrade

Enero, pasadas ya las fiestas la rutina volví­a a los Bosques. Sus habitantes comenzaban otro año con buenos e interesados deseos bursátiles. Todos creí­an que en el 2007 iban a igualar las ganancias del año anterior. Pero posiblemente aquello fuese una ilusión. Los mercados no estaban baratos, aún así­, muchos analistas  decí­an que este serí­a un año de ganancias para las Bolsas. El Zorro tení­a sus dudas, pero arriesgaba algo de su liquidez. Ya irí­a viendo. Sus ojos estaban puestos en el mes de Marzo, fecha en la que se cumplen siete años del derrumbe tecnológico y cuatro de subidas casi ininterrumpidas de las bolsas.

- Zorro: Estos quinquis, llevan todo el mes con la yenka bursátil: Izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás. Un, dos, tres... Ta, ra, ra, ra..... ¡Ya pararán, ya pararán!- pensaba-. De momento, esto está como en Diciembre.


Absorto estaba en sus meticulosos y muy particulares análisis de los mercados, cuando una sombra se proyectó sobre los húmedos suelos del Bosque. Algunos pequeños habitantes corrieron presas del pánico al suponer que correspondí­a a un ave de presa. Pero nada más lejos de la realidad, el espacio falto de luz era de una Paloma mensajera llegada de lejanas tierras, que buscaba su destino.
La cansada ave decidió tomar tierra y preguntar:

- Paloma: Buenos dí­as Zorro, busco la casa del Lince. Traigo una carta desde
los Bosques Americanos
- Zorro: Hola. Está más abajo, a unos 15 minutos de camino.

El ave retomó  vuelo y en pocos minutos llegó a su destino e hizo la entrega. El Zorro quedó intrigado:

- Zorro: ¿Quiíén le enviará una carta desde tan lejos al Lince?

Y como su infinita curiosidad le podí­a, decidió “dejarse caer” por la casa de su amigo. En más o menos los citados 15 minutos, llegó:

- Zorro: ¡Lince, Linceeeee!, ¿Estás o no estás?
- Lince: Voy, voy. ¡Un momento por favor!.
- Zorro: Hola viejo amigo, ¿Cómo vas?
- Lince: ¡Ah!, hola Zorro. Bien, bien gracias. Pasa si quieres.
- Zorro: No si no querí­a molestar. Pasaba por aquí­ y me dije: Voy a visitar a mi viejo amigo por si tiene alguna novedad.
- Lince: Tú  siempre tan amable y atento. Pues no, no hay nada que contar.
- Zorro: ¿Seguro?.
- Lince: Pues, no, nada. A no ser................
- Zorro: ¿A no ser..........quíé?
- Lince: Bueno.......Acabo de recibir una carta de un primo americano, que por cierto aún no he abierto, pero no creo que sea importante.
- Zorro: Nunca se sabe, estas cosas................
- Lince. Vale, vale, pasa y la leemos.

Entraron en el interior y el Lince leyó el enví­o de su primo:

- Zorro: ¿Quíé, que te cuenta?
- Lince: Como ya te dije es de mi primo Linci Jones,
- Zorro: ¡No sabí­a que tenias un primo americano!.
- Lince: Si, es una vieja historia. Otro dí­a te la cuento. Bueno aquí­ dice que me visitará en la próxima semana para un asunto importante.
- Zorro: ¿Importante, eh?. ¿A quíé se dedica tu primo?
- Lince: Es arqueólogo e historiador bursátil. Busca reliquias de Bolsa por todo el mundo. Dicen que es una eminencia, aunque he tenido poco trato con íél y realmente no lo conozco.

El cerebro del raposo entró rápidamente en proceso de análisis. Lo de las reliquias de Bolsa le gustaba. Su olfato le decí­a que todo aquello sonaba a mucho, a muchí­simo oro:

- Zorro: Pues puede ser una visita interesante. Cuando venga, me llamas, ¡quiero conocerlo!.
- Lince: Así­  lo haríé.

Pasados unos dí­as llego el americano. Despuíés  de instalarse en casa de su primo, el Lince decidió presentárselo al Zorro:

- Lince: Amigo Zorro, aquí­ te presento a mi primo Linci Jones, Profesor de Arqueologí­a Bursátil en la Universidad de Berkeley.
- Zorro: Es un honor conocer a tan famoso personaje.
- Linci Jones: Un placer, Zorro, mi primo me ha dicho que te comportas como tal en la Bolsa.
- Zorro. Muchas gracias, pero ya sabes: Los amigos y los enemigos exageran: ¡Nadie es tan bueno, ni tan malo!.
- Linci Jones: Ja, ja, ja, brillante observación.
- Zorro: Gracias Profesor. ¿Y quíé te trae por aquí­?
- Linci Jones: Hace cinco años que estoy investigando el paradero del anillo de Merlí­n, mis documentos me indican que puede estar en el antiguo Brigantium Flavium hoy Betanzos.
- Zorro.- ¿Y como has llegado a esa conclusión?
- Linci Jones: Como te dije, mis investigaciones y documentos me dirigen a esa localidad. Al parecer, el Mago Merlí­n le regaló su anillo a un tal Fernán Píérez de Andrade. Cuya tumba está en un antiguo monasterio franciscano.
- Lince: ¿Y por quíé te interesa tanto el anillo, primo Jones?
- Linci Jones: Dice la leyenda que en su interior está grabada la clave que te conducirá a la riqueza.

A el Zorro, todo aquello le sonaba a música celestial: Leyenda, clave, riqueza......, ¡todo lo que un raposo necesitaba para ponerse en acción!:

- Zorro: Y bien..., ¿cuándo vamos por ese anillo’
- Linci Jones: Ah, muy amable por ayudarnos Zorro. ¡Bienvenido a la expedición!.
- Zorro: Bueno, aquí­ nada de tonterí­as. Vamos a partes iguales en todo lo que saquemos. ¿Vale o no vale?.

El americano miró sorprendido a su primo y el Lince le dijo:

- Lince: Creo que el Zorro puede prestarnos una valiosa ayuda primo, por mi parte no hay  problema en repartir a partes iguales, tanto los gastos, como las ganancias.
- Linci Jones: Bueno, ¡tendrá que ser así­!. De acuerdo. Salimos mañana al amanecer. Nos reunimos esta tarde para estudiar el plan a seguir.
- Zorro: De acuerdo, hasta la tarde.
- Lince: Hasta entonces pues.............

Aquella tarde en la casa del Lince:

- Linci Jones: El lugar puede ser Flavium Brigantium o Brigantium Flavium, ambas plazas muy cercanas, a las que Roma tiñó de importancia elevándolas a la categorí­a de municipio en la íépoca Flavia, y más concretamente cuando fue emperador Antonino. Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo en localizar las dos ciudades. Incluso hay quien afirma que ambas son el actual pueblo de Betanzos, y no Flavium Brigantium la antigua La Coruña.
- Zorro: Pero los Andrade, dominaban la zona entre Pontedeume y Brigantium, por lo que lo más probable es que se encuentre en el actual Betanzos, allí­ está el sepulcro de Fernán Píérez de Andrade “O Boon” -El Bueno-

- Lince: En ese templo existen varias tumbas de caballeros de los siglos XIV, XV y XVI, amíén del sepulcro de Fernán Píérez de Andrade, precioso trabajo en piedra graní­tica de inspiración celta, labrado con escenas de caza, a la que era muy aficionado el caballero, en cuya estatua yacente esta acompañada por un ángel en  la cabeza, por un clíérigo a la altura de la cintura y tres perros, supuestamente de caza, a los pies.
Todo ello sobre un Jabalí­ y un Oso tambiíén tallados en granito, y sí­mbolos de caza de los Andrade.
- Zorro: ¿Es ese el que buscamos, Profesor Linci Jones?.
- Linci Jones:  Mis investigaciones apuntan hacia esa villa Zorro.
- Zorro: Pues allí­ nos dirigiremos.

Los tres emprendieron la marcha a la antigua capital gallega, en un par de dí­as llegaron a los limites de la ciudad, acercándose al punto donde el Rí­o Mendo y el Mandeo comienzan a formar la rí­a de Betanzos. Una voz humana los alertó:

- Paisano: “Vide aquí­, vide aquí­â€  -Venir aquí­, venir aquí­-

Los tres aventureros creyeron que era por ellos y sintiíéndose descubiertos, se escondieron  al instante. Pero el Hombre llamaba a otros: Un par de Gansos que exploraban la otra orilla. Las aves contestaron a la llamada y se lanzaron al agua atravesando la distancia en segundos. El Hombre se dispuso a alimentarlos y pronto tres Gaviotas jóvenes se acercaron por lo que pudieran pillar.

El Lince, el Zorro y el Profesor Linci Jones, estaban perplejos con la escena, por un instante, tanta armoní­a los despistó, llegando a creer que se habí­an desviado y estaban en el Paraí­so. Pero el GPS del americano no dejaba lugar a dudas, estaban en el buscado Brigantium Flavium.

La localización del antiguo convento de San Francisco, fue tarea fácil, y en escasos minutos estaban delante de su fachada:

- Linci Jones: Estilo gótico y muy bello por cierto. La de arriba- señalaba- es la iglesia de Santa Maria tambiíén construida por Fernán Píérez.

El Lince y el Zorro, se miraron sonriendo,  maravillándose de los conocimientos del americano.

- Linci Jones: Bien, ¡entremos!

Nada más entrar y a la izquierda, vieron el sepulcro del Conde. Se acercaron y lo estuvieron inspeccionando un buen rato. Linci Jones sacó fotografí­as y tomó notas en un pequeño block. Por su parte, El Zorro preguntaba al Profesor de Berkeley.



Sepulcro del Conde de Andrade

- Zorro: ¿Quíé...?. ¿Sacas algo de ese texto?.
- Lince: Díéjalo que lo estudie un poco Zorro. ¡No seas impaciente!
- Linci Jones: Este es el sepulcro, pero los textos no dicen nada del anillo.
- Lince: ¿Entonces primo.....?, ¿viaje en balde?
- Zorro: Bueno pues nos vamos por donde hemos venido y otra vez  será........
- Linci Jones: Vosotros los españoles os rendí­s fácilmente. ¿Dónde está aquel espí­ritu batallador que os hizo ser la primera potencia mundial?.

- Lince: Venga, seguimos primo. ¿Quíé propones?
- Zorro: Lo seguimos intentando, pero..¿quíé hacemos?
- Linci Jones: Abrir el sepulcro. El Conde pudo haber sido enterrado con la joya.
- Lince: ¿Estas loco?. Si nos cogen nos encierran.
- Zorro: Si, tienes razón Lince. Aparte que, a estas alturas, los ladrones de tumbas e historiadores ya habrán llevado todo lo de valor.
- Linci Jones. Con probar, nada se pierde.

Se ocultaron en tres de los centenarios confesionarios y esperaron al cierre del convento para actuar.

A eso de las nueve de la noche, un fraile apareció, cerró las puertas y comenzó a apagar todas las velas y luces. Se acercó al altar, sacó el Cáliz y una jarrita de vino. Echó un poco de liquido y se lo bebió tan campante.

El Zorro contemplaba todo a travíés de la rejilla del confesionario. Pronto el fraile apagó las últimas luces y despareció por una puerta lateral.
Pasados diez minutos, el primero en salir fue el Profesor de Berkeley:

- Linci Jones: Vamos salir, venga, ¡quíé no tenemos toda la noche!.
- Zorro: Si, venga Lince, sal ya.
- Lince. Ya voy , ya voy. ¡Impacientes!

La luz halógena de la lámpara de Linci Jones iluminó el santo lugar. El Zorro cogió la bolsa con las palancas, mazos y cinceles y el Lince el resto del equipo.
Los tres se acercaron al sepulcro de Fernán Píérez de Andrade y se pusieron manos a la obra.
El ruido fue inevitable, pero nunca resultó escandaloso. Pronto pudieron liberar la tapa y girándola accedieron a su interior:

Linci Jones: Hay que girarla hacia el otro lado, las manos están más abajo.

Un último esfuerzo y ...................

- Zorro: ¿Quíé ves?. ¿Hay algo?
- Linci Jones: Parece que no.............Pero...........¡un momento!. ¡Siiii......aquí­ está!
- Lince: A ver primo, ¡ensíéñamelo!.

Una vez más, el famoso buscador de reliquias bursátiles habí­a conseguido su objetivo: El Anillo que el Mago Merlí­n habí­a regalado a Fernán Píérez de Andrade.
La emoción era tan intensa que momentáneamente olvidaron que era lo que estaban haciendo. Pronto el Zorro volvió a la realidad.

- Zorro: Bueno, ya que lo tenemos dejemos esto como estaba y salgamos cuanto antes de aquí­.

En poco más de veinte minutos ya estaba colocada la tapa del sepulcro y los tres salí­an por la puerta trasera del templo.

- Linci Jones. Pasaríé a la historia, ¡este hallazgo es tan importante como el de la tumba de Tutankamon!.
- Lince: ¡Por fin!, la riqueza sin limites inundará nuestras vidas gracias a la magia del Mago Merlí­n.
- Zorro: ¡Esto es definitivo!, el míétodo que he estado buscando toda mi vida para acertar siempre en la Bolsa.

 Pero a veces, los sueños no resultan tan fáciles:

- Linci Jones. Tiene una inscripción en el interior: “Blowin´ in the wind”
- Lince: ¡Serán las palabras mágicas!. Ponte el anillo y dilas en voz alta.
- Zorro: Si, hazlo, hazlo. ¡Date prisa, por favor!

El Profesor de Berkeley realizó la maniobra pero allí­ nada ocurrí­a.

- Zorro: ¡No me digas que no sabes como funciona!
- Linci Jones: Tardaríé un tiempo en descifrar este nuevo enigma
- Lince. ¡Un tiempo!, pues adiós coche nuevo, vacaciones y todos los sueños que se pueden comprar con oro.
- Linci Jones: Algo tendrá que significar, quizá es una pista o la puerta a otra dimensión bursátil. No se, tendríé que estudiarlo detenidamente.


Los tres aventureros iniciaron el viaje de vuelta con aquella misteriosa clave en sus cabezas

- Linci Jones.: “Blowin´ in the Wind”, seguro que encierra una importante clave bursátil. ¿Pero cual?
- Lince: “Blowin´ in the wind”, “Blowin´ in the wind”, ¡a quíé soy el primero en descifrarla!
-Zorro: “Blowin´ in the Wind”, Blowin´ in the Wind”, ¿quíé coño significará?. ¡Ya estamos con adivinanzitas!. ¡Habrá que preguntarle al Bob Dylan ese!.

De repente, una luz se encendió en la astuta mente del raposo al tiempo que una sonrisa se dibujaba en sus labios. ¿Habrí­a encontrado la solución?

“……………………………………..the answer, my friend, is blowin´ in the wind”
                             -La respuesta, amigo mí­o, está en el viento-.

Reservados todos los dertechos.

                       

aguantaman:
muy buena historia, Zorro.
Me hace gracia, además , por lo cercana.Estuve el otro dí­a- el de la feria de la tortilla- admirando esta iglesia. a raiz de lo cual cogí­ un libro sobre los andrade en la biblioteca.
En verano, viendo el documental de scorsese sobre Dylan -Don´t look back- me pareció increible que Dylan decí­a que, cuando componí­a esta canción no era consciente de que pudiera convertirse en un himno o fuera mejor o peor que otras suyas. despuíés salí­a , creo que joan baez, diciendo que miles de personas buscaban un slogan o alguna forma de expresar la realidad del racismo sin conseguirlo y llegaba dylan, y en un periquete te soltaba un "How many roads must a man walk down Before you call him a man?" y se quedaba tan ancho, vamos , que los genios son así­.
hoy leí­ una frase de Pessoa muy aplicable a la bolsa: "Um barco parece ser um objecto cujo fim íé navegar; mas o seu fim nao íé navegar, senao chegar a um porto".
bueno, no me enrollo más, a ver si paso un dí­a de estos por foxinver, que el jueves no lleguíé a tiempo (venia de oporto, donde compríé el libro de pessoa, je je), y despuíés tuve un funeral.
un abrazo!

Emilio:
Muy buena, buena, buenisima, me encanta,-La respuesta, amigo mí­o, está en el viento-.  :023:

hion:
esto es un cuento, lo de más.........!!

Potto:
Bueno pues si la respuesta la tiene el viento... que así­ sea. El meteosat informa que en los próximos dias va a soplar del norte.

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