Por... Odalys Buscarón Ochoa
Rusia avanzó hacia la consolidación de sus relaciones económicas y comerciales con Belarús y Kazajastán, los dos socios y aliados estratíégicos en el espacio postsoviíético.
La celebración en la semana que reciíén concluye hoy de dos foros de negocios presididos por los presidentes Vladimir Putin, Alexander Lukashenko y Nursultán Nazarbáev es un botón de muestra de las prioridades de Moscú enfiladas a la integración regional.
Pese a que la coyuntura geopolítica y económica impone la búsqueda de alternativas para el desarrollo y soluciones frente a las crisis y sanciones, la integración regional no ha dejado de estar en el centro de la brújula de la política exterior rusa.
Al intervenir en el Segundo Foro de cooperación interregional ruso-belaruso, el presidente Vladimir Putin expresó satisfacción la víspera por el nivel estable en la interacción entre los países vecinos.
Reconoció Putin que la coyuntura externa desfavorable deja impresa la huella en la dinámica comercial, pero aun así los flujos de mercaderías no disminuyeron, si se evalúan en rublos, sostuvo.
Belarús es nuestro socio estratíégico y el aliado más cercano de Rusia, afirmó el líder del Kremlin al recalcar el carácter integral y ascendente de la cooperación entre Moscú y Minsk. A su juicio, los dos Estados tienen la fuerza necesaria y la voluntad para reorientar el intercambio hacia la senda del crecimiento en todos los parámetros.
Rusia ocupa el primer lugar entre los socios económicos y comerciales de Belarús, con un peso de casi la mitad de todo el comercio belaruso, unido a los seis mil 300 millones de dólares de inversiones rusas en la economía de la ex república soviíética, que representan el 40 por ciento del volumen global inversionista en la Comunidad de Estados Independientes.
Asimismo más de tres mil 500 empresas mixtas funcionan en todas las esferas económicas y dentro del esquema de integración binacional del Estado Unificado están en marcha 40 programas.
Coincidimos en que nuestra tarea común pasa por garantizar el crecimiento sostenido de nuestras economías, aumentar su efectividad, mejorar el clima inversionista y estimular el flujo de inversiones, enfatizó Putin.
Lukashenko, a su turno, dejó en claro durante el Foro que Belarús no tiene la intención de girar hacia otro lugar y "continuará junto a Rusia".
El mandatario belaruso llamó en particular a medios rusos de prensa a poner fin a tales especulaciones que son relacionadas con las flexibilidades enunciadas por la Unión Europea respecto a la nación centro europea que fue sometida tambiíén a una prolongada y feroz política de sanciones e intentos de aislamiento por parte de Occidente en general.
En el plano personal no lo necesito y menos a nuestro Estado y así conversamos con Vladimir Putin, subrayó Lukashenko.
Dijo que su país construye relaciones de equidad y de buena vecindad como lo hace Rusia, y reiteró la política invariable de Minsk de seguir "juntos por mucho tiempo".
Para Lukashenko, el esquema de integración dentro del Estado Unificado ha sido la principal locomotora de la creación de la Unión Económica Euroasiática, integrada además en fecha reeciente por Armenia y Kirguistán.
Belarús está lista para continuar con los suministros de productos y servicios a Rusia e incrementarlos, indicó al subrayar que el intercambio ruso-belaruso supera de forma significativa el volumen de comercio con muchos otros países.
Resultó igualmente estratíégico el foro bilateral celebrado esta semana con Kazajastán, centrado en las coordinaciones entre los gobiernos de Moscú y Astaná en materia comercial y de seguridad alimentaria.
Putin en particular consideró que el evento interregional tenía una actualidad crucial en medio de las turbulencias económicas, el desplome del comercio y la inestabilidad monetaria en los dos Estados.
La dinámica de los negocios entre las regiones de uno y otro país incrementó el comercio ruso-kazajo en seis veces, al nivel de los 21 mil millones de dólares.
Durante el foro Putin anunció una carpeta de 460 proyectos inversionistas en la agricultura, como parte del programa estatal de sustitución de importaciones, de alta prioridad para estimular la producción nacional.
Rusia y Kazajastán podrían trabajar de conjunto para salir al mercado común euroasiático y potenciar a los productores nacionales, incentivó el líder ruso.
El eje Rusia, Belarús y Kazajastán resulta vital para la consolidación de la joven Unión Económica Euroasiática, lanzada como la integración de nuevo tipo en el espacio postsoviíético, con una marea de peligros y desafíos por delante.