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Autor Tema: Probamos el Sphero robot BB-8...  (Leído 841 veces)

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Probamos el Sphero robot BB-8...
« en: Diciembre 20, 2015, 01:02:54 pm »
Por...  Javier Penalva



Aunque hay quien con tanto hype ya ha perdido las ganas de ver la próxima pelí­cula del universo Star Wars, a mediados de diciembre llega a la gran pantalla el episodio VII de la saga de las galaxias, con el tí­tulo de "El despertar de la Fuerza".
Junto con la nueva de Star Wars, y máxime con el sello Disney detrás, llegará a las estanterí­as de todo el mundo una autíéntica oleada de productos relacionados entre los que podemos considerar al robot BB-8 como el más tecnológico y tambiíén deseado. En Xataka ya tenemos en nuestra mesa de pruebas una unidad del robot BB-8, del que te contamos todo lo que necesitas saber.

Sphero tení­a la clave
Si Disney pensó en el robot BB-8 sin tener en cuenta cómo eran los juguetes de la compañí­a Sphero, vaya tino. A nosotros nos parece que algún que otro guionista habí­a jugado alguna vez con las Sphero originales. Sea como fuere, a esta última compañí­a le ha venido genial ser el fabricante del BB-8 versión juguete porque la pondrá en el mapa tecnológico y podrí­a reflotar sus anteriores productos.
Sphero ya tení­a un juguete que funcionaba de forma idíéntica al BB-8 de la próxima pelí­cula de Star Wars. Solo ha tenido que añadirle una cabeza y personalizarlo

En la próxima cinta de Star Wars, uno de los personajes llamados a conquistar al público será el robot BB-8. Ya ha pasado con anteriores personajes de la saga con similares caracterí­sticas. Este droide es capaz de rodar a alta velocidad mientras su cabeza permanece estática. Eso es justo es lo que podemos hacer con este juguete de Sphero que llegará a las tiendas en unas semanas, primero en EEUU.

Como decí­amos, con la experiencia que Sphero tení­a de sus bolas anteriores, conseguir a BB8 ha sido muy fácil, pues de hecho el modo de funcionamiento es idíéntico: una bola que rueda por el suelo gracias a una masa más pesada de su interior que sirve de dirección y que podemos controlar con el smartphone. Nada de mando, y eso hay que tenerlo en cuenta pues si lo planteamos en algún momento como juguete para los niños, habrá que dejarles nuestro telíéfono.

Con la colaboración de Disney, Sphero ha creado una aplicación que encaja perfectamente con el universo Star Wars, música de fondo incluida
La única diferencia con otros juguetes anteriores de la empresa, además del diseño personalizado, es la cabeza que queda imantada pero móvil sobre la bola principal gracias a unas pequeñas ruedas que conviene limpiar a menudo pues acumulan bastante suciedad tras cada sesión de juego.
La función de esa cabeza es solamente estíética, y si se cae mientras rodamos, todo seguirá funcionamiento de la misma manera pero sin el efecto óptico único de la misma.

Que se han cuidado todos los detalles con este juguete de Star Wars no solo se ve en la caja, de calidad y donde podemos tener a buen recaudo el robot. Tambiíén en la aplicación todo ha sido pensado para fans de la saga. Hay música de fondo y la interfaz no desentona con el universo de la guerra de la galaxias.

Divirtiíéndonos con BB-8: cosa de muy fans
En la aplicación BB-8 encontramos los diferentes modos de juego. Previamente lo habremos emparejado simplemente acercando el smartphone al robot, algo que debemos hacer siempre que iniciamos el juego y que se lleva unos 4-5 segundos. Importante que tengamos el bluetooth activo.
El principal modo de juego es el que nos permite manejar con total libertad al robot BB8. Haciendo uso de la pantalla táctil del smartphone podemos dirigir la bola en cualquier dirección. Manejarlo con soltura más allá de hacerlo avanzar o retroceder, requiere de un poco de práctica.
El robot BB-8 es divertido en su modo de conducción libre, nos permite alcanzar altas velocidades pero si solo buscamos un juguete para hacer carreras hay mejores opciones y más baratas incluso de la propia Sphero

La velocidad, bastante alta como nos tiene acostumbrados Sphero, se puede regular en las opciones de la aplicación, y conviene iniciarse en el manejo de BB-8 con el potenciómetro en su parte más baja. Siempre tendremos tiempo de subir la velocidad a la que es capaz de desplazarse.
Pero una vez que los obstáculos no se interponen en una carrera larga, es tremendamente divertido, seas un niño o no. El movimiento del cuerpo del robot a toda velocidad mientras la cabeza permanece siempre (o casi) en la parte superior del cuerpo es hipnótico.

Pese a ello, hay que decir que quien se compre este robot lo deberí­a hacer por lo que representa como objeto. A nivel de juguete para manejar desde el smartphone, la propia Sphero tiene un modelo bastante superior (y por apenas 100 euros) en todo lo que tiene que ver con la conducción, saltos, piruetas o diversión pura y dura: Ollie.

Otro modo de funcionamiento es la patrulla. Aquí­ damos libertad al robot para que explore nuestra casa o donde nos encontremos. La aplicación va marcando en una especie de mapa los obstáculos que se va encontrando, así­ como ofreciendo información sobre velocidad o gráficas de aceleración. Esos choques los marca como enemigos, y poco a poco deberí­a ir aprendiendo el territorio en el que se mueve para ir evitándolos, al menos los fijos.
Aquí­ la mala noticia es que el BB8 no incluye sensores, por lo que solo aprende a base de golpes. Eso tambiíén significa que si hay escaleras cerca, nada evitará que el BB-8 acabe cayendo, así­ que mucho ojo cuando lo dejamos en modo patrulla. Es un modo que no nos ha gustado demasiado, pues sin sensores, resulta aburrido más allá de los mensajes o datos de velocidad de la aplicación.

El modo de proyección de hologramas, que usa la realidad aumentada, está muy conseguido y es otro guió más para los fans de la saga
El tercero de los modos de juego es tambiíén una curiosidad pero que encantará a los fans absolutos de Star Wars. Se trata de los hologramas. De serie viene una pero podemos grabar más mensajes de audio y ví­deo nosotros mismos y luego proyectarlos. Pero hay truco: la holografí­a no es más que un recurso de realidad aumentada, por lo que para ver el mensaje, muy realista, hay que mirar a la pantalla mientras apuntamos al robot BB-8.

Hologramas con Sphero BB-8 de Star Wars
Dentro de la aplicación tambiíén podemos jugar con el robot haciendo que realice movimientos de cabeza o sonidos para decir sí­ o no, entre otros, así­ que aquí­ ya juega la imaginación de cada uno. Lo realmente divertido es desplazar a toda velocidad al robot por donde queramos, aunque en suelos muy pulidos no es sencillo mantener el equilibrio al instante y la cabeza tiende a volverse poco más que loca.

Una base de carga que nos sirve para exponer nuestro juguete

Donde Sphero ha demostrado siempre estar a la altura de las expectativas es en autonomí­a. Sus juguetes de conducción han sido de las pocas excepciones que hemos encontrado con una autonomí­a decente. Nada de pocos minutos de juego tras largas cargas. En este Sphero BB-8, con una carga de unas dos horas, disponemos de cerca de una hora de conducción libre.

La base de carga, que en otro tipo de juguetes habrí­amos tenido que criticar, aquí­ no tiene pegas. Es más práctico cargar directamente ví­a microUSB al robot, sí­, e incluso no habrí­a sido complicado disimularlo en el diseño de la esfera, pero aquí­ no nos importa nada tener que usar una porque forma parte de la fantasí­a del juego. Está igual de bien cuidada en los detalles y nos sirve perfectamente como stand para lucir el robot en una estanterí­a o la mesa de trabajo cuando no estamos haciíéndolo rodar. Una vez pasado el momento de excitación de estrenar juguete, será el fin más habitual de esta pieza.

Que le des más juego a toda velocidad o simplemente lo quieras como objeto de colección ya depende de ti. En ambos casos su precio es el mismo: unos 150 dólares / 169 euros, a la venta en octubre. Caro sí­, pero irresistible tambiíén.


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