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Autor Tema: NUESTRAS EMOCIONES SE OCULTAN EN LA ESPALDA  (Leído 509 veces)

Scientia

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NUESTRAS EMOCIONES SE OCULTAN EN LA ESPALDA
« en: Octubre 24, 2015, 08:48:18 pm »

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NUESTRAS EMOCIONES SE OCULTAN EN LA ESPALDA


Las emociones y sentimientos reprimidos pueden causarnos enfermedades como gastritis o úlceras, pero tambiíén dolor de espalda. Esto está probado por estudios que concluyen que las emociones afectan a los dolores crónicos de espalda, y tambiíén dicen que en la zona frontal y en el núcleo del cerebro, es donde se crea el grado del padecimiento y su progreso.

Empezaremos por determinar, que la columna vertebral en sí­ misma, representa simbólicamente “el soporte que sentimos en la vida”. La forma en que nos sentimos fuertes, comprendidos, apoyados por la familia, apoyados por los amigos, etc.

La columna vertebral es fí­sicamente, el soporte de todas las cargas fí­sicas y emocionales, es el pilar de nuestra existencia, no sólo por su función estructural, sino por lo que ella recubre y protege, nuestro sistema nervioso.

A travíés de la columna, el cerebro controla todos los movimientos fí­sicos, psí­quicos y biológicos, ordena y recibe mensajes de las diferentes partes del cuerpo. Esta información circula por los meridianos, la míédula y los nervios de la espalda, principalmente.

Se ha descubierto, que el dolor que provoca las lesiones, estarí­a relacionado con el estado emocional del cerebro. Nuestra actitud y pensamientos pueden determinar diferentes estadios de dolor.

La biodescodificación, relaciona las molestias de la espalda y sus sí­ntomas con emociones bloqueadas, con emociones y sentimientos no conscientes.

Muchas enfermedades (Sí­ntomas), están relacionadas con la espalda, muchas de ellas, provocadas por pequeños desplazamientos de las víértebras que oprimen los nervios que sustentan nuestros órganos y distintas partes del cuerpo, o por desgaste de las mismas, traumatismos, etc. Pero sea cual sea el sí­ntoma, es debido a una emoción, y dependiendo del grado de conflicto emocional, es la cantidad de dolor que se presenta.

Los estados emocionales tambiíén pueden afectar al resto de nuestro cuerpo, aunque en la espalda le generaran un trabajo extra, aquejando la respiración, impidiendo que entre el suficiente aire para mantener la fuerza necesaria.

El estríés castiga nuestro estado fí­sico y emocional, nos produce impotencia muscular, orgánica y hasta mental.

La musculatura que cubre la parte superior de nuestra espalda indica como nos sentimos, si estamos contentos el cuello estará derecho, nuestro semblante relajado, y sin tensiones, pero si estamos tristes, nuestra mirada se dirigirá al suelo, igual que el cuello y la cabeza que se inclinarán hacia adelante.

Tambiíén nos sentiremos cansados y desanimados, sin ninguna causa aparente, esto está provocado porque respiramos mal, y no tenemos la energí­a suficiente para actuar. La musculatura estará rí­gida, y la circulación sanguí­nea será lenta, tendremos dolor de cabeza, la vista cansada y el sistema digestivo con molestias.

Dividamos la espalda, por zonas:

Las víértebras cervicales
Se relacionan con la comunicación y como afrontamos la vida. Representan nuestra flexibilidad para cambiar, para superar, para enfrentar lo que se vive.

Un dolor en el cuello indica negación, rigor, y obstinación. Así­ que pregúntate, quíé tan flexible eres o quíé tan terco eres.

Entre más seas obsesivo por hacer las cosas a tu manera y a tu modo y entre más te niegues a cambiar o a hacer cosas diferentes o a hacer las mismas cosas de manera diferente, más te dolerá el cuello.

Y si amaneces con dolor en el cuello, no es que hayas dormido en mala posición, es por aquello que vienes pensando hace tiempo o unas horas antes en donde interviene tu necedad por no “cambiar en algo”…

Si el dolor de espalda, ocurre al nivel de los hombros, significa que existe una falta de apoyo emocional por parte de tus seres queridos. Te sientes sólo en ese importante proyecto, te sientes sin apoyo para hacer algo, necesitas amor y abrazos que te motiven.

En el momento en que tu seguridad crezca y no necesites la aprobación de los demás, adiós dolor.
Tú puedes.

Las víértebras dorsales.
Son las víértebras a la altura del pecho, pero obviamente en la parte posterior.

El dolor en íéstas víértebras, provoca que nos inclinemos hacia adelante, como si cargáramos un gran peso en la espalda.

Estas víértebras suelen doler cuando nuestra vida diaria está llena por responsabilidades que no queremos, que no aceptamos.

Y puede ser tan simple como lavar los platos, planchar o cualquier actividad que “no nos gusta”.

O puede ser cargar con la responsabilidad de mantener a toda una familia, cuidar de alguien, realizar un trabajo que no nos complace.

Cuando te duelan estas víértebras, pregúntate quíé estás haciendo que no te gusta o con quíé responsabilidad estás cargando que no aceptas ni disfrutas.

La parte central de la espalda, digamos entre el pecho y el ombligo, pero en la parte posterior, representan la culpa.

Son las víértebras más pequeñas y menos flexibles de nuestra espalda.

Los dolores en dichas víértebras, pueden deberse a angustia, estríés, inquietud, ansiedad, tristeza, pero sobre todo de culpabilidad por algo que hemos hecho o hemos dicho.

Cuando te duelan estas víértebras, pregúntate en quíé te has comprometido sin quererlo o por quíé te preocupas más por los demás que por ti.

¿Te comprometiste a cuidad a tus sobrinos cuando en realidad querí­as ir a cortarte el cabello?

Cosas tan simples como este ejemplo, pueden hacer que duela la parte media de la espalda, ya imaginarás un compromiso mayor. O una culpa mayor.

Y llegamos a las víértebras lumbares, esas que van desde tu cadera hasta tu coxis, esas que representan tu verdadera esencia y aquello que no puedes negar.

Esta zona representa tu voluntad y tu equilibrio y hasta tu vida espiritual, tu verdadera naturaleza está determinada por esta zona.

Tu puedes andar por la vida diciendo que vives en paz, que nada te preocupa, que tu vida es perfecta y feliz, pero de pronto, viene un dolor en esta parte que te dice: “la verdad es esta….”

Necesitas preocuparte menos por el dinero…
Necesitas moderación en tu vida sexual….
Necesitas vivir en equilibrio….
Necesitas tener fe….

Cuando hay dolor en esa zona, hay inflamación, y muchas veces de confunde con dolor de riñones, pero emocionalmente y en una gran mayorí­a de los casos, tener un dolor en estas víértebras, significa: “estoy gastando mucho dinero y me preocupa acabármelo”.

Y cuando ya sentimos “piquetes”, es que nuestro miedo a quedar “pobres” es realmente grave.

Así­ que cada vez que sientas dolor en esta zona, además de analizar si realmente tu vida es tan buena como la pintas, piensa quíé fue lo último que compraste o en quíé gastaste que te hizo sentir que estabas “gastando mucho”.

El simple hecho de tomar conciencia de que el dinero viene y va y que llegará más y que por gastado en “aquello” no quedarás pobre, te anulará el dolor.

Por eso es la zona de la fe, de tu esencia, porque debes confiar en que el universo proveerá y que jamás faltará.