Las especulaciones sobre nuevas fusiones y sus quinielas van extendiíéndose como una mancha de aceite. Los protagonistas, claro, los de siempre, no hay mucho donde elegir. La fecha para estas hipotíéticas operaciones, segundo semestre de 2016.
El primer protagonista para hacerse con una nueva entidad es La Caixa. La entidad que preside Isidro Fainíé, y esto no es rumor, tiene la intención de afianzar más su peso en España. El fracaso de crecer en Portugal (proyecto con BPI que podría retomar en unos meses) y la mejora de la economía nacional le han llevado, como a Santander, a pensar en aumentar aún más su influencia en el mercado domíéstico.
Las especulaciones apuntan a que La Caixa sigue haciendo ojitos a Banco Popular, con un fuerte y atractivo negocio de pymes. Pero el banco que preside íngel Ron no quiere oír hablar del asunto. Tambiíén estaría interesada en una hipotíética privatización de Bankia, lo que le daría la hegemonía en España, en general, y en Madrid en particular. En este caso parece clara su imposibilidad, al ser Bankia una entidad sistíémica propiedad del FROB.
Santander tambiíén estaría interesado en Popular y Bankia, algo tambiíén que está muy bien en teoría, pero que parece bastante improbable. Eso sí, para abordar una operación de este tipo Santander tendría que realizar una ampliación de capital, lo que, según los analistas, no estaría mal ya que aceleraría sus objetivos de llegar al 11% en su ratio de core capital fully loaded (totalmente anticipado a la regulación futura del sector) en 2018. A junio, cerró con un core capital del 9,83%. La mejora de los objetivos de capital es una exigencia de los mercados pues la solvencia de Banco Santander es inferior a casi el 11,5% de la media de los grandes bancos europeos. Sin una operación corporativa Santander no abordará una ampliación de capital, ya que su plan estratíégico anunciado el pasado 26 de septiembre en Londres fija un crecimiento orgánico de su ratio de capital.
Círculos financieros tambiíén especulan con una unión de Popular con Ibercaja o con Unicaja. En ambos casos no se sabe quiíén sería el más beneficiado. Popular lograría tanto con Ibercaja como con Unicaja reforzar su cuota en España, y le permitiría cimentar tambiíén su capital, ya que tendría que para abordar una operación de este calibre tendría que realizar una ampliación. Estos dos últimos bancos podrían, a su vez, quitarse la espinita de salir a Bolsa. El problema es que en el canje tanto Ibercaja como Unicaja se harían con un tercio del capital de Popular, algo que los accionistas del banco no permitirían. Lo mejor así es esperar a que ambas antiguas cajas coticen (y es lo que parece que pasará antes de que cualquiera de las dos entidades aborden un proceso de fusión). BMN, mientras, ni se vende ni se compra. Espera salir a Bolsa en el segundo semestre de 2016.