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El gobierno francíés anunció hoy un nuevo recorte del gasto con lo cual planea rebajar el díéficit público en 2016 hasta los niveles exigidos por la Comisión Europea (CE).
El recorte será de 16 mil millones de euros, tras los 18 mil 600 millones del año en curso y antes de los 15 mil 400 millones de 2017, precisó el ministro de Finanzas Michel Sapin.
Detalló que el objetivo es reducir el díéficit al 3,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) desde el 3,8 de 2015, y todavía por encima de los tres puntos exigidos por las autoridades comunitarias.
Para 2017, año electoral en este país, el medidor deberá estar por debajo de lo estipulado.
Acorde con la información divulgada, la mayor parte de los apartados se verán afectados, excepto los que el ejecutivo considera prioritarios: defensa, seguridad, justicia, cultura y educación.
Uno de los elementos que tendrá impacto negativo en la población es la disminución de la ayuda para las viviendas.
El ministro apuntó que esperan un crecimiento económico de 1,5 por ciento en 2016, superior al punto porcentual previsto para 2015.
Sin embargo, la deuda pública volverá a subir y se ubicará en 96,5 por ciento del PIB, superior al 60 por ciento establecido por la CE.
Mientras se realizan estos anuncios, los franceses están centrados en su principal preocupación: el elevado nivel de desempleo ubicado en torno al 10 por ciento.
Dicha situación acrecienta el pesimismo entre los ciudadanos que siguen viendo perjudicados sus bolsillos