Los inquietos inversores de Abengoa tienen algo más de luz sobre el futuro de la ampliación de capital a vida o muerte que afronta la compañía de ingeniería. Según fuentes próximas a la compañía, la familia Benjumea, el mayor accionista del grupo sevillano, ha comunicado a la bancos colocadores que se ha comprometido a acudir con un tercio de su participación actual, que es del 60% si se tiene en cuenta las acciones de clase B y del 30% en las de clase A.
En función de si la Oferta Pública de Suscripción (OPS) se hace totalmente con acciones tipo B, las que que tienen menos derechos políticos (uno por cada título) o con una combinación de tipo A (un derecho equivale a cien votos), el importe que desembolsará la familia sevillana será uno u otro respecto a los 650 millones que la empresa pretende captar en el mercado.
Si la ampliación de capital es exclusivamente con acciones clase B, las que cotizan en el Ibex, los Benjumea aportarían unos 130 millones respecto a los 390 millones que les corresponderían suscribir en la OPS por su participación del 60% del capital. Parte de este dinero provendría de la venta de los derechos de suscripción preferente incluidos en la emisión. Si la colocación incluye una parte de acciones tipo A, el importe a desembolsar sería inferior, ya que cada uno de estos títulos se corresponde con cien votos, pero por contra la dilución de la familia sería mayor.
Fuentes oficiales de la compañía han declinado hacer ningún comentario sobre esta información, relacionada con el papel del máximo accionista. Por su parte, fuentes financieras indican que la implicación de la familia, con aportación de fondos en metálico, es una condición indispensable para que la ampliación de capital salga adelante, ya que varios bancos se habían negado a asumir el riesgo si el dueño no correspondía con su parte aunque sea de forma parcial.
Además del compromiso de la familia, Abengoa ha traslado a varias entidades financieras que habían declinado participar en la operación que tiene prácticamente cerrado un acuerdo con un sindicato de bancos, los cuales garantizarían el íéxito de la operación. Pese a la negativa inicial, algunos estarían planteándose ahora tomar un papel secundario como apoyo a una compañía a la que le tienen prestado mucho dinero vía príéstamos si se confirma la aportación de los Benjumea y el apoyo de otros fondos, como First Reserve y Blackrock, accionistas ya del grupo sevillano.
Un mes más como poco
La empresa da por hecho que, a falta de la firma oficial, Santander, HSBC y Críédit Agricole, tres de los mayores acreedores, mantendrán su compromiso de vender las acciones o de quedárselas en caso de no encontrar compradores (contrato de aseguramiento). La compañía ha conseguido tambiíén convencer a Fidentiis, uno de los brokers españoles más prestigiosos entre los inversores institucionales, para participar en la emisión. De hecho fue la firma que trajo a Bill Gates al capital de FCC.
Fuentes financieras indican que la implicación de la familia es una condición indispensable para que la ampliación de capital salga adelante
Si se concretan estas promesas, Abengoa convocará junta extraordinaria de accionistas para aprobar la operación, la cual aún tardaría al menos un mes en ejecutarse, ya que entre el anuncio y la celebración tienen que pasar al menos 30 días. Posteriormente, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tendría que verificar el folleto informativo de la oferta, documentación que revisaría con mucho cuidado despuíés de su negativa a proceder a la fusión de las acciones A y B planteada por la compañía meses atrás en unas condiciones que fueron rechazadas por el organismo supervisor.
Agustín Marco