Tras el desenlace del campeonato de pilotos y constructores, podría parecer que el Mundial de Fórmula 1 ha perdido interíés. Pero no es así para muchos pilotos y equipos que ven en las tres últimas carreras del año la oportunidad de lucirse o de seguir recopilando datos útiles para el desarrollo de los monoplazas de 2016.
Es el caso de McLaren Honda, que en Austin experimentó algunas mejoras y aún no renuncia a darse alguna alegría que sirva como punto de partida para la próxima temporada. El Gran Premio de Míéxico será un reto para todos los equipos, pero particularmente para el de Fernando Alonso, que aún tiene que resolver algunos problemas de rendimiento y fiabilidad en su unidad de potencia.
La elevada altitud a la que se encuentra el Autódromo Hermanos Rodríguez y las características del circuito, que incluye un asfalto nuevo, preocupan mucha a McLaren. Situado a 2.200 metros de altitud, el Autódromo es el circuito de Fórmula 1 construido a mayor altura. Sólo se cuenta con el 78% del oxígeno del que se dispone a nivel del mar, lo que cambia las características de rendimiento del coche y de la unidad de potencia.
"Es el trazado más alto con diferencia del calendario y eso ejercerá presión sobre la unidad de potencia. El turbo tiene que compensar la falta de oxígeno que entra al motor de combustión interna y esto acentuará el íénfasis puesto sobre la fiabilidad para todos los equipos", explica Matt Morris, jefe de ingeniería de McLaren, en la página web de McLaren.
El temido 'blistering'
Además, el asfalto del Autódromo es "nuevo, suave y oleoso", según describe el propio equipo McLaren, y se teme que esta combinación acabe produciendo el efecto en los neumáticos conocido como 'blistering' (ampollas que aparecen sobre la superficie de los neumáticos a causa de la elevada temperatura que alcanzan en la pista).
El director deportivo de McLaren, Eric Boullier, cree que los "elementos desconocidos" que presenta el Gran Premio de Míéxico lo hacen más "emocionante". "Las características de este trazado representan un reto y es importante que estemos encima de la puesta a punto y la degradación de los neumáticos sobre el asfalto nuevo lo antes posible. Todos los equipos tienen mucho que aprender en bastante poco tiempo", destaca Boullier.
Fernando Alonso coincide con Boullier en que "las condiciones de la pista son desconocidas y eso hace que sea bastante divertido". "El Gran Premio de Míéxico será interesante. Visitar un Gran Premio nuevo en un lugar que la generación actual de pilotos de F1 no conoce va a ser algo especial, sobre todo porque ya tiene una gran reputación por la última carrera que se disputó allí", añade el español.
Jenson Button espera poder "aprender" en Míéxico y conseguir otro buen resultado despuíés de su sexto puesto en Austin. "La altitud es, sin duda, la mayor con la que vamos a tener que lidiar en toda la temporada, y eso por sí solo será algo nuevo para todos los equipos. El hecho de que este circuito tenga la segunda velocidad punta más alta despuíés de Monza significa que no será fácil para nosotros. Tener un buen equilibrio y carga aerodinámica será fundamental, así que nos pondremos manos a la obra con la puesta a punto y veremos cómo nos va el viernes por la mañana. Estoy con muchas ganas de visitar una nueva sede de Gran Premio y espero que podamos aprender mucho este fin de semana y ofrecer otro buen espectáculo".
El máximo responsable de Honda en la Fórmula 1, Yasuhisa Arai, destacó la exigencia del trazado mexicano, que ha sufrido una profunda remodelación desde que acogió el último gran premio en 1992. "El trazado es nuevo y trabajaremos todos con la información que sacaremos de los entrenamientos libres. Además, el turbocargador tiene que trabajar más para mantener su potencia habitual debido la altitud, y tambiíén para empujar más aire al motor. La gestión de la energía tambiíén será complicada, ya que el trazado se compone de rectas largas y curvas cerradas", señaló Arai.
