La banca acreedora de Abengoa ya tiene por escrito cuántos millones más necesita la compañía andaluza para afrontar los pagos del día a día. Según un informe de KPMG, pedido ex profeso por las propias entidades financieras, el grupo de ingeniería tiene un díéficit de caja de 250 millones, un agujero que deberá ser cubierto con la concesión de un nuevo príéstamo, que fue solicitado el pasado martes.
Según han confirmado distintas fuentes próximas a las conversaciones, KPMG entregó ayer el análisis forensic de las cuentas del grupo a la propia Abengoa y a los principales acreedores, entre los que se encuentran HSBC, Críédit Agricole y cinco de los seis grandes bancos nacionales, víéase Santander, Caixabank, Bankia, Popular y Sabadell. La reacción de estas entidades fue de profundo malestar, al considerar que la situación de la firma difiere de la presentada cuando se acordó la ampliación de capital, el pasado 24 de septiembre.
El estudio fue solicitado por los bancos acreedores despuíés de que, tras garantizar la ampliación de capital por 650 millones y una línea de circulante de 168 millones, más los 120 millones concedidos a la familia Benjumea, la multinacional con sede en Sevilla se descolgara hace dos semanas exigiendo otros 200 millones extra por recomendación de HSBC, el principal asegurador de la operación de rescate junto al Santander y a Críédit Agricole.
Siguiendo este dictamen provisional del banco inglíés, Abengoa reclamó la semana pasada 125 millones urgentes para cubrir las necesidades más inmediatas. Una cantidad que este martes subió a 150 millones. El informe de KPMG refrenda estas necesidades de liquidez y las eleva hasta 250 millones en función de ciertos cobros pendientes que Abengoa no tiene asegurados a corto plazo.
Varias fuentes de los bancos nacionales se niegan a extender otro críédito. "Ningún banco quiere perder dinero y aquí ya se ha perdido mucho", admite uno de los principales acreedores, con una exposición al riesgo de la empresa de ingenieria próxima a los 400 millones. "Ni el Santander quiere aportar más capital", añaden desde otra entidad, sobre todo porque HSBC les informó la semana pasada que desde Londres no le autorizan a dar otro príéstamo al haber asumido ya un tercio de la ampliación de capital.
Si la situación es grave para Abengoa, no lo es menos para la banca española, la cual tiene cerca de 3.400 millones de euros concedidos en forma de críédito sindicado, avales y líneas de circulante. Desglosado por entidad, Santander es quien más riesgo tiene, con 1.558 milones, seguido de Bankia, con 582 millones, Caixabank, con 570 millones, Sabadell, con 387 millones, y Popular, con otros 334.
La mayoría de estas entidades no tienen provisionadas estas posiciones, por lo que en el caso de que la compañía cayera en concurso de acreedores, tendrían que hacer frente a fuertes dotaciones contra su balance. Por esta endiablada bola de nieve, 'hedge funds' que han comprado deuda a descuento de Abengoa están convencidos de que la banca no tendrá más remedio que aportar más dinero.
La encrucijada debe resolverse en las dos próximas semanas puesto que Abengoa debe lanzar antes de finalizar el año la ampliación de capital, que al menos durará un mes, dado que al ser con derechos de suscripción preferente tiene que dar la opción preferencial a los actuales accionistas para decidir si acuden o no a la emisión. Dadas las fechas actuales, la operación no se espera que se realice hasta finales de noviembre, fecha límite.
Agustín Marco