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El viceministro de Finanzas Serguei Storchak desvinculó la propuesta del presidente ruso, Vladimir Putin, de reestructurar la deuda soberana de Ucrania con un posible levantamiento de las sanciones a Rusia.
No existe vínculo ninguno en esa iniciativa del presidente en relación con la deuda ucraniana y la posibilidad de una suspensión de las sanciones contra Rusia, reafirmó Storchak a la prensa, que se hizo eco de las especulaciones de algunos medios occidentales.
Durante un contacto con periodistas acreditados en la cumbre del G-20 Putin se refirió a las conversaciones sostenidas con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en la que abordaron la propuesta rusa de reestructuración de la deuda ucraniana.
Rusia, dijo Putin, propuso reestructurar el empríéstito de tres mil millones de dólares, pendiente desde 2014 en un plazo de tres años, esquema que se analizará con los acreedores en breve.
Aclaró el líder ruso que el príéstamo otorgado en diciembre de 2013 al entonces gobierno del presidente Víktor Yanukóvich -defenestrado en febrero de 2014- es una deuda soberana del Estado ucraniano, y "no privada", y Rusia como acreedor ayudará a saldar ese empríéstito, subrayó en esos tíérminos.
No solo aceptamos la reestructuración de la deuda ucraniana, sino que propusimos mejores condiciones que lo pedido por el FMI, puntualizó el mandatario sobre una de las cuestiones que originó serias confrontaciones con las autoridades de Kiev, renuentes con el reembolso de los fondos a Moscú.
Según el nuevo esquema, entre 2016 y 2018 Ucrania pagaría mil millones de dólares anuales sin necesidad de reembolsar en 2015.
Dijo Putin que fueron propuestas esas condiciones con el objetivo de recuperar ese dinero y no poner contra la pared a Ucrania, pero consideró que Estados Unidos, la Unión Europea o el FMI debían ser garantes de los pagos por parte de Kiev.
A su juicio, los socios occidentales deberían refrendar su confianza en la economía ucraniana con las correspondientes garantías de la solvencia.
En Kiev, el primer ministro Arseni Yatseniuk amenazó el viernes con una moratoria en el pago de la deuda rusa si Moscú no aceptaba las condiciones de una reestructuración.