El seguro internacional parece cada vez más cerca de seguir los pasos de la banca, sector en el que casi una treintena de entidades ha recibido algún tipo de ayuda del Estado mediante inyecciones de capital para garantizar su viabilidad.
La estadounidense AIG fue de las primeras entidades en ser socorrida por la Reserva Federal, que le aportó 60.000 millones de euros en septiembre, pero a esta intervención no le siguió un rosario de firmas en iguales circunstancias, como ocurrió en la banca mundial. Sólo la semana pasada el Gobierno belga decidió inyectar 1.500 millones de euros en la aseguradora Ethias, accionista del banco Dexia, para garantizar su supervivencia.
Los problemas de Ethias se remontan a la quiebra de Lehman, de la que garantizaba algunos productos. La crisis se agravó con la inyección de capital que esta aseguradora se vio obligada a realizar en Dexia, del que tiene el 5% del capital.
Pero las cosas pueden cambiar a corto plazo. El viernes pasado, el Gobierno de EEUU anunció que podría ampliar el plan de rescate para poder tomar participaciones en las aseguradoras, tanto las tradicionales como las de bonos, conocidas como monoline. Prudential y MetLife podrían barajar la posibilidad de pedir la ayuda gubernamental.
Pero el seguro europeo, afirman los analistas, no tiene los mismos problemas que el estadounidense. «Las aseguradoras del Viejo Continente sufrieron mucho en su cartera de inversión con la crisis que se desató tras los atentados del 11-s. Desde entonces, se puede decir que, con carácter general, uno de sus principales objetivos ha sido diversificar el riesgo», añade.
Esto no quiere decir que no haya impacto en estas entidades tanto por la crisis subprime como por la de Lehman Brothers, pero «la situación es manejable». Quizá la excepción pueda ser la holandesa Aegon, apunta este experto, ya que más de la mitad de su negocio se localiza en Estados Unidos, donde las aseguradoras manejan los riesgos de forma diferente a Europa.
Aegon anunció ayer que estudia pedir al Gobierno holandíés 20.000 millones de euros para fortalecer su salud financiera. En este entorno, el índice que agrupa a las aseguradoras que cotizan en Europa cayó ayer un 6,14% y un 55,22% en 2008, frente a un recorte del 10,76% y del 87,85% de este indicador en EEUU y media sesión de ayer.
En España todas las voces se alzan para defender la fortaleza del seguro en el que no se vaticinan quiebras por la crisis. Pese a ello, la cotización de Mapfre ha caído un 21,7% desde el lunes de la semana pasada cuando se conoció la nacionalización de las pensiones en Argentina, ya que el negocio de Mapfre en Amíérica Latina tiene mucho peso en la entidad. En el año Mapfre ha caído un 29,57%.
