Fin del proceso. Tras más de un año de enfrentamiento entre sus grandes accionistas, Urbar Ingenieros ha recuperado la paz accionarial. í‰sta se ha sellado a finales de agosto con la venta del 23,4% que tenía Rafael Salama Falabella al grupo financiero suizo EVC Investment Holding.
Según aparece en los registros oficiales de la CNMV -Comisión Nacional del Mercado de Valores-, la operación se formalizó el pasado 24 de agosto, a un precio medio de 0,78 euros por acción, importe un 16,4% superior al nivel en el que se movía la acción en aquella fecha, y un 30% más elevado del precio al que cotiza actualmente la compañía.
Esta prima lleva consigo la recuperación de la estabilidad accionarial, ya que, según ha podido saber El Confidencial, EVC entra con vocación de mantener un entendimiento con sus socios. De hecho, no descarta ampliar su participación en función de la evolución del negocio y de su sintonía con el equipo de gestión.
La entidad suiza está vinculada al grupo Horizon, especialista en resolución de conflictos accionariales, y sus planes dentro de Urbar pasan por orientar la estrategia de la sociedad al desarrollo del laboratorio de certificación Virlab y de la ingeniería de diseño y construcción de plantas de tratamiento de residuos.
En los últimos años, Urbar ha apostado con fuerza por crecer en Guinea Ecuatorial, apuesta que terminó por dividir al accionariado en dos grandes bloques, el encabezado por Rafael Salama, y el formado por su tío y presidente de la compañía, Daniel Salama Millet, junto a Enrique Gómez-Gil Mira, vicepresidente y representante de la Compañía de Inversiones Europa Holding (CIESA), y Francisco Deirós Castosa, consejero a travíés de la sociedad Inversiones Ribera del Tajo.
Como publicó El Confidencial, las sociedades de Deirós y Gómez Gil figuran entre las sociedades identificadas por el informe forense de KPMG dentro de la trama de facturas falsas de Pescanova.
R.U.
