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Autor Tema: ACS exigirá casi 300 millones de indemnización tras caer TP Ferro  (Leído 108 veces)

Eguzki

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ACS exigirá casi 300 millones de indemnización tras caer TP Ferro
« en: Septiembre 04, 2015, 08:37:14 am »
ACS podrá reclamar el pago de casi 300 millones a España como compensación por la caí­da de TP Ferro. El Juzgado de Gerona declaró ayer el concurso de acreedores de la filial de la constructora española y Eiffage, que gestionan el Túnel de Pertús que une el AVE entre España y Francia.


Esta decisión supone que será el magistrado el que tenga que dictaminar si España y Francia deberán pagar una compensación a ambas constructoras, ya que al igual que pasó con el almacíén de gas Castor, el contrato de la concesión incluye una cláusula equivalente a la Responsabilidad Patrimonial del Estado (RPA), que podrí­a obligar a ambos gobiernos a desembolsar hasta 420 millones.

Algunas fuentes señalan que a España le corresponderí­a cerca del 60% del endeudamiento, es decir, más de 255 millones. Para Francia, el importe superarí­a ligeramente los 170 millones. No obstante, otras fuentes se remiten a la proporción al 50% de la participación de las constructoras, lo que supondrí­a 214 millones para cada paí­s.

Insolvencia

El juez ha constatado la situación de insolvencia en la que se encuentra la empresa en un auto fechado el 1 de septiembre, en el que además otorga a TP Ferro un plazo de dos meses para presentar un informe sobre la situación de la compañí­a.

El auto del juzgado mercantil declara de esta forma el concurso que la sociedad gestora de la lí­nea solicitó voluntariamente el pasado mes de julio, al no lograr refinanciar su deuda ni con sus bancos ni con los gobiernos, que además han rechazado varias solicitudes millonarias de indemnización realizadas por las dos constructoras.

TP Ferro se encontraba en preconcurso desde el pasado 19 de marzo y el plazo para llegar a un acuerdo con la banca y los fondos acreedores finalizó el pasado 19 de julio. Al no haber alcanzado un acuerdo ni con los acreedores, que se dividen prácticamente al 50% entre fondos de inversión internacionales (Avenue, BlueMountain, Neuberger Beman) y entidades financieras (ING, BBVA, Bankia, Caixabank o Novo Banco).

Además, los Gobiernos de España y Francia se habí­an negado en rotundo a aportar los 140 millones de euros que pedí­an TP Ferro y los acreedores de la infraestructura para refinanciar la deuda y evitar la quiebra.

ACS y Eiffage, las propietarias de TP Ferro, acordaron en julio con los Estados inyectar cuatro millones, suficientes para mantener la operativa hasta marzo de 2016.

Seguirán negociando

A partir de ahí­, las partes seguirán negociando para intentar lograr la viabilidad del proyecto, cuyos costes financieros son, en este momento, inasumibles para la concesionaria, que ya ha denunciado a los paí­ses por los retrasos iniciales en la construcción de las ví­as y por las erráticas previsiones de tráfico, entre otras cuestiones. Para ACS, Eiffage y los acreedores todo pasaba porque los Estados insuflasen capital. Un dinero público que, con las elecciones a la vuelta de la esquina, el Gobierno español no estaba dispuesto a aportar -tampoco el francíés-, tal y como reiteró la ministra de Fomento, Ana Pastor.

ACS y Eiffage se habrí­an comprometido a aportar 50 millones, siempre y cuando los Estados asumieran su parte. De los 190 millones totales, una parte fundamental se destinarí­a a recomprar deuda y el resto al negocio, cuyas perspectivas, en cualquier caso, son mucho más positivas que hace unos meses.

España y Francia negocian varias alternativas. Por un lado, estudian la creación de una sociedad económico-financiera de capital público que se harí­a cargo de la gestión del AVE entre ambos paí­ses. Esta ví­a es la preferida por el Ejecutivo francíés. La otra opción es que Adif asuma la concesión en las lí­neas del territorio español y que la RFF, el gestor ferroviario galo, haga lo propio en Francia. En este caso, existen "complicaciones derivadas de los protocolos de seguridad".

Ambas soluciones, obligan a los Estados a enfrentar una deuda millonaria que repercutirí­a en el díéficit público.

Ambos gobiernos se negaron a aportar los 100 millones de euros -50 millones cada uno- que los fondos acreedores, que tienen más del 50% de la deuda, exigieron al consorcio que integran ACS y Eiffage.

Estos fondos propusieron que si TP Ferro desembolsaba 100 millones se le eximí­a durante siete años de amortizar el principal de la deuda, aunque seguirí­an haciendo frente a los intereses. Fue el ultimátum de los acreedores, que no obtuvo respuesta positiva por parte de la sociedad, lo que a su vez trató de involucrar a las administraciones española y francesa, sin íéxito, con el pretexto de que se trata de una concesión administrativa y de que no se han cumplido las previsiones de tráfico de viajeros iniciales.

Rubíén Esteller / Javier Mesones