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El presidente de China, Xi Jinping, viaja hoy a Reino Unido en visita de Estado invitado por la reina británica, Isabel II, a fin de intensificar la cooperación en infraestructura y forjar la llamada edad dorada de los nexos bilaterales.
El 21 de septiembre pasado, el viceprimer ministro de China Ma Kai y el ministro de Hacienda de Reino Unido, George Osborne, presidieron el VII Diálogo Económico y Financiero (DEF) entre estos dos países y alcanzaron 53 acuerdos que incluyen pactos en energía nuclear, trenes de alta velocidad y hasta una línea ampliada de permuta de divisas.
En esa ocasión, Osborne reiteró que el gobierno británico desea una mayor inversión china y que no existe ningún otro país occidental tan abierto a la inversión de esta nación como Reino Unido.
Esperamos que China invierta más de 100 mil millones de libras (cerca de 153 mil millones de dólares) en infraestructura en Reino Unido en la próxima díécada", dijo Richard Laudy, jefe de Sector de Infraestructura Global de Pinsent Masons.
Ese nivel de inversión de China no sólo ayudará a la envejecida infraestructura británica - de acuerdo con expertos desgastada por el uso excesivo a alcanzar un estándar internacional- sino que tambiíén podría transformar al sector de ese territorio.
Analistas consideran que la habilidad reconocida de China en infraestructura se ajusta muy bien a esos planes, y la cooperación entre las dos partes sin dudas se convertirá en un nuevo aspecto destacado en los vínculos bilaterales.
En un artículo publicado recientemente, Osborne expresó que su país desea acoger el crecimiento de China e impulsar una díécada dorada con esta nación. "Es una oportunidad que Reino Unido no puede darse el lujo de perder", recalcó.
Reino Unido tiene confianza en la economía de China y desea convertirse en el más abierto de los socios comerciales de Beijing entre los países de Occidente, señaló.
En 2014, China fue el sexto mayor mercado de exportaciones de productos de Reino Unido, una posición mejor que el lugar 14 de 2013.