EFE
El Gobierno de Estados Unidos salió hoy en defensa del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, siglas en inglíés), al asegurar que eliminará hasta 18.000 impuestos que actualmente aplican otros países sobre las exportaciones estadounidenses y fortalecerá la marca "Hecho en EE.UU.".
El representante de Comercio de Estados Unidos, Michael Froman, que ha liderado la delegación de su país en las negociaciones, aseguró que "los trabajadores, los agricultores y las empresas ganarán" al eliminarse 18.000 impuestos que se aplican sobre las exportaciones en forma de tarifas.
"Cuando las reglas son justas, los estadounidenses pueden competir con cualquiera en el mundo", señaló.
Froman citó el caso de algunos productos manufacturados en EE.UU. que actualmente debe pagar tarifas que alcanzan hasta el 100 % de su valor en algunos mercados de la región del Pacífico, y destacó el caso de los productos agrícolas, que en algunos países se encuentran tarifas de más del 700 %.
"Nuestros trabajadores están entre los más productivos del planeta, pero en casos como estos, las cartas juegan en su contra", apuntó el alto funcionario estadounidense.
Froman puso como ejemplos, entre otros, productos agrícolas como las manzanas cultivadas en el estado de Washington y la carne de res de Texas y productos de gran valor añadido como el software producido en el área de Silicon Valley (California), y aseguró que todos ellos se beneficiarán del TPP.
Según la Casa Blanca, en Malasia (uno de los países firmantes del acuerdo), los vehículos con motor estadounidenses tienen que hacer frente en la actualidad a tarifas del 30 %, mientras que los automóviles japoneses y turcos no pagan tarifas de ningún tipo.
En Vietnam, otros de los firmantes, y tambiíén según la Casa Blanca, las carnes de ave procedentes de EE.UU. deben pagar tarifas de hasta un 40 %, mientras que las procedentes de Nueva Zelanda pagan tan sólo un 20 %.
Froman explicó que existen estimaciones que indican que, si no hubiese tarifas a la exportación, los salarios medios en las industrias manufactureras de EE.UU. podrían subir hasta un 12 %.
"En un mundo en el que más del 95 % de los consumidores viven fuera de nuestras fronteras, las desventajas que afectan actualmente a nuestros trabajadores y empresas son inaceptables. El TPP soluciona esa injusticia", indicó el representante de Comercio estadounidense.
Desde que los contenidos del tratado fueron cerrados este lunes en Atlanta, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha iniciado una campaña para lograr el consentimiento del Congreso, que tiene 90 días hábiles para su consideración, pero donde encontrará la oposición de algunos legisladores de su partido, el Demócrata.
El TPP, que aún debe ser aprobado en los parlamentos de los 12 países firmantes para entrar en vigor, es un elemento clave de la política exterior de Obama, que busca priorizar la relación con la región de Asia-Pacífico para hacer frente a la influencia de China.
Los defensores del TPP, entre ellos la mayoría republicana que controla hoy el Congreso, argumentan que este acuerdo abre nuevos mercados a los productos estadounidenses y eso repercutirá favorablemente en los trabajadores del país.
Sus detractores, por contra, argumentan que el TPP generará píérdidas de empleos en EE.UU. en beneficio de países con salarios más bajos.
El TPP fue suscrito este lunes en Atlanta por Estados Unidos, Míéxico, Perú, Chile, Canadá, Japón, Malasia, Singapur, Vietnam, Brunei, Australia y Nueva Zelanda