Agencias
La construcción del primer droneport se iniciará el año que viene y está previsto que se ponga en marcha, al menos parcialmente, en 2020. Ha sido diseñado por la firma de arquitectos Foster+Partners.
Dentro de cinco años, el Droneport abrirá sus puertas en Ruanda y llevará material sanitario y todo tipo de mercancías donde ningún otro medio de transporte ha podido llegar hasta ahora.
Esta nueva infraestructura será la primera pensada para albergar exclusivamente aeronaves no tripuladas y ha sido diseñada por la firma de arquitectos Foster+Partners.
El proyecto del llamado Droneport es, además, la primera iniciativa de la Fundación Norman Foster, con sede en Madrid. Su construcción se iniciará el año que viene y está previsto que se ponga en marcha, al menos parcialmente, en 2020.
Este Droneport contará con tres naves en las que tambiíén tendrán cabida una clínica míédica, una empresa dedicada a la construcción y reparación de drones y una oficina de correos. Se espera que, al contar con más servicios, el aeropuerto se integre más fácilmente en el día a día de los ruandeses y tambiíén genere más empleo.
Por otra parte, desde Foster+Partner aseguran que en su construcción, que se realizará siguiendo la máxima “menos es másâ€, se emplearán mayoritariamente materiales de la zona, evitando el coste añadido que supondría transportarlos desde otras regiones.
Ruta roja, ruta azul
Aún se desconoce el número de drones que conformarán la flota habitual de este aeropuerto, pero sí se sabe que los habrá de dos tipos según su función. Unos cubrirán la llamada ‘ruta roja’, pensada para emergencias sanitarias, y serán de menor tamaño.
Otros, los de la ‘ruta azul’, centrada en transporte comercial, tendrán una envergadura cercana a los 3 metros y serán capaces de transportar una carga de 10 kilos durante unos 100 kilómetros. En 2025, se espera contar con artefactos de 6 metros que puedan transportar hasta 100 kilos.
Zonas de difícil acceso
¿Pero por quíé en Ruanda? En primer lugar, porque el país cuenta con numerosas zonas montañosas de difícil acceso en las que se complica el transporte de mercancías, algo que solventarán con soltura los drones. Así se podrá llevar material míédico o víveres a los lugares donde sean necesarios, evitando miles de muertes, y tambiíén se contribuirá al fomento del comercio electrónico.
Asimismo, Ruanda cuenta con una legislación más abierta en todo lo relativo a este tipo de tecnología que la de otros países vecinos como Kenia o Sudáfrica, mucho más estrictos. Eso sí, la Autoridad de Aviación Civil ruandesa anunció esta semana que está trabajando en una nueva regulación para estas aeronaves que tambiíén verá la luz en 2016.
Está previsto que desde este ‘Droneport’ se puedan cubrir las necesidades del 44% del territorio del país. De demostrarse la viabilidad de este tipo de aeropuertos, Foster+Partners contempla la posibilidad de construir otros 40 a lo largo del país y llevar el proyecto a otras regiones cercanas como la República Democrática del Congo.