http://www.apocatastasis.com/magnetismo-practico-ouija-mesmerismo-radiestesia-j-i-janeiro.php#learn-how-to-hypnotize-freeMagnetismo Práctico
Prácticamente existen dos clases de magnetismo: el magnetismo mineral y el magnetismo animal. El primero se manifiesta en la fuerza de atracción que ejercen entre sí los metales y los minerales y los fenómenos que provocan las corrientes elíéctricas. El segundo, se exterioriza en la forma en que algunos animales atraen a su presa y en los fenómenos de hipnotismo provocados a voluntad por el hombre. Parece ser que ambos tienen su origen en la energía contenida en la substancia primaria que forma los cuerpos, y la manera como se comporta la energía de acuerdo con las leyes que rigen lo que los científicos modernos llaman teoría molecular. Por prestarse a fácil comprobación los fenómenos del magnetismo mineral nos serviremos de íél para alcanzar el conocimiento que nos interesa sobre el magnetismo animal
Manera de adquirir mirada magníética
Por las mañanas al levantarnos, y por las noches al acostarnos, coloquíémonos delante de un espejo; fijemos nuestros ojos en el entrecejo de la imagen que tenemos al frente y contemos mentalmente diez, al mismo tiempo que hacemos una aspiración larga. Esta aspiración debe durar hasta la cuenta acordada. Despuíés, siempre con los ojos fijos en el entrecejo, espiremos contando tambiíén diez. Repítase este ejercicio aumentando la cantidad hasta que contemos cuarenta en una sola aspiración; concentremos el pensamiento en la idea de adquirir mirada magníética.
La mirada magníética produce una especie de corriente que transmite nuestro pensamiento a las demás personas. El punto más vulnerable a donde podemos dirigir nuestra mirada cuando queremos influir en alguna persona es el entrecejo, si está a nuestro frente, o en la nuca, si está de espaldas. Concentríémonos en idea de lo que queremos; hágase una aspiración prolongada; retíéngase la aspiración y demos la orden; despuíés espirar con tranquilidad. Repitamos la operación una y otra vez, procurando que el interesado no se díé cuenta de lo que hacemos, hasta que seamos obedecidos. Es de recomendar no darse por vencidos si una o dos veces no conseguimos lo que queremos. Si se persiste con confianza, una confianza absoluta de que tenemos el poder de influir en tal persona, es tambiíén absolutamente sguro de que lo lograremos.
Si estamos en un teatro u otro lugar similar, concentraremos nuestra mirada en la nuca de la persona que está delante de nosotros. Al concentrarla, aspirando y espirando de la manera que lo hemos hecho en los ejercicios anteriores, daremos la orden mental de que esa persona debe volver la cara hacia nosotros. Insistamos en la orden, haciíéndola cada vez más imperativa, hasta que logremos lo que queremos. Poco importa que la persona se resista una o diez veces. Insistamos. La insistencia nos dará la victoria.
Esto mismo tambiíén lo podemos hacer en los paseos y calles. Escojamos una persona del sexo opuesto en un principio, pues resulta más fácil la influencia, y fijemos la mirada en su nuca, al mismo tiempo que damos la orden mental. Cuidemos de hacer esto cuando ninguna otra persona se interponga entre nosotros y nuestro sujeto, pues de lo contrario se corta la corriente y será difícil obtener resultados satisfactorios.
Cómo lograr una sugestión eficaz
La sugestión más fácil es aquella en que ambas personas comulgan en un común deseo, que es el caso de los enamorados; pero no es indispensable que haya esa disposición, pues prácticamente se puede sugestionar a un individuo aun en contra de su voluntad. Lo esencial es lograr que el sujeto concentre su atención en determinada cosa y que, sea por el medio que fuere, la sostenga fija en ella, ya porque se despierta en íél un intenso deseo de poseerla (afección de gozo) o porque se ha apoderado de su ánimo un gran temor (afección de tristeza). Concentrada la atención, como quiera que el hombre solo puede pensar en una cosa a la vez, su subconsciente ordenará las correspondencias físicas en relación a la cosa que contempla mentalmente y obtendremos un individuo incapaz de ver ni percibir nada que no sea lo que se le ha sugerido. De este estado al de la hipnosis solo es cuestión de grados.
Auxiliares que facilitan la sugestión
La sugestión puede ser inducida por muy diferentes medios, ya sea por la vista, el oído, el tacto, el olfato o el gusto. A su vez por medio de la vista se puede sugestionar con colores, intensidades lumínicas o formas, y tratándose del gusto se puede apelar a lo dulce o lo amargo, lo caliente o lo frío, etc. Los medios más empleados son la vista, el oídos y el olfato, para lo cual los magnetizadores profesionales usan, por regla general, sortijas o bolas brillantes, emplean determinados sonidos y se sirven de ciertos perfumes. El perfume pone el actividad fibras nerviosas, que corresponden al carácter de los sonidos percibidos por el oído o los colores que ven los ojos, pues sabido es que así como el olor a incienso inspira religiosidad, el de la pólvora despierta impulsos combativos, y de la misma manera que hay colores que actúan como sedantes de nuestros nervios, tambiíén los hay que nos irritan, y unos y otros son armónicos con determinados sonidos, que tambiíén tienen la virtud de adormecernos suavemente o excitarnos a la violencia. Ya se use uno o todos los medios, la impresión que el sujeto recibe debe corresponder al carácter de la idea que se desea sugerir. Para que el lector se forme una idea de los mencionados auxiliares, describiremos algunos a continuación:
El empleo de la sortija fascinadora
Existen muy diversas clases de sortijas para activar la sugestión; pero con ligeras diferencias todas tienen forma parecida: un anillo, que puede ser de oro o simplemente metal, con una piedra que refleja la luz intensamente. Se procura colocar la mano de manera que el brillo de la sortija atraiga la mirada del sujeto, y tan luego se nota que tiene la mirada fija en ella se le da la orden mental según el objetivo que se persigue. Hay autores que suponen que la luz reflejada por la piedra conlleva los efluvios del magnetizador, y como esos efluvios penetran la retina y pasan al subconsciente del paciente, se logran efectos más rápidos con el auxilio de ella. Otros autores, en cambio, afirman que la sortija no hace nada más que concentrar la atención del paciente, lo cual es aprovechado por el magnetizador para apoderarse de su ánimo.
Cómo construir una sortija "fascinadora"
La más conveniente para cada persona es aquella que estíé hecha del metal que le corresponde al signo del Zodíaco bajo cuya influencia ha nacido, y sobre ese metal se engarza la piedra de nacimiento del interesado. Por ejemplo: una persona nacida el 19 de febrero al 20 de marzo de cualquier año, vino al mundo bajo la influencia del signo zodiacal de piscis. A este signo le corresponde la piedra preciosa Crisolita y el metal estaño. Hágase la sortija con el mencionado metal y engárcese en íél una Crisolita bien tallada y de dimensiones regulares. Si ahora deseamos que esta sortija produzca un efecto intenso en todas las personas se le agregan las 11 piedras restantes de los signos zodiacales, teniendo en cuenta que deben ser de tamaño reducido, formando un círculo en torno de la Crisolita, la cual debe ser más grande que todas las demás reunidas. Esta sortija tendrá mayores poderes si es construida durante el mes en que el Sol anda en Piscis, y el interesado la consagra en el día y hora correspondiente a Júpiter.
Cómo emplear la Bola Hipnótica
Hay bolas hipnóticas de muy variadas formas y tamaños, pudiendo decirse que su empleo tiene el mismo objetivo que la sortija. Unas constan de diminutos espejitos, unidos entre sí de forma que reflejan la luz convergentemente. Otras, en cambio, constan de una bola de cristal, hueca, en el centro de la cual hay un metal muy brillante. Por último, unas terceras, que tienen pintados círculos blancos y negros, correspondiendo los blancos a los reflectores de la luz. Algunas son completamente redondas mientras que las hay planas, con una pequeña bolita en el centro, que es la que actúa de reflector del haz luminoso y al mismo tiempo sirve para atraer la mirada del interesado. En todos los casos, ya se haga uso de unas o de otras, conviene que el paciente reciba los rayos reflejados por la bola hipnótica con la mayor intensidad posible, para lo cual es preciso que el magnetizador se coloque en el lugar adecuado. Parece ser que el íéxito de muchos toreros, bailarinas y artistas depende en buen grado del efecto deslumbrador con que las lentejuelas y las sedas de sus vestidos reflejan la luz del sol o de las candilejas del escenario, y logran concentrar la atención del público sobre cada movimiento del artista. El mismo principio es apliado al sugestionador y el sugestionado.
Referencia: Cómo hipnotizar o provocar hipnosis
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